Financiera Nacional del Bienestar

Financiera del bienestar va por las remeseras

El Banco del Bienestar acelera el paso para dejar a la banca comercial fuera de la dispersión de apoyos sociales –un negocio superior a mil 500 millones de pesos mensuales sólo por el manejo de cuentas– y reducir las comisiones de las llamadas remeseras.
miércoles, 10 de mayo de 2023 · 07:04

El Banco del Bienestar acelera el paso para dejar a la banca comercial fuera de la dispersión de apoyos sociales –un negocio superior a mil 500 millones de pesos mensuales sólo por el manejo de cuentas– y reducir las comisiones de las llamadas remeseras, además de aumentar la participación de la Financiera Nacional del Bienestar (Finabien). La banca comercial asegura por su parte que la decisión del banco de desarrollo de abandonar el mercado de remesas afectará a la población más vulnerable del país.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).–Después de que la tesorera de la Federación, Elvira Concheiro, aseguró el pasado 5 de marzo que la banca comercial ha tenido acceso a más de 3 billones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación que año con año ingresan al sistema de pagos, por lo cual se ha beneficiado de ese flujo permanente, el gobierno federal sigue dando pasos para reducir el negocio que le otorga a la banca, a la que Concheiro llamó “parasitaria”.

En la dispersión de apoyos sociales, que ya supera los 2 billones de pesos según información del Presupuesto de Egresos de la Federación, el objetivo es controlar el acceso a las cuentas que reciben recursos del gobierno federal, por lo cual la Secretaría del Bienestar ya canceló los contratos con BBVA y Citibanamex, de acuerdo con reportes de la dependencia. Incluso la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pidió a esa dependencia ampliar los plazos para que los adultos mayores recojan la tarjeta del Banco del Bienestar, porque en las tarjetas de los bancos comerciales ya no se realizarán depósitos.

La banca comercial llegó a cobrar, según documentos que se hicieron públicos a partir de una investigación ante el Instituto Nacional Electoral (INE), promovida por el PRD, 10 pesos por la emisión de tarjetas y cinco pesos mensuales más IVA por la operación de cada cuenta Así, el negocio que estarían perdiendo los bancos sería superior a mil 500 millones de pesos mensuales tan sólo por el manejo de cuentas. El gobierno federal asegura que ya son más de 30 millones los mexicanos beneficiados de los programas sociales.

Por su parte, la banca privada decidirá este año si cancela o no las cuentas que abrió para dispersar los apoyos. Esas cuentas tienen saldos promedio de 800 pesos; sin embargo, sin las transferencias del gobierno, podrían quedar sin fondos.

Si bien para la banca privada la dispersión de recursos para apoyos sociales significaba un problema operativo y hasta saturación de sucursales, banqueros reconocen que la operación se justificaba por la bancarización de población que no ha estado en contacto con servicios bancarios. No obstante, también reconocen que 90% de los beneficiarios de programas sociales retiran gran parte de los fondos que se les transfieren y deciden realizar compras en efectivo, prácticas que han sido el gran obstáculo del negocio que planeaban. En el caso de bancos como Azteca, atados a una tienda que vende electrodomésticos, la apuesta ha sido contar con nuevos clientes.

Uno de los negocios más rentables que la banca ataba a su participación en los programas de apoyo social era el manejo de las nóminas de las dependencias del gobierno federal, servicio que en teoría debería licitarse para obtener las mejores condiciones. Sin embargo, la práctica era la asignación de contratos para que el costo de la dispersión de programas a grupos sociales fuera muy bajo. Con el Banco del Bienestar el gobierno federal apuesta por llevar el negocio a las arcas del banco de desarrollo, dijeron fuentes del sector bancario.

Al menos por ahora, la banca comercial se despide del flujo anual que le representaron los programas sociales del gobierno federal, como la pensión para adultos mayores, Jóvenes construyendo el futuro, Sembrando Vida, Pensión para las personas con discapacidad o el programa de apoyos para madres solteras, entre otros.

Impactos

Así, por segunda ocasión, el banco BBVA –cuyo contrato para dispersar apoyos sociales fue cancelado por la Secretaría del Bienestar– describió en estudios el impacto de la salida del Banco del Bienestar del mercado de envío y recepción de remesas, y advirtió que mexicanos de al menos 126 municipios tendrán que trasladarse a otras comunidades para cobrar los recursos que se les envían desde Estados Unidos. BBVA sólo se refiere a las remesas y no al negocio de dispersión.

Para los analistas de BBVA, dejar el servicio de remesas a la Financiera del Bienestar (Finabien) implicará gastos adicionales en transporte, lo que perjudicará a muchas familias justo ahora que las remesas enviadas desde Estados Unidos cumplen más de 35 meses de incrementos ininterrumpidos, con lo que acumularían más de 60 mil millones de dólares al cierre de 2023. En marzo pasado, refirió BBVA, las remesas acumularon transacciones por 5 mil 194 millones de dólares, con una dinámica de 10.7% en términos anuales.

Luego de que el Banco del Bienestar también canceló contratos con corresponsales bancarios, como la firma Yastás, a los cuales pagaba una comisión por cada operación, la Finabien, que depende de Telecomunicaciones de México (Telecomm), se hará cargo del envío de remesas. Sin embargo, BBVA señaló que ese organismo tiene una limitada presencia, porque sólo abarca a 928 municipios, mientras que el Banco del Bienestar retiró el servicio de pago de remesas de mil 379 municipios. La firma Yastás ofrecía a los beneficiarios de apoyos sociales al menos 6 mil puntos para realizar transacciones vinculadas con las remesas o con la disposición de efectivo resultado de los apoyos sociales, posibilidad que ya se eliminó porque el Banco del Bienestar ya no quiere pagar comisiones a otros intermediarios.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2427 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

Comentarios