Justicia
Violencia ácida: ignorancia y dolo avanzan en Oaxaca
Además de sufrir los estragos de un ataque con ácido de parte de su expareja, María Elena Ríos ha sido blanco de violencia institucional. En entrevista, su abogada Diana Cristal González detalla el viacrucis legal y social que Male y su familia padecen.Desde hace casi cuatro años su batalla legal ha evidenciado la falta de conocimiento de los juzgadores oaxaqueños, e incluso del Poder Judicial de la Federación, sobre las circunstancias especiales que deben considerarse cuando se está ante casos de feminicidio en grado de tentativa, el papel de las víctimas y las consecuencias negativas de retrasar por tanto tiempo el acceso a la justicia. Se trata de la lucha de María Elena Ríos, quien, además de sufrir los estragos de un ataque con ácido de parte de su expareja, ha sido blanco de violencia institucional. En entrevista, su abogada Diana Cristal González detalla el viacrucis legal y social que Male y su familia padecen.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Desde hace casi cuatro años la saxofonista María Elena Ríos ha sido víctima de violencia institucional tras el ataque en el que un sujeto le roció ácido sulfúrico dentro de su domicilio, en el municipio de Huajuapan de León, Oaxaca, causándole lesiones en diversas partes del cuerpo.
La tragedia para María Elena y su familia no sólo quedó en la agresión sufrida por la joven, quien entonces contaba con 26 años. Su batalla legal ha evidenciado la falta de conocimiento de los juzgadores oaxaqueños e incluso del Poder Judicial de la Federación (PJF) sobre las circunstancias especiales que se deben considerar cuando se está ante casos de feminicidio en grado de tentativa, el papel de las víctimas y las consecuencias negativas de retrasar por tanto tiempo el acceso a la justicia.
“Hay una violación institucional muy grave en Oaxaca que fomenta la propia autoridad y abogados particulares al no entender el concepto de víctimas y la prohibición para todas las personas de revictimizar, intimidar, violentar, de criminalizar a las víctimas. En Oaxaca hemos padecido la cultura de apoyo al patriarcado, hay un consentimiento de conductas culturalmente aceptadas y de odio indirecto e inconsciente hacia la víctima porque es mujer, porque es joven, porque era bonita”, dice la abogada defensora de Ríos, Diana Cristal González Obregón.
El 6 de septiembre de 2019 un hombre se comunicó con María Elena para solicitarle una asesoría de trámite de visa, la joven le dio cita para el día 9 siguiente en su domicilio.
A la cita acudió Ponciano “N” en compañía de su hijo Rubicel “R”, quien aproximadamente a las 10 horas roció ácido sulfúrico en el rostro y cuerpo de la saxofonista. Ambos han sido señalados como coautores materiales junto con Rubén “L”, quien supuestamente contrató a los agresores a quienes pagaría 30 mil pesos, según lo informado por Proceso el 21 de enero último.
María Elena identificó a su expareja, el empresario Juan Antonio Vera Carrizal, quien también fue diputado por el PRI en el estado de Oaxaca, como el artífice del ataque que sufrió, por lo que la Fiscalía estatal lo señaló como autor intelectual, junto a su hijo Juan Antonio Vera Hernández, actualmente prófugo.
La artista y su familia permanecen en calidad de desplazados debido a que, en Oaxaca, tierra que los vio nacer, sus vidas peligran.
“María Elena y su familia se sienten desnudos y expuestos en su propia comunidad porque todo el tiempo están siendo señalados, revictimizados, amedrentados; les hacen manifestaciones, les gritan, los insultan; los niños ven que insultan a su tía por el simple hecho de denunciar y de querer hacer justicia, ellos son personas muy sencillas y son personas que han sido abusadas”, comentó la litigante en entrevista para Proceso.