Música
La compositora Gabriela Ortiz, sobre los feminismos, el Grammy y hasta el Tren Maya
Se trata de una figura que se ha ido internacionalizando de manera peculiar, reconocida tanto en el mundo de la llamada creación culta como en la esfera comercial. A raíz de su presencia como miembro de El Colegio Nacional, Proceso la interroga: ¿Qué le mueve hoy, cuál es su sello, qué busca?CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La compositora Gabriela Ortiz lleva la música en la sangre: hija de miembros fundadores de Los Folkloristas e histórica ganadora individual para México de tres Grammy 2025 en el género clásico, hoy por hoy su nombre es de reconocimiento internacional.
En una de sus más recientes presentaciones como miembro de El Colegio Nacional (Colnal), invitó al director orquestal Miguel Salmón del Real para recordar en una conversación-concierto a una de las figuras más visionarias de la música nacional en el siglo XX: el potosino Julián Carrillo (1875-1965), a cien años del primer concierto en dieciseisavas de tono del creador del sistema “Sonido 13”.
Y este jueves 4 coordinó el concierto Entre la cuerda y el tiempo, en donde se interpretaron obras de Beethoven, Bach, Ysaye, y el estreno de su pieza De cuerda y madera. En ambas presentaciones hubo gran recepción por parte del público.
Ortiz (Ciudad de México, 1964) ha estrenado múltiples obras con la Filarmónica de Los Ángeles (LA Phil) --dirigida en su momento por Gustavo Dudamel-- incluyendo Yanga (2025), Revolución diamantina (2023) --que le hizo merecedora de los tres Grammy en Mejor Composición Clásica Contemporánea, Mejor Compendio Clásico y Mejor Interpretación Orquestal--, y Seis piezas a Violeta (2022).

Es considerada por Marisa Canales, fundadora y directora del festival de música clásica por excelencia Urtex; el compositor y director Juan Pablo Contreras; el autor de Codex Mexica: Passión, Cristóbal Maryán, entre otras figuras recientemente entrevistadas por Proceso, como un referente sólido de la música contemporánea.
Y ahora en diálogo, mochila en mano, saco, pantalón casual y un aire de calma a pesar de las prisas de la capital mexicana, afirmó desde el Colnal:
“Me siento en un momento muy productivo, lo cual es un aliciente, es un momento importante en mi carera, tengo proyectos a nivel internacional y eso para cualquiera es un estímulo, tengo encargos, residencias con orquestas importantes, he colaborado con artistas de un gran nivel musical, y eso, de nuevo, es un aliciente porque los compositores dependemos de músicos e intérpretes para que nuestra música suene. Para cualquier creador cuando compones y sabes que tu música se va a tocar con orquestas de esa magnitud, es algo fantástico y te incita a hacer música para continuar trabajando.
—Ganó tres Grammy, pero aun así hay gente que puede pensar que no es algo tan relevante, pues viene de una industria en específico, quizá más comercial.
—Yo enfatizaría eso, a mí me parece relevante ese reconocimiento en el sentido de que una orquesta norteamericana como LA Phil le dedica un disco a un compositor mexicano completo, se hizo también con Silvestre Revueltas, pero en este caso es una compositora viva, que soy yo, y eso me parece significativo.
“Ahora, este disco tuvo cinco nominaciones al Grammy y ganó tres, es el disco que más Grammys ha ganado la LAPhil en su historia, con un director venezolano (Gustavo Dudamel) y una compositora mexicana, lo que me parece importante para la música latinoamericana en un lugar importante”.
Y enfatizó el tema de la obra ganadora en México, Revolución diamantina en el contexto del 8 de marzo de 2019 y los distintos feminismos:
“Por otro lado ganó un ballet con un tema que tiene que ver con las violencias hacia las mujeres, así que haber ganado con un ballet que tiene un contenido político me parece relevante e inédito, todo eso abre una puerta no sólo para mí, quiero pensar que lo abre a la música latinoamericana, para compositores en México que son muy buenos. Tenemos una gran escuela de composición actual, una nueva generación, y espero que esto despierte un interés en audiencias internacionales de ‘algo está pasando’”.
Recordó que esa obra se trató de una colaboración surgida de la labor de su colega escritora en el Colnal, Cristina Rivera Garza (Premio Pulitzer 2024 en la categoría de Memoria o Autobiografia):
“Colaboré con ella para esa obra. Si ves los ballets de Igor Stravinsky o del siglo XIX todos ellos cuentan una historia, y trabajé esta historia con Cristina. Había trabajado ese tema a partir de los feminicidios en Ciudad Juárez, colaborando con Mónica Sánchez, quien escribió para mí el poema ‘Río Bravo’, y luego escribí una serie de especies homónimas, ya había trabajado ese tema, pero no desde la violencia sistemática y los diferentes tipos de violencia, estos temas que Cristina trabaja bien.
“Quería hacer algo sobre esa manifestación sobre el 2019 que marca un hito en México, el día de la Revolución Diamantina, y en una plática con Juan Villoro me sugirió que contactara con Cristina Rivera Garza, y ella lo que hizo fue una dramaturgia hacia los diversos tipos de violencia de género, me hizo un planteamiento interesante, con lo que pude desarrollar la música y el material. Fue un trabajo colaborativo e interdisciplinario, y si ella no me hubiera puesto esa narrativa llena de metáforas y temas poéticos con ese mensaje tan fuerte, yo no hubiera podido desarrollar la música como lo hice”.

—¿Es una línea que sigue?
—Es una línea que sigo yo, no todos los compositores, como otros tantos. Acabo de escribir un concierto de cello, y es sobre el cambio climático basado en los cenotes en la península de Yucatán que se extienden hasta Guatemala y que han sido dañados por el turismo agresivo, la construcción de un tramo del Tren Maya que dañó una parte de estos ecosistemas, hay especies por desaparecer y ¿qué va a pasar en el futuro? Esa agua suple a toda la península, esa es la pregunta que me hago: ¿qué va a pasar?
“Ese y el tema de la frontera, son temas que para mí han sido una obsesión y también están plasmados en mi obra”.
Ortiz es egresada de la licenciatura en Composición en la Escuela Nacional de Música --hoy Facultad de Música-- de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde fue alumna de Federico Ibarra, Aurelio León Ptacnick y Luis Alfonso Estrada; con estudios en el Centro de Estudios Musicales Tlamatinime, el Conservatorio Municipal de Roissy-en-Brie (Francia), y con un posgrado en Composición en la Guildhall School of Music and Drama, de Londres, con Robert Saxton, y el doctorado en Composición y Música Electroacústica en la City University, de Londres.
Se refirió entonces a su momento actual:
“No sé a futuro qué vaya a pasar, regresé del Festival de Tanglewood, cerca de Boston, un espacio muy importante, en donde han estado figuras como Leonard Berstein y Seiji Ozawa. Ahí fui la directora este año en música contemporánea y se enfocó en música mexicana, tuve la oportunidad de hacer esa curaduría”.
La compositora adelantó que trabaja en dos obras:

“En un encargo para un homenaje a Joan Miró y en una pieza de orquesta a partir del libro La Reina Roja de Malvido y probablemente me enfoque en ello; más que en la escenificación de la Reina Roja y el papel de la mujer en la cosmogonía maya, me estoy interesando en el papel de los antropólogos, y en cómo descubrieron esa tumba. Todavía estoy explorando esa idea, todavía no hay nada definido, estoy documentándome, leyendo este libro que está divertidísimo, el libro me está encantando”.
—Como miembro de El Colegio Nacional qué busca en sus diálogos, en su acercamiento con los mexicanos en un espacio tan abierto e íntimo a la vez:
—Me gusta mucho mi labor en El Colegio, difundir la música de concierto. Con la invitación de Los Folkloristas es ejemplificar de dónde viene nuestro folclor con ejemplos y géneros muy concretos, ver de dónde vienen estas raíces, algunas son árabes, otras de África, con los instrumentos que la gente pueda ver de cerca, conocer el origen de los mismos. Me parece que el concierto (con Los Folkloristas) es un cierre pedagógico y con mucha riqueza. Me interesa apoyar a las nuevas generaciones y creo que este espacio se abre para ello.
—Finalmente, ¿qué música escucha en su día a día?
—Yo escucho de todo tipo de música, para mí ahí no hay fronteras. En la música las fronteras se diluyen.