Arte

Cuestionamientos sobre México en la Bienal de Arte de Venecia

Los colaboradores de la sección cultural de Proceso, cuya edición es ahora mensual, publican en estas páginas, semana a semana, sus columnas de crítica (Arte, Música, Teatro, Cine, Libros).
jueves, 2 de noviembre de 2023 · 12:25

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- ¿Qué tan legítimo fue el procedimiento que siguió el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBAL) para seleccionar el proyecto que representará a México en la Bienal de Arte de Venecia 2024?

La información tardía y descontextualizada sobre los miembros del jurado -emitida doce días después de la publicación del proyecto ganador-, la carencia de objetivos que justifique la selección de cada uno de ellos y la omisión de los indicadores que sustentaron tanto el rechazo de 16 proyectos como la selección “unánime” del ganador provocan cuestionamientos sobre la constitución de ese jurado y su legitimación.

Para empezar, ¿cuáles fueron las metas institucionales que guiaron el desempeño de los miembros del jurado?, ¿por qué no se publicaron y cómo pueden consultarse? La elección de una representación nacional requiere metas que beneficien al país y a la comunidad artística. Desde esta perspectiva, los criterios de selección no deben limitarse únicamente a la propuesta artística.

Otro aspecto esencial en esta edición de la Bienal es la pertinencia de los valores que se manifiestan en el proyecto seleccionado. Como el INBAL solicitó que las propuestas se inscribieran en la temática general diseñada por el curador Adriano Pedrosa con el título de “Extranjeros por todas partes”, el concepto de ser y sentirse extranjero, de transitar en distintos territorios y de ser un artista “extraño” para el sistema artístico convencional ofrecía numerosas posibilidades de interpretación.

Con una temática centrada en “la migración, el exilio y sus afectos”, el proyecto seleccionado -“Nos marchábamos, regresábamos siempre”- está curado por Tania Ragasol -proveniente de una familia de refugiados españoles-, y tiene como artista a Erick Meyenberg, hijo de alemán y libanesa.

¿Qué interpretación sobre “extranjeros por todas partes” presentaron los 16 proyectos rechazados?, ¿habrá habido artistas interesados en la relación entre mujeres indígenas y urbanas, en la presencia de migrantes sudamericanos, en el fenómeno de los nómadas digitales, o en los creadores que no coinciden con el “mainstream”?

Presidido por la directora del INBAL, Lucina Jiménez, el jurado, antes de sesionar, ¿firmó una declaración de vínculos? Dado que el segmento artístico en el poder es tribal y sectario, es indispensable que se emita un acta profesional en la que se integre esta declaración.

Integrado por Marietta Bernstoff -artista, activista, curadora y promotora cultural radicada en Oaxaca-, Sol Henaro -curadora de colecciones documentales del Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México (MUAC)-, Mariana Munguía y Jesse Lerner, en el jurado llaman la atención los dos últimos:

Munguía porque ha sido una funcionaria que no ha presentado resultados concretos de su desempeño como coordinadora nacional de Artes Visuales en el INBAL de 2019 a marzo de 2023. Encargada actualmente del programa de la bodega de arte del proyecto Chapultepec: Naturaleza y cultura, la funcionaria de la Secretaría de Cultura tiene pendiente confirmar su licenciatura en sociología por la Universidad de Guadalajara.

La participación de Jesse Lerner requiere una explicación especial. Reconocido principalmente como cineasta y escritor, la presencia del norteamericano nacido en Texas y residente en Los Ángeles inquieta porque el proyecto ganador consiste en una videoinstalación. ¿Acaso ya estaba decidido que la presencia de México en Venecia debía ser una videoinstalación y por eso se le invitó?

Y por último, una reflexión sobre las contradicciones en las que opera la administración gubernamental de las artes visuales. Si existe un Sistema Nacional de Creadores de Arte que distingue a los beneficiados con alrededor de 32 mil pesos mensuales para su producción, ¿por qué el INBAL no los selecciona para representar a México en la Bienal de Arte de Venecia?

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