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Sara Aldrete, "La Narcosatánica", docuserie en HBO

Presentaron el primero de tres episodios en la sección Showcase de Series durante la 38 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la directora Pat Martínez, la productora Ximena Urrutia y Claudia Fernández, gerente sénior de desarrollo de contenido de no ficción para Warner Bros.
domingo, 18 de junio de 2023 · 17:59

GUADALAJARA, JAL.(Proceso).–HBO Max produjo la docuserie La Narcosatánica, a estrenarse en su plataforma el próximo 13 de julio, sobre Sara María Aldrete Villarreal y su involucramiento en asesinatos durante los años ochenta.

Presentaron el primero de tres episodios en la sección Showcase de Series durante la 38 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la directora Pat Martínez, la productora Ximena Urrutia y Claudia Fernández, gerente sénior de desarrollo de contenido de no ficción para Warner Bros. Discovery.

A Aldrete Villareal, nacida el 6 de septiembre de 1964 en Matamoros, Tamaulipas, se le conoce como La madrina o La narcosatánica. Lleva alrededor de 34 años en la cárcel, acusada de ser la “sacerdotisa” y efectuar “rituales satánicos”; cometió asesinatos inducida por el cubano-estadunidense Adolfo Constanzo, quien lideraba una pandilla de tráfico de drogas y ocultismo en Matamoros: Los Narcosatánicos.

En la docuserie, se ve a la propia Sara en el penal de Tepepan de la Ciudad de México y se incluyen entrevistas a periodistas y especialistas. Incluso se ofrecen recreaciones de los hechos y se muestran materiales de archivo y reportajes.

Sin pruebas suficientes

Pat Martínez, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), señala sobre este “trabajo personal” que data “de mucho tiempo atrás”:

“No es un proyecto por encargo, se laboró desde la escuela. Lo que busca Sara es ser escuchada y, como se ve al principio en el documental, ella busca su liberación”.

Interviene Urrutia, igual del CCC:

 “Justamente Pat y yo empezamos esta historia hace quince años y la volvimos a grabar con HBO”.

Martínez rememora que conoció a Aldrete Villareal al realizar otro proyecto en prisión:

“Ella sale de la media de la mujer mexicana, mide un metro 90 centímetros. Entonces, de repente impresiona. Decidí realizar el documental porque me fue dosificando la información de su caso, ya que su expediente lo llevaban en diablitos (de carga), ya que era una infinidad de hojas. A mí me iba dando a leer en cada visita un resumen. Lo que me convence para realizar esta historia es que al final del expediente literalmente dice: ‘Aunque no se encontraron las pruebas suficientes se le declara culpable’. Y eso me hace avanzar en el proyecto, porque al estudiar su situación se van revelando cosas que se hicieron mal en la investigación”.

Pero el tiempo transcurrió al ser trasladada a una prisión federal. Refiere en presente:

“Pasaron quince años, entonces se recupera el proyecto. Ella decide relatar las cuestiones de santería, porque no se conocen. A finales de los ochenta era una cuestión súper oculta. Hay tres capas en esta historia. La primera es cuando Sara conoce a Adolfo. La segunda es la versión de la prensa en el caso y todo el amarillismo, cómo se va dando a conocer al público. Y la tercera es la versión legal. Eso se va desarrollando a partir de que descubren el rancho con los trece cadáveres para encontrarse finalmente con la versión de Sara”.

Urrutia subraya que los primeros cuatro años se la pasaban los fines de semana en el reclusorio para conocer mejor a Sara Aldrete Villareal:

“No podíamos meter cámaras porque no contábamos con los permisos. Durante esos años, sólo mantuvimos una relación que se fue convirtiendo evidentemente en una amistad”.

Claudia Fernández relata que la relación de Pat con Sara les llamó la atención:

 “Ese vínculo tan establecido nos permitió centrarnos en la historia. No hay un juicio de valor y vamos contándola desde Sara, pero también con la contraparte. Hay ese juego durante todo el tiempo de ¿quién es el villano?, de ¿qué pasó? El espectador efectúa su propia teoría, su juicio. Se evidencian nuevos datos. Es una investigación sustentada que te permite conocer su vida y lo que era México en ese tiempo. No un tema para redimirla, sino de presentar los hechos que sucedieron y dejar que la gente tome su decisión”.

De nuevo, Martínez habla:

“Sara posee su discurso y para sacarla de ahí, justo se requirió de mucho trabajo. Reelaboró su relato. Quizá es más verdadera, más honesta. Se buscó tratar el tema de la religión porque es justo el gancho de este mundo que evidentemente tiene que ver con narcotráfico, la corrupción, en fin.

“A pesar de todo lo brutal que puede ser es una mujer, una muchacha de veintidós años que fue introducida a este culto de santería. ¡Claro!, su versión es contrastada con todos los demás actores. Para mí, un documental no te da una respuesta, sino una gran pregunta”.

Y Urrutia enfatiza en tono a la serie La Narcosatánica:

“No se trata de ver un solo color de los matices, sino de tener el abanico completo”.  

Reportaje publicado el 11 de junio en la edición 2432 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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