Cine
El documental “Memoria de Los olvidados”, de Javier Espada, estrena en Venecia
La vigencia del filme con el cual Luis Buñuel obtuvo en 1951 la Palma de Oro en Cannes, adquiere nueva presencia con las entrevistas que el cineasta hace a grandes realizadores de hoy y destacados intelectuales, además de la narración en off de Arturo Ripstein.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El realizador español Javier Espada analiza en su nuevo documental Memoria de Los olvidados (2025) la correlación del pintor Francisco de Goya en la creación de Los olvidados (1950), de Luis Buñuel, el largometraje mexicano más investigado y reconocido a nivel mundial, e incluso hizo enojar al poeta Jaime Torres Bodet y a la burguesía mexicana de los años cincuenta.
Con cámara en mano, Espada va a las locaciones donde Buñuel rodó el largometraje, que ganó Mejor Director en Cannes de 1951, mientras conversa con distintas personalidades del séptimo arte y la cultura en general: Alejandro González Iñárritu, Michel Franco, Iván Dueñas, Fernando León de Aranoa, Armando Casas, Vanessa Cobo, Gabriel Figueroa Jr., la actriz y realizadora Ofelia Medina, los investigadores Charles Tesson, Francisco Gaytán, Rafael Aviña, Eduardo de la Vega y Guadalupe Ferrer, así como a los escritores Elena Poniatowska, Juan Villoro y Eduardo Vázquez, entre otros.
El largometraje de 102 minutos está narrado por el director de cine Arturo Ripstein (Ciudad de México, 1943), discípulo del creador de Un perro andaluz.
Memoria de Los olvidados, coproducción entre España, México y Estados Unidos, se proyectó por primera vez en la sección Venice Classics de la 82 edición de la además llamada Mostra, el 3 y 4 de este mes.

Desde la región véneta, Espada toma el celular y platica con Proceso que Memoria de Los olvidados surgió cuando creó la exposición llamada Los olvidados memoria del mundo, debido a que Los olvidados fue considerada Memoria del Mundo por la Organización de Las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el 2003, gracias al esfuerzo del director de la Filmoteca de la UNAM, Iván Trujillo.
Metrópolis de Fritz Lang, toda la cinematografía de los hermanos Lumière, El mago de Oz de Víctor Fleming y Los olvidados son las únicas piezas del séptimo arte que han recibido la consideración de Memoria del Mundo.
El además investigador sobre la vida y obra del director de Nazarín y Viridiana, rememora que en 2003 lo primero que pensó fue dar a conocer ese suceso de la UNESCO, y por ello creó una exhibición:
“En la exploración para armar la exposición descubrí en una caja de zapatos una colección de fotografías que había tomado Buñuel con su cámara Leica, y ahí estaban los exteriores de todas sus películas mexicanas. Y claro, la primera película mexicana que tiene muchos exteriores es precisamente Los olvidados, pero reconozco que entonces no me sentía capacitado para crear un documental. Pensé: ‘¿Qué hago haciendo un documental sobre esta gran película?’, por lo tanto fue pasando el tiempo”.
El además realizador de Una mujer sin sombra y Tras Nazarín revela que después ocurrieron tres hechos importantes:
“Uno es que el Festival de Cine de Cannes me invitó a presentar la restauración en 4K de Los olvidados. Y me dije: ‘Ya debo ponerme con este proyecto’. Pero estaba terminando otro documental, que se tituló Buñuel, un cineasta surrealista, que igual se estrenó en Cannes. Entonces ya me sentí un poco más capacitado para enfrentar este filme, y al sumarse el apoyo en la producción desde México, fue un poco un empujón, que hacía falta, para decidirme a realizar Memoria de Los olvidados, y quería que fuera coproducción con México, porque Los olvidados es una película profundamente mexicana, aunque su director nació en Calanda, donde igual yo nací”.
El productor ejecutivo en México es Izrael Moreno (El premio, de Paula Markovitch, 2011, y Dos Fridas, de Ishtar Yasin, 2018). Las empresas son IZ Films, Mestozo Lab, Odessa, Filmoteca de la UNAM y Luis Buñuel Film Institute, con el apoyo de Canal 22.
Una cinta de denuncia
Espada destaca que en Los olvidados se halla presente la novela picaresca, “es decir, las lecturas de juventud de Buñuel, y todo eso hace que sea un filme muy, muy especial”.
—¿Cómo define a Los olvidados?
—Para mí sigue siendo uno de los largometrajes más importantes en la historia del cine en nuestro idioma, porque cuenta una historia muy importante, que tiene que ver con la pobreza infantil, y eso es algo que tristemente sigue. Incluso es una historia que creó un género cinematográfico. Con Buñuel el cine deja de ser entretenimiento para convertirse en una cinta de denuncia que antes no existía.
“En Italia, precisamente aquí, se había creado un tipo de cine nuevo, el neorrealismo, pero Buñuel va mucho más allá. Crea un cine muy digno, que demuestra que con pocos recursos se pueden realizar grandes filmes, trabajando muy bien los guiones y luego desde la emoción y la ética”.

En la cinta se ve un barrio marginal. Ahí, Jaibo (Roberto Cobo), un adolescente que escapa de una correccional para rearmar su pandilla, entre quienes se encuentra Pedro. En presencia de éste, Jaibo mata a Julián, su supuesto delator. Tal suceso une los destinos de Pedro y Jaibo, quienes han pactado mantener el crimen en secreto.
Espada asegura que incluso el filme atrajo a un importante grupo de jóvenes escritores con los que surgiría el boom literario latinoamericano:
“Por ejemplo, estaban Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. En el documental hay fotografías que están con Buñuel. Eso hace que Memoria de Los olvidados tenga una dimensión diferente. De hecho, todos los autores del boom se acercaron a Buñuel porque querían que llevara sus escritos a la pantalla grande”.
En torno a cómo es que decide incluir testimonios en el filme, incluso de cineastas actuales, especifica:
“Hablando con estos realizadores de ahora, todos me cuentan que se habían inspirado en la película. González Iñárritu me expresó que con Amores perros la tuvo muy en cuenta. Michel Franco en su primer corto decide hacer un homenaje-plagio, según sus propias palabras, a la parte final. Barrio, la gran película de Fernando León de Aranoa, también tiene mucho que ver y ése fue el motivo para reivindicar la actualidad de Los olvidados, que de alguna forma se refleja en muchas cintas actuales. Eso es muy valioso y es algo que pocos largometrajes pueden lograr”.
—¿Cómo contacta al cineasta Arturo Ripstein para narrar la película?
—Fue casual. En una reunión le planteé que quería entrevistarlo porque también ha estado muy influenciado por la obra de Buñuel. Y me dijo que no, que ya habíamos hecho muchas entrevistas, y de repente me mencionó: ‘Pero sí me gustaría poner la voz’. Me preguntó: ‘¿Cuándo te viene bien?’, le respondí que la semana próxima, y aceptó, y gracias a la colaboración de Canal 22, a la semana siguiente ya contábamos con un estudio donde grabar la voz en off con toda la calidad. La verdad es que para mí fue un lujo contar con Arturo, porque además es un proyecto hecho desde la amistad. Son muchas amistades las que cristalizan al documental”.
El productor Izrael Moreno, quien acompaña a Espada, relata:
“A mí me gusta mucho involucrarme en los proyectos de arte. Todas las películas que he producido son de corte autoral. Y por ese lado, hablando con Javier respecto a su fascinación, obsesión y conocimiento por Buñuel, quedo fascinado. Llevaba dos años trabajando en las entrevistas y haciendo mucho esfuerzo con el documental. Al ver el trabajo que llevaba, fue muy inspirador y me sumo, lo cual es un honor, porque imagínate a qué cineasta no le gustaría tener en sus hombros la sombra, por lo menos simbólica, de nuestro querido Buñuel, quien nos ha influenciado muchísimos a los cineastas”.
Cuenta que conoce a Espada de manera fortuita en la Facultad de Cine con un amigo periodista, Sergio Raúl López, quien lo lleva para concretar una entrevista con Vanessa Cobo, la sobrina de Roberto Cobo, el protagonista de Los olvidados:
“Ese triángulo amistoso generó podernos encontrar y hablar sobre la producción, y poder hacer formalmente una coproducción, con una empresa mexicana, aunque ya se había consolidado la coproducción mexicana por medio de la Filmoteca de la UNAM. Yo feliz de estar aquí. Memoria de Los olvidados la consideramos mexicana, española y estadunidense”.
A decir suyo, el largometraje va a gustar mucho:
Llamará la atención tanto a la gente que no conoce a Buñuel como a los que sí, porque Los olvidados es muy actual, muy dinámico, y sí consigue retratar a una muy buena parte de la comunidad de la literatura y del cine, lo cual también lo vuelve un documento muy importante. Creo que igual hará su propia memoria.
Platica de su sentir al estar en Venecia con el documental:
“El deseo de los cineastas es que nuestro trabajo se pueda ver e incluso uno desea el reconocimiento al esfuerzo, a tantos años de dedicación a una obra. Estar ya en la selección oficial es meramente un reconocimiento impactante. Sabemos que para muchos cineastas es un sueño estar aquí y lo estamos disfrutando muchísimo. Estamos muy contentos. Para mí como cineasta, como productor, es un momento histórico en mi carrera”.
Espada agrega:
“Es una maravilla estar aquí en el Festival de Venencia. Todo es muy estimulante. Aquí te encuentras con muchos amigos porque el cine es una gran familia. Venencia Classics puede parecer una sección pequeña, pero yo creo que no lo es. Es una área doble, porque por una parte están los nueve documentales que van a concurso, y por la otra hay películas restauradas, como Lolita de Stanley Kubrick y Matador de Pedro Almodóvar”.
Animado anuncia:
“La verdad me siento feliz aquí. Es lo que me gusta, poder ver películas y encontrarme con amigos, compartir el cine, porque no se hace de forma solitaria. El cine es una experiencia compartida maravillosa. Y aquí ver una película con la sala llena, compartir las risas, el llanto, todas las emociones que fluyen en la pantalla, es trascendental”.