CIUDAD DE MÉXICO (apro).­– La respuesta del director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, de renovar contratos por sólo tres meses a los trabajadores eventuales de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), ha causado la indignación de la comunidad académica, sindicatos y profesores de otras instituciones, que exigen su destitución inmediata.

La Coalición de Trabajadores del INAH y el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (Sinitec) decidieron apoyar el mitin al cual convocó la Asamblea General de la ENAH para el miércoles 5, frente a las oficinas centrales del instituto, y en el cual estuvo presente como un acto de solidaridad el historiador Jean Meyer, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

A través de un comunicado, dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto; al secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Sergio Ramírez de la O; los trabajadores fijaron su postura:

Aclararon que el denominado trabajador “eventual” constituye, en realidad, la mayor parte del personal en muchos de los centros de trabajo del INAH y por lo tanto realizan funciones sustantivas.

Y deploraron que, nuevamente, su empleo esté amenazado por las disposiciones dadas a conocer por la Secretaría Administrativa del instituto en la cual se ordenó no convocar a laborar al personal contratado en forma eventual al 31 de diciembre:

“Las condiciones de precariedad del personal ‘eventual’ dan lugar a que, en cada periodo, las determinaciones administrativas se sobrepongan por encima de los derechos laborales, atentando contra aspectos tan fundamentales como lo es la estabilidad laboral. Sostenemos que ninguna disposición administrativa debe colocarse por encima de estos derechos”.

Explicaron que llevan más de 30 años en una situación que es “tan irregular como ilegal”, pues las propias Condiciones Generales de Trabajo (CGT) (que también ha pretendido modificar el gobierno federal con una propuesta de la SHCP, rechazada por los seis sindicatos que representan trabajadores del instituto, como consignó esta agencia el pasado 22 de diciembre) establecen en el catálogo de puestos que los docentes e investigadores son de base o confianza.

Después de laborar seis meses y un día, “el trabajador será inamovible, es decir, que tendrá su plaza definitiva” de acuerdo con el artículo 19 de las CGT, “toda vez que por ningún motivo se celebrarán contratos por obra y tiempo determinado que pretendan desvirtuar una relación laboral permanente”, según el artículo 26 de las mismas CGT.

Y, sin embargo –denuncian– docentes, investigadores, profesionistas, administrativos, técnicos y manuales, muchos con formación de licenciatura, maestría y doctorado en ciencias antropológicas e históricas, o carreras necesarias para las funciones administrativas, son contratados por los capítulos 1000 y 3000. Los primeros con muy bajos salarios, pocas prestaciones y contratos de seis meses de duración. Y los del 3000 son recontratados cada tres meses como prestadores de servicios profesionales, sin ninguna prestación social. Llevan así años, sin reconocimiento a sus derechos fundamentales y son calificados como “eventuales”.

Los trabajadores exigieron entonces, la destitución inmediata de Prieto Hernández y la atención a su demanda de otorgar base a los trabajadores.

E hicieron ver que lo ofrecido a través de un comunicado por el funcionario, de recontratar para 2022 a los trabajadores que laboraron durante 2021, “cuyas funciones y tareas estén plenamente justificadas y apegadas a los encargos sociales del INAH” es insuficiente “para solventar la deuda histórica” del instituto.

Finalmente, solicitaron una auditoría al manejo del presupuesto que ha ejercido el INAH, dado que no utilizó el incremento que tuvo en 2019 para la solución de los problemas estructurales de la ENAH y fueron despedidos casi 100 profesores de asignatura. Lo cual transgredió sus derechos laborales, pero también el derecho a la educación de los estudiantes.

En otro comunicado, investigadores del Centro INAH Puebla, exigieron a Alejandra Frausto se dote a la ENAH y a las dos sedes de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (Encrym) de los recursos necesarios, pues sus labores sustantivas “no pueden detenerse por las veleidades de una burocracia que no percibe la importancia de las tareas asignadas a nuestra institución por las leyes nacionales.