Justicia

Grietas en la nueva Corte. Pugna por la obsecuencia

La ministra Lenia Batres gesta un bloque en la Suprema Corte con la misión de avalar las decisiones de Morena en el Poder Legislativo, que buscan fortalecer el Segundo Piso de la 4T que encabeza la presidenta Sheinbaum.
martes, 18 de noviembre de 2025 · 05:00

La “nueva” Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) perfila el surgimiento de un bloque encabezado por la ministra Lenia Batres destinado a avalar las decisiones de la mayoría de Morena en el Poder Legislativo y facilitar así las acciones de gobierno del llamado Segundo Piso de la Cuarta Transformación que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum.

Aunque pasaron casi dos meses para empezar a definir criterios en favor del morenismo, las primeras acciones de la Corte consistieron en dejar en manos de la Presidencia de la República el control de su seguridad física e informática.

Pese a las promesas de que la reforma judicial no afectaría a los trabajadores de menor rango, las instalaciones de la Corte quedaron en manos de la Ayudantía de la Presidencia de la República, ahora conocidos como “facilitadores”, lo que causó el despido de decenas de trabajadores que resguardaban los edificios de la institución. La Ayudantía fue una creación del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador en reemplazo del Estado Mayor Presidencial.

Lo mismo ocurrió en el Órgano de Administración Judicial (OAJ), cuyo dominio oaj.gob.mx quedó en manos de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, oficina que encabeza José Merino, y que es parte del Ejecutivo federal. El OAJ, que reemplazó al Consejo de la Judicatura Federal, además está presidido por Néstor Vargas, un antiguo colaborar de la presidenta Sheinbaum.

El arranque del nuevo máximo tribunal estuvo marcado por la polémica cuando, en medio de los despidos del personal de la anterior Corte, que incluyó la desaparición de las casas de Cultura Jurídica, se dio a conocer que el ministro presidente, Hugo Aguilar, tenía en su equipo de trabajo a 103 personas, con un costo al erario de seis millones de pesos al mes. Ante el escándalo, Aguilar dijo que a partir de octubre su ponencia se reduciría 40 por ciento.

En su tercera semana, los nuevos ministros discutieron lo que harían con las oficinas de las dos ponencias que se eliminaron. Fuentes judiciales comentaron a Proceso que la ministra Yasmín Esquivel Mossa propuso repartir el espacio y afirmó que su ponencia es la más pequeña físicamente de todas. Incluso señaló a Batres Guadarrama de tener más espacio, lo que llevó al Pleno a ordenar la medición de todas las ponencias.

La propuesta de reducir la oficina de Batres no fue aceptada y las ponencias que quedaron vacías serán...

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Fragmento del reportaje publicado en la edición 0029 de la revista Proceso, correspondiente a noviembre de 2025, cuyo ejemplar digital puede adquirirse en este enlace.

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