Periodismo

Juan Villoro sobre críticas de AMLO: "No soy un opositor designado"

"Pretendo ser un testigo de la realidad y no otra cosa", dice el escritor al hablar por primera vez sobre la reacción de AMLO a la entrevista publicada en Proceso en octubre de 2022: "No consideré que debía pasar a la franja de sus opositores por decreto”.
martes, 9 de mayo de 2023 · 18:29

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En la larga era priista fue tabú juzgar a un mandatario en funciones. Cuando el escritor e intelectual Daniel Cosío Villegas escribió El estilo personal de gobernar, la ira de Luis Echeverría cayó sobre él. Casi 50 años después, la confrontación desde Palacio Nacional volvió, con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el escritor Juan Villoro como protagonistas.

El origen, la entrevista que concedió a Proceso en octubre de 2022 el autor de la Tierra de la Gran Promesa, quien ahora evoca el episodio y reflexiona sobre la crítica presidencial:

“En lo esencial, yo creo que se mantiene ese diagnóstico, que era un diagnóstico bastante crítico. Evidentemente, la entrevista puso el acento en los aspectos negativos del presidente, que yo no he dejado de señalar, pero creo que el papel del periodista no es confundir el periodismo con la propaganda, es decir, yo no me postulo como alguien que por sistema tiene que estar criticando al presidente. Cada una de las posturas y de las medidas que él asume deben ser analizadas como tales. Esa entrevista a él le causó mucha molestia, dedicó dos de sus conferencias mañaneras a repudiarla, fue bastante agresivo en sus juicios, sobre todo en la segunda, la primera fue equilibrada dentro del nivel crítico. Y yo naturalmente no consideré que debía pasar a la franja de sus opositores por decreto.”

Cuando Villoro recibió en ese octubre el premio a la Excelencia de la Fundación Gabo 2022, ofreció la mencionada entrevista desde Bogotá, Colombia, al corresponsal Rafael Croda (Proceso 2400). En ella reflexionó sobre su alejamiento con el presidente:

“Me preocupa que éste es un gobierno populista, con una bandera presuntamente de izquierda, que aplica políticas muchas veces neoliberales, a pesar de que su retórica todo el tiempo cuestione esto. ¿Y quiénes se han beneficiado? Pues ciertos multimillonarios, el Ejército y el narcotráfico, que no deja de tener grandes ganancias. Esos tres sectores son muy preocupantes. Es un México que sigue siendo de plutócratas.”

López Obrador dedicó dos días a interpelar la visión del autor del Libro Salvaje. En una de ellas lo calificó como “un hombre inteligente, pero acomodaticio, interesado en no comprometerse, no confrontarse con la oligarquía, con el poder. Entonces, simulan ser independientes, autónomos, no tener partido, y al final terminan ayudándole a los oligarcas, terminan cuestionando a los que buscamos una transformación de verdad”.

Ahora Villoro rememora el episodio y fija una postura:

“Pretendo ser un testigo de la realidad y no otra cosa, y no contesté a nada de esto a pesar de las solicitudes de muchos colegas que, obviamente, buscan amarrar navajas.”

Advierte que ante ello su reacción fue “el siguiente artículo que yo escribí y que me pareció muy importante decirlo, fue la muy significante postura que México ha tenido de distanciamiento de la DEA y la suspensión de la Iniciativa Mérida”; además, no duda en decirlo, “fue una de las peores cosas que hizo Felipe Calderón. Afirma que ese texto celebraba la postura del actual gobierno para ponerle “límites a la injerencia de estrategia militar de Estados Unidos”.

El autor aventura una reacción sobre eso, pues desde su punto de vista estima que la agencia del gobierno de Joe Biden quiso revertir “de manera vengativa” esa postura con el arresto “absurdo” del extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos. “ese expediente de 700 páginas que era verdaderamente cantinflesco”. Villoro apunta que el gobierno de AMLO respondió “exhibiendo los errores de la inteligencia norteamericana” cuando da a conocer el expediente. Insiste, “todo eso a mí me parece que hay que destacarlo porque el papel del canciller Ebrard y de López Obrador ha sido firme y me parece que ha sido correcto, es algo muy significativo y viene de un gobierno que me acaba de criticar de manera acre, pero la labor del periodista es tratar de reconocer una cosa y otra”.

Villoro reflexiona asimismo sobre el papel equívoco de la prensa frente a la política del gobierno lopezobradorista:

“Creo que uno de los grandes defectos de nuestro periodismo es considerar que todo lo que sucede tiene que ver con la presidencia. No hay nada en el universo aparte de lo que está marcando la agenda presidencial, lo cual dicho sea de paso es un gran triunfo de la agenda presidencial porque, aunque se hable en contra de ella, la agenda presidencia está al frente de todo y desgraciadamente es muy pobre la discusión que tenemos sobre multiplicidad de temas.”

Pero el autor insiste y asegura que su crítica, desde aquella entrevista de Proceso en Bogotá, no ha cambiado:

“Ese diagnóstico es claro: en este sexenio los principales beneficiarios económicos de lo que sucede, claramente, han sido el Ejército, el crimen organizado, el narcotráfico –no porque el gobierno lo haya apoyado, sino porque no ha podido contenerlo– y los grandes empresarios que siguen amasando fortunas.”

En efecto, el Ejército tiene un papel preponderante en este sexenio; de acuerdo con el último reporte del Inegi, en el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal 2022 más de 76% de quienes conformaban a la Guardia Nacional (GN) provenía y tenía formación en las Fuerzas Armadas: 60.5% de la Secretaría de la Defensa Nacional y 16.7% de la Secretaría de Marina. Las cifras indican que la GN estaba conformada por 51 mil 935 hombres y 8 mil 793 mujeres del Ejército; 16 mil 704 hombres y 5 mil 358 mujeres de la extinta Policía Federal; 13 mil 731 hombres y 3 mil 57 mujeres de la Marina; y apenas 386 hombres y 368 mujeres como nuevos reclutas. (Proceso 2425).

Pero Villoro retoma la crítica presidencial:

“A propósito de la entrevista en Proceso, dijo algo muy cierto: ‘Juan no se ubica en ningún lado, no se define, es acomodaticio, es gelatinoso ‘. Aunque eso era una crítica, me parece que es algo que me honra. Porque, efectivamente, yo no estoy en un polo ni estoy en el otro, yo no soy un opositor designado ni un aliado incondicional, no hay manera de decir ´es que a éste ya lo compraron para esta causa’, y yo creo que esa es la función del observador crítico. Que si hay dos sillas y en una está una postura y en otro está la postura contraria, el único sitio para el pensador crítico no es ni una silla o la otra, sino el lugar más incómodo: el hueco entre las dos sillas.”

Cierra entonces el círculo y sentencia:

“Hemos caído en la realidad con tantos gobiernos populistas; no es el de López Obrador el único, acabo de estar en Colombia y está pasando lo mismo con Gustavo Petro. Estamos en una situación binaria parecida a la de las redes sociales: o apruebas o condenas. Y lo malo es que el pensamiento complejo está en medio. Todos los matices, las ambigüedades, las contradicciones que deben ser tomadas en cuenta están en medio. Y ahí hay un problema, no sólo de México, sino de la forma en la que estamos tratando de entender la realidad.”  

Texto publicado en el número 2427 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 7 de mayo de 2023. 

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