Rock
Murió el rockero californiano David “Croz” Crosby a los 81 años (Videos)
El guitarrista partió rodeado de su querida esposa y compañera del alma Jan, así como de su hijo Django.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El guitarrista de rock y cantautor angelino David Crosby falleció este jueves 19 en California, Estados Unidos a los 81 años, conforme anunció su esposa Jan Dance.
“Es con gran tristeza que luego de una larga enfermedad lamentamos anunciar la muerte de nuestro adorado David ‘Croz’ Crosby, quien partió rodeado de su querida esposa y compañera del alma Jan, así como de su hijo Django. A pesar de que ya no está con nosotros, su humanidad y espíritu generoso continuará guiando e inspirándonos. Su legado vive a través de su música de leyenda. Paz, amor y armonía para todos aquellos quienes lo conocieron y para quienes él tocó, lo extrañaremos cariñosamente. En este trance, suplicamos privacidad por nuestro duelo mientras intentamos lidiar con este dolor intenso. Gracias por su comprensión y plegarias”, manifestó Dance a la publicación “Variety”.
Crosby, cofundador de los conjuntos The Byrds y Crosby, Stills & Nash en los sesentas, sabía desde hace cuatro años que su adiós se acercaba.
“Se siente como si estuviera al final de mi vida y que el tiempo se me agota. Esa es una de las razones por las cuales trabajo tan duro como puedo, ya no me queda mucho tiempo”, dijo al diario “Union-Tribune” de San Diego casi una década después de haber tocado en el Festival de Woodstock 1969 con sus colegas Stephen Stills, Grahan Nash y Neil Young.
David Van Cortland (su nombre real), nació el 14 de agosto de 1941 en el seno de una familia de cineastas de Hollywood, habiendo abandonando sus aspiraciones dramáticas para cantar folk y blues en bares de California y de Nueva York, al comienzo de la década de 1960.
En el camino se topó con músicos finos de la onda jipi como Dino Valenti y David Freidberg, de Quicksilver Messenger Service y Paul Kanter, de Jefferson Airplane. Apasionado de Los Beatles y Los Everly Brothers, formó con Gene Clark y Roger McGuinn los Jet Sets que después se rebautizarían como The Byrds; con éstos grabó piezas de su propia autoría como “The Airport Song” y “What’s Happening” de 1966.
Pronto sucumbió al embrujo de otras sonoridades, influenciado por el jazz de Miles Davis y las ragas de Ravi Shakar, creando temas de poéticas audaces y melodías con vocalizaciones ácidas o acordes abiertos y disonantes, por ejemplo “Triad”, acerca de un “ménage a trois” que le grabaría la cantante Grace Slick y Jefferson Airplane.
Su encuentro con la bella compositora canadiense Joni Mitchell sería fructífero para ella, pues Crosby le produjo su primer disco Larga Duración “Song To a Seagull”. Crosby, Stills & Nash fue el primer súper grupo de folk californiano contracultural surgido en San Francisco hacia 1968. En 1971 Crosby grabó su exquisito álbum en solitario “If I Could Only Remember My Name”, al que invitó a los citados Nash, Young y Mitchell, además de Rita Coolidge, más miembros de Grateful Dead y Jefferson Airplane, Quicksilver y Santana, entre otros.
Con el británico Graham Nash colaboraría más estrechamente, grabando tres álbumes exitosos entre 1972 y 1976. Fue una década de enorme acercamiento con su “familia” de viajes y pasoneos e intercambios musicales sabrosos: The Flying Burrito Brothers, Hot Tuna, Jackson Browne, John Sebastian, James Taylor, Art Garfunkel, Carole King, o los ingleses Dave Mason y Elton John.
Pero para 1980 sus adicciones le hicieron tocar fondo. En su película “David Crosby: Remember My Name” aceptaría que la heroína es una droga fantástica, aunque “solamente la primera vez que la pruebas, no después”. (https://youtu.be/YZdwHQ_yNdE)
La disquera Capitol rechazó renovarle su contrato, sus cuates de parrandas otrora fieles lo abandonaron e incluso la revista “Spin” lo dio por muerto. Alimentándose de pizzas y helados, huyó en su decrépito auto “El Maya” pero el FBI le siguió la pista hasta que se rindió a la policía en West Point Palm Beach, Florida; pasó cuatro meses en la penitenciaría de Dallas, Texas, y finalmente aceptó tratarse en un centro de rehabilitación. Sólo así fue liberado (bajo palabra) de la prisión de Huntsville, a donde lo habían transferido, el 22 de agosto de 1986. Luego, en 1988, publicó sin tapujos su descenso a los infiernos en la autobiografía “Long Time Coming”.
Una corpulencia de oso lo volvió a la vida y retomó en 1989 su carrera, reuniéndose con sus compadres de The Byrds y Crosby, Stills, Nash & Young. “Oh Yes I Can”, primer LP solo tras 18 años, contiene su magnífica rola “Tracks in the Dust”.
En 1997 sacó un plato láser en vivo titulado “King Biscuit Flower Hour”. Personificó al pirata truculento y bigotón de “Hook: El Retorno Del Capitán Garfio”, un rodaje para chavales en cuyo set lo reencontró Phil Collins, quien tuvo a bien llevarlo a hacer un dueto en “Just Another Day in Paradise”.
Su dúo con la excelsa Joni Mitchell, “Yvette in English”, demostró a un Crosby en forma y el álbum “It’s All Coming Back To Me Now”, de 1995, lo vio de nuevo escalar las listas tope de los mejores jits en el desfile del rock.
A finales de 1998, David Crosby integró el trío CPR con Jeff Pevar y su bienamado hijo natural, James Raymond, repleto de ideas del jazz-rock californio que plasmaron en un álbum aclamado por la crítica.
Desafortunadamente, su relación con Graham Nash se deterioró conforme el nuevo siglo avanzó; sin embargo, en fechas recientes parecía que un nuevo disco juntos estaba por ver a luz. Dijo Nash sobre Crosby (quien dos veces fue elegido al Salón de la Fama del Rock) vía redes sociales y a través de “US Weekly”, al enterarse de la desaparición:
“Es con una terrible y profunda tristeza que me he enterado de que mi camarada David Crosby ha muerto. Sé que la gente tiende a enfocarse en torno a cuán volátil fue nuestra relación en ocasiones, pero lo que siempre nos importó a David y a mí, más que nada, era la pura alegría por la música que creamos juntos, el sonido que descubrimos el uno del otro y la honda amistad que compartimos a lo largo de tantos años. David no tenía miedos en la vida ni en la música. Nos deja tras de sí un tremendo hueco al tiempo que una personalidad diáfana y un talento único en este mundo. Fue sincero en su pensamiento, en su corazón, y en la pasión a través de la hermosa música que creó y nos deja un tremendo legado, esas son las cosas que más importan. Mi corazón está con su esposa Jan, su hijo Django, y toda la gente a quien tocó en este mundo.”
Además de James Raymond y Django Crosby, los otros hijos de David Crosby son: Beckett Cypher, Bailey Jean Cypher, Donovan Crosby y Erika Keller Crosby.