Teatro

La Trouppe y ¡Qué Payasos! en "Desconcierto"

Por fin, luego de cuatro décadas de “trupetear y payasear” por separado, la compañía de teatro infantil La Trouppe y el conjunto de rock para gente menuda ¡Qué payasos! presentan su magno espectáculo conjunto Desconcierto.
domingo, 23 de abril de 2023 · 14:19

Por fin, luego de cuatro décadas de “trupetear y payasear” por separado, la compañía de teatro infantil La Trouppe y el conjunto de rock para gente menuda ¡Qué payasos! presentan su magno espectáculo conjunto Desconcierto. Será un sueño hecho realidad para estas importantes agrupaciones artísticas mexicanas, entrevistadas por Proceso. Tal acontecimiento tendrá lugar en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el sábado 22 de abril.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Se conocieron a principios de 1983 en el recién inaugurado parque de diversiones Reino Aventura, al sur del entonces llamado Distrito Federal.

Ahí fue donde las innovadoras agrupaciones artísticas La Trouppe y ¡Qué payasos! coincidieron como cuatachas, y ante la escasa oferta de buenos espectáculos para el público infantil en nuestro país, ambas imaginaron unir sus talentos y crear juntas una grandiosa fiesta escénica.

Pero el tiempo pasó y los éxitos y sus agendas por separado les complicaron esa unión. Ahora, el tiempo se ha alineado a su favor y con bombo y platillo anuncian su tremendo Desconcierto de este 22 de abril que, en dos funciones del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, a las 13 y 18 horas, promete llevar a escena “lo mejor de lo mejor” de sendos repertorios.

Por un lado, Lady Lucas (Sylvia Guevara), Toño Canica (Antonio Serva) y Noni Pelusas (Carmen Luna), acompañados de sus personajes Tititrola, Moñeta y los demás en La Trouppe entera, “43 años trupetando la vida y la escena” (https://latrouppe.com.mx/).

 Esta compañía teatral nació un 8 de diciembre de 1980 –por cierto, Día del Payaso--, y a lo largo de las décadas han creado un repertorio de 26 producciones en vivo, destacando asimismo la película Calacán (1985), de Luis Kelly, cinco preseas del III Encuentro de Cine Experimental y dos nominaciones al Premio Ariel. A lo largo de su historia, La Trouppe ha participado en más de 100 festivales nacionales y 13 internacionales.

Su género es el atractivo “teatro negro”, una combinación de títeres en fondo de cámara negra con acción escénica humana y música original (si bien alguna vez llevaron de gira la de El grillito cantor Cri Cri ).

La originalidad de La Trouppe se ha hecho merecedora de altos reconocimientos, por ejemplo: el Premio Enrique Alonso 1987 a Mejor Espectáculo Infantil Trouperías por la Unión de Críticos y Cronistas Teatrales (UCCT), el galardón Distinción 1993 de la Agrupación de Periodistas Teatrales (APT), el Bravo! de la Asociación Rafael Banquells a Mejor Obra Infantil del Año 1998, Radio Trup; amén de en dos ocasiones recibir el Premio Rosete Aranda a Mejor Compañía de Títeres.

Y en cuanto a ¡Qué Payasos! (cuyo lema es “rock para niños y no tan niños”), sus simpáticos fundadores Beto Batuca (Alberto Rubio Aceves) y Nacho Mostacho (Ignacio Baena Mendoza) han forjado 41 años de rica historia (www.quepayasos.com). Comenzaron en 1982 y desde entonces “payasean con rock”. En televisión son recordados en los programas ochentero-noventeros como Súper Vacaciones, Qué Payasos, El Club de Gaby, En familia con Chabelo, entre muchos otros de corte familiar.

Sus presentaciones llenaron los centros más importantes del país, dejando huella en el Palacio de Bellas Artes, el Centro Nacional de las Artes, la Sala Miguel Covarrubias y el Museo Universitario del Chopo de la UNAM, el Teatro Isabela Corona de Tlatelolco, la Sala Ollin Yoliztli, el Palacio de los Deportes y la Plaza México, si bien fueron pioneros del género en Rockotitlán y el Vive Latino (así como el FIC), sumando cinco discos: ¡Qué Payasos! (1989), Portada para colorear (1994), ¿Quién dijo que los payasos son solo para niños? (2001), De todo corazón (2006) y Se pintan solos (2008).

Del desprestigio al Desconcierto

Después de coincidir amistosamente a lo largo de 40 años, al fin cristalizan la idea de realizar algo en común con las dos funciones de su Desconcierto.

 En video-entrevista llena de anécdotas y humor con Beto Batuca y Lady Luca, ellos contaron a Proceso cómo estas presentaciones quizás sean el preámbulo para una gira nacional. Dice Beto Batuca entre risas:

“El 22 de abril será de júbilo, porque se unirán la música, los títeres y los payasos. La Trouppe son artistas super disciplinados, trabajan de una manera impecable, son como hormiguitas trabajadoras, mientras que nosotros en ¡Qué Payasos! somos unos salvajillos, pero ai’ la llevamos… Siempre estamos buscando aprender mientras caemos, porque un payaso tiene que caer ¡y caer muy bien! Si no, no tiene futuro. Yo a menudo confieso que más que trapecista, soy un tropecista profesional”.

En los años duros del covid-19, ¡Qué Payasos! no suspendió su tren laboral “porque en la cultura hemos vivido en crisis toda la vida”, expresa.

Por su parte, La Trouppe creó en 2020 el espectáculo La vida y la muerte cantando, que buscó acercar a los niños al conocimiento del significado de la muerte como parte de la vida, sin quitar el acento en lo bello que es existir. Aquella puesta incluso la llevaron por Quintana Roo, Campeche y Yucatán, pese al deceso del jefe Mauro Mendoza, alias El Trupo, fundador de La Trouppe, junto a Sylvia Guevara.

“Hace cuarenta años –rememora Beto Batuca-- no había nadie haciendo payasos porque era como un subempleo, una especie de desprestigio para los artistas. En este país de cultura obtusa, se piensa que el trabajar para niños es chiquito, ñoño, manejable y barato porque te diriges a niños; ¡pero si trabajas con el espíritu de la niñez!, ¡estamos hablando del futuro del mundo! En realidad, el arte para la infancia es una gran responsabilidad educativa”.

Tercia Lady Lucas:

“Mauro Mendoza y yo estudiamos en la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBAL donde éramos buenos alumnos, pero los compañeros al principio nos criticaban diciéndonos: ‘¡Cómo es posible que se pinten de payasos!, ¿a poco estudiaron para eso?’. Y como nos dedicábamos al teatro para niños, los títeres y el arte de la mímica y del clown, todo ello les parecía un ‘género menor’ a nuestros colegas.

“Dedicarse al teatro infantil es como una carrera de obstáculos, porque rara vez vas a tener la marquesina, porque la principal será para las obras de adultos, además de que no te quieren pagar los mismo porque lo que haces es para niños. Pero miren, ¡aquí estamos resistiendo!, en el camino abrimos brecha. Y ya vamos para medio siglo”.

Sobre el reencuentro en Desconcierto abundan que el espectáculo durará una hora y veinte minutos, brindando sus mejores números musicales: “El arcoíris”, “El gato come Lunas”, “El conejo azul”, “El Piripiri”, “Alicia”, “El bolero del gato”, “Los chicolinos”, “La rata punk”, “La viruela loca” y “El blues de los perros”, entre muchas otras.

--¿Qué significa este reencuentro? –se le inquiere a Beto Batuca.

--El escenario del Esperanza Iris es mágico, porque ¡Qué Payasos! abrió justamente en el Teatro de la Ciudad, así que nos trae buenos recuerdos. Aprovecho para enviar el mensaje de que los adultos compren sus boletos pues van a escuchar canciones dirigidas no nada más a los niños, sino al espíritu de la infancia. Por eso Desconcierto será como un ameno ritual familiar”.

--Hablando del espíritu de la infancia ¿han notado cambios en estas cuatro décadas? A veces se romantiza a la infancia...

Responde Batuca:

--Es que nos han enseñado que para sobrevivir se necesita ser fuerte, audaz y valiente, rudo, mostrar que eres lo máximo. Todos los niños, adolescentes están en ese beat, en ese ritmo. Pero los adultos también. Solo que niños y adultos debemos, podemos llorar. Un payaso, un titiritero, alguien que se dedica a la primera infancia debe tener mucho tacto, pues los niños son atemporales y una cosa importante es que tienen capacidad de asombro e ilusión. Nosotros tratamos de ver la realidad sin maquillar.

“Guillermo Del Toro con Pinocho nos mostró que la ternura es el alma de la humanidad para sobrevivir. La Trouppe son unas ternuritas y ¡Qué Payasos! unos vaguitos salvajes, pero nunca le hemos mentido a nadie, eso nos ha dado la capacidad de crear una atmósfera de bienestar donde buscamos ofrecer lo mejor de nuestro arte para que todos tengan un momento mágico”.

Finaliza Lady Lucas:

“En nuestra experiencia los niños en efecto nunca pierden la capacidad de asombro, son genuinos. Si no les gusta algo, se van. Ahora luchamos contra un celular para captar su atención y aun así, es curioso ver cómo se siguen asombrando con cosas super sencillas como un mechudo para trapear que manipulamos como un perrito ladrador y que hace muchas cosas en escena. Hemos escuchado decir a los niños que lo que hacemos con el perrito ‘es por computadora’, ¡imagínate!, y llaman las luces fluorescentes ‘rayos láser’… A lo que voy es que pueden venir tecnologías nuevas y situaciones difíciles como el bulliying, pero la imaginación y la creatividad del niño le ganan a todo. Así pues, ¡que vengan los niños de todas las edades al Desconcierto, ya estamos listos para sorprenderlos!”.

Se lee en el comunicado de su show del 22 de abril:

Es un encuentro que promete los éxitos más representativos de cada uno, en una gala musical inolvidable… Si Cri-Cri hubiera nacido cuarenta años más tarde, seguro habría compuesto rock, y si hubiera sido dramaturgo seguro se dedicaría al teatro negro con humor blanco.   

Reportaje publicado el 16 de abril en la edición 2424 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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