Cultura
La chinampa llega a la Bienal de Venecia como proyecto de México para el mundo
Tres de los integrantes del colectivo que participa en la propuesta nacional en el evento veneciano, explican de qué manera el sistema de siembra lacustre prehispánico debe preservarse en el desarrollo moderno, como paradigma de “tecnología natural”.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Más que ver a la chinampa como una simple herencia o una imagen del pasado, el colectivo detrás del proyecto Chinampa Veneta, que representa a México en la 19º Exposición Internacional de Arquitectura, es planteada por la Biennale di Venezia como una tecnología ancestral más que vigente, pues brinda hoy pistas posibles ante problemáticas de la capital mexicana.
Las chinampas, el sistema agrícola lacustre que data de hace cuatro mil años, ubicado en Xochimilco, al sur de la urbe, desde su biodiversidad genera alimento mediante la siembra, pero también es una vía natural de regulación para limpiar el agua al capturar carbono y generar oxígeno.
Ideado de manera colectiva, Chinampa Veneta fue seleccionado este año por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) para participar en La Biennale di Venezia por “proponer una reflexión profunda sobre cómo habitamos, cultivamos y diseñamos el mundo que compartimos”.

Aunque el proyecto está compuesto por varias instalaciones, desde mayo pasado y hasta el próximo 23 de noviembre se exhibe una muestra viva (con naturaleza creciendo cada día) en el complejo naval de Venecia, conocido como Arsenale (https://vimeo.com/1121226596?fl=pl&fe=sh).
El proyecto propone una interacción imaginaria de la zona chinampera de Xochimilco con Venecia -ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1987-, y como testigos de la velocidad con la que el desarrollo urbano consume ecosistemas prósperos.
Los integrantes del Colectivo Chinampa Veneta, de corte multidisciplinario, está integrado por varios despachos e individuos: Estudio Ignacio Urquiza y Ana Paula de Alba, Estudio María Marín de Buen, ILWT, Locus, Lucio Usobiaga Hegewisch & Nathalia Muguet, Pedro&Juana, Aldo Urban, Ana Paula de Alba, Ana Paula Ruiz Galindo, Andrea Mejía, Diego Manzano, Emilio M. Frausto, Federico de Antuñano, Ignacio Urquiza Seoane, Isabel Brocado, Jachen Schleich, Javiera Elicer, Lucio Usobiaga Hegewisch, Lucero Chaires, María Marín de Buen, Martina Duque, Mecky Reuss, Michela Lostia di Santa Sofia, Miguel Ángel Vega Ruiz, Nathalia Muguet, Paulina García Ortiz, Rodrigo Huesca, Sana Frini, Santiago Sitten, Shantal Gabriela Haddad Gómez, Xavier Delgado González y Yavanna Latapí.
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El pasado 26 de septiembre, Chinampa Veneta se presentó en el ciclo What Design Can Do que inauguró el Abierto de Diseño CDMX 2025 en el Papalote Museo del Niño.
Ahí dos de sus integrantes, los arquitectos Ana Paula Ruiz Galindo e Ignacio Urquiza, realizaron una ponencia sobre el proyecto y compartieron el cortometraje documental (actualmente expuesto en Venecia), donde se explica visualmente la vitalidad y poder de la chinampa xochimilquense y su momento en La Biennale.
Ruiz Galindo, Urquiza y un tercer integrante, Mecky Reuss, relataron en videoconferencia a Proceso el estado actual del proyecto.
“La respuesta rápida es que en el pabellón hay chiles, calabazas y jitomates, así está hoy”, explicó Urquiza.
Mientras que Ruiz Galindo continuó:
“La Chinampa Veneta está más que viva, creciendo, fortaleciéndose. Nos enorgullece porque fue una competencia que ganamos en México a partir de plantas vivas, seres en continuo crecimiento, y ahorita se expone en el marco de La Biennale que finaliza en noviembre. Nos hubiera encantado regresar para esas fechas, pero el hecho de que continúe con interés en la gente y el mismo gobierno recuerda lo importante que es”.
Urquiza añadió que en materia de arquitectura hay dos momentos cumbre a nivel internacional que dictan de alguna manera ciertas líneas de trabajo: uno de ellos es el Premio Pritzker y el otro La Biennale.

Ruiz Galindo apuntó sobre el momento de las chinampas en la actualidad:
“Es fascinante cómo cohabita con lo natural, porque lo que sucede ahora en la ciudad, en Iztapalapa por ejemplo, con los socavones, o las inundaciones, es porque hay ríos subterráneos en la ciudad que son los que en parte causan estragos. Evidentemente éramos un lago, y creo que esa analogía o dualidad que encontramos entre el Valle de México con Xochimilco y la laguna de Venecia -que también sufre de inundaciones- nos muestra vulnerabilidades que suceden en todas partes del mundo.
“La chinampa es un sistema que sigue vivo hoy en su localidad, en Xochimilco, gracias a los chinamperos y la comunidad que las sigue trabajando, pero también están en un momento de emergencia, de atención. Nuestro interés principal era mostrar y regresar a esas posibilidades naturales de construir con lo natural, y el cómo podemos crear nuevas formas de vida a partir de la misma naturaleza”.
En relación con la liga entre las chinampas como posible solución para prevenir inundaciones o socavones en la capital mexicana, Urquiza comentó:
“Creo que la chinampa no es la solución, lo que nos enseña es que un sistema como las chinampas y sus recursos no están a nuestra disposición, es para que la trabajemos, y con ellos pensemos y actuemos conforme al contexto que habitamos.
“Es entender cómo trabajar en conjunto con la naturaleza, para ella y para nosotros, porque la chinampa vive si se trabaja en comunidad. No sólo trae beneficio al hombre porque limpia el agua, el aire y ayuda a la flora y fauna, sino que le da un espacio para sembrar y comer de ahí, todo esta interconectado”.
Mientras que Mecky Reuss acentuó al respecto:
“El mensaje de Chinampa Veneta es más grande que Xochimilco y Venecia, porque identificamos dos territorios acuáticos vulnerables y los usamos como un vehículo de exploración. Las chinampas hacen sentido en un terreno lacustre, y desde ahí tenemos que buscar su preservación, son un vaso regulador que tiene la capacidad de moderar inundaciones y descender la temperatura. Es una ‘tecnología natural’ que nos fascinó; más que una solución, es un cambio de paradigma”.
Se les recordó la relevancia y tendencia de la tecnología en el mundo, y en especial de proyectos presentados en el mismo marco de La Biennale, sobre lo cual Ruiz Galindo recordó:
“Sí, en La Biennale había mucha tecnología, y relacionada con robots, pero nosotros creemos que la chinampa es en sí misma una ‘tecnología ancestral’, no hay nada más tecnológico que el sistema humano, la biología, la flora, y hoy las mismas chinampas no podrían existir sin la tecnología de una planta de tratamiento, como en este caso la del Cerro de la Estrella.
“Se entubó el agua de los manantiales en la Ciudad de México, y los que antes alimentaban a Xochimilco son los que le dan agua a la colonia Condesa, entonces, para poder darle flujo de agua a Xochimilco se necesita estarle impulsando agua tratada desde el Cerro de la Estrella. Y lo que es fascinante de esto fue abrir esa caja de Pandora. Eso también lo pensaron en Venecia, que tiene una barrera hipertecnológica que se abre y cierra, de tal manera que en la laguna también ha habido cambios, pues dejó de ser tan salada para empezar a ser más dulce y tener más plantaciones”.

Y remató:
“En México se habla de desentubar el río Churubusco para que vuelva a ser río, y ya no suena una idea tan loca, es posible regresar el agua a la Ciudad de México. Quizá es lo que se necesita para acabar con socavones: romper asfaltos y abrir ríos, y entender qué significa cohabitar con ellos. ¿Sería posible?”.
Chinampa Veneta, sus orígenes y desarrollo, puede consultarse en la web (https://www.chinampaveneta.com/), en donde también se muestra el colectivo del proyecto.