Teatro
Alfonso Sastre, un guerrillero en el teatro
Alfonso Sastre murió el pasado 17 de septiembre a los 95 años de edad. Su espíritu poco protagónico en las élites culturales y su activismo constante por sus convicciones políticas, no favoreció a que alcanzara la relevancia que su arte teatral merecía.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El español Alfonso Sastre siempre vinculó la práctica del teatro con la práctica política. Su teatro realista con una dimensión crítica, social y de agitación revolucionaria fue el sustento de su escritura, desde donde incursionó estructuras complejas y propuestas dramatúrgicas avanzadas para su tiempo.
Alfonso Sastre murió el pasado 17 de septiembre a los 95 años de edad. Su espíritu poco protagónico en las élites culturales y su activismo constante por sus convicciones políticas, no favoreció a que alcanzara la relevancia que su arte teatral merecía.
Vicente Leñero lo consideraba como el autor español más sobresaliente del siglo XX, y en su libro Gente así dedica un capítulo, “Cajón de Alfonso Sastre”, para hablar de él a partir de su encuentro en 1989 en un ciclo de conferencias en El Escorial, España. Habla de cuando él y su mujer intentaron cruzar por los Pirineos clandestinamente a Fernando Arrabal, quien iba a ser juzgado por la dictadura franquista, y que en el último momento Arrabal se arrepintió; de cómo su amigo Alfonso Paso, dramaturgo español reconocido en México por su “teatro ñoño y alienante”, lo delató y fue a dar a la cárcel con Eva Foster, su mujer, en 1974; y de su carácter solitario y silencioso en los festivales internacionales de teatro.
Sastre perteneció a la Generación del 50 y escribió más de 50 obras teatrales, ensayos, guiones cinematográficos y libros de reflexión acerca del teatro. Sobresale su libro Ensayo general sobre lo cómico, que completa la tetralogía con Crítica de la imaginación, Las dialécticas de lo imaginario e Imaginación, retórica u utopía.
Luchó contra la dictadura franquista de la mano de su mujer Eva Foster (1928-2007) en diferentes organizaciones y fueron encarcelados varias veces. Sastre, en 1956 por protestas universitarias; en 1961, por firmar a favor de la amnistía de los presos políticos; en 1966, por participar en el movimiento contra la represión; en 1968; en asambleas universitarias, y en 1974, acusado por el “delito de terrorismo”.
Muchas de sus obras apenas se estrenaban pues eran censuradas. En 1953 Escuadra hacia la muerte, cercana al teatro del absurdo, sólo duró tres días en cartelera; en ella narra cómo un grupo de soldados de la tercera guerra mundial se sublevan y matan al cabo. Al año siguiente La mordaza también es censurada al tratar encubiertamente el tema de la represión. Y lo mismo le sucedió con Guillermo Tell tiene los ojos tristes en 1955, donde abordó un tema histórico –como en muchas de sus obras– pero referido al presente.
Estilísticamente Sastre ha desarrollado el concepto de “tragedia compleja”, en respuesta al encasillamiento de los géneros teatrales tradicionales, que considera como “una forma neotrágica que intenta superar la tragedia aristotélica o simple, el teatro antitrágico brechtiano y el nihilismo de la vanguardia (Beckett)”.
Su obra más reconocida fue La taberna fantástica, escrita en 1966, pero que se llevó a la escena hasta 1985 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, dirigida por Gerardo Malla, y que duró varios años en cartelera.
En Ensayo general sobre lo cómico, al relacionar la alegría y la risa, dice: “La risa tiene una fuente esencialmente crítica, irónica y disconforme con lo que sucede. No es, pues, la alegría lo que me hace reír, sino que es el reírme lo que me produce alegría”.