Cine

Alfonso Herrera: "Las películas de Estrada, peligrosamente divertidas"

Es la segunda vez que el actor Alfonso Herrera trabaja con el cineasta Luis Estrada. En entrevista con Proceso, afirma que sus películas "son peligrosamente divertidas", pues "generan un espejo muy contundende de lo que somos".
sábado, 4 de marzo de 2023 · 15:27

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Es la segunda vez que el actor Alfonso Herrera (Ciudad de México, 1983) trabaja con el cineasta Luis Estrada. La primera fue en La dictadura perfecta (2014), y ahora es Pancho en ¡Que viva México! (2022), sobre la polarización e intolerancia que observa en el país con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Expresa a este semanario que este nuevo proyecto de Estrada en particular le muestra que hay cosas que en la nación no han cambiado, y sobre la polarización, enfatiza:

“Al ver las redes sociales sobre la reacción con respecto a ¡Que viva México! justamente noto que es lo que está planteando Luis en esta historia. Es cuasi-metaficción. Es increíble lo que se genera. La polarización es algo brutal. Hay familias que ya no se hablan por las visiones tan distintas que poseen políticamente, y de eso se trata esta cinta también, y esa guerra va en infinitas direcciones.”

Le preocupa la intolerancia que se ve en la trama por real:

“Creo que también las redes sociales han venido a estimular absolutamente todo eso. Todos tenemos algo que decir u opinar, no obstante  todo se siente más enardecido, y además el contexto en el que nos encontramos hoy en día ha empeorado la situación”.

Sobre su personaje dice que se parece a su papá, al vecino, al pollero y a él mismo:

Pancho somos todos. Él es un espejo muy claro del mexicano. El que aspira a ser un chingón, pero a final de cuentas en el camino se lo acaban chingando. Como dice Octavio Paz en El laberinto de la soledad, la realidad del mexicano es chingar o ser chingado, y Pancho es un ejemplo de esto.”

Señala que su quehacer, en primera instancia, es efectuar un buen trabajo en el set que se traduce en la pantalla para que las personas se entretengan:

“Ese es el principal cometido de lo que nosotros hacemos, y como bien menciona Luis, cada quien tendrá una visión de esta película dependiendo de la información que cada quien posee y el contexto, y si hay la posibilidad para que otra película se genere una vez que los espectadores salgan de la sala fílmica, ¡qué mejor! En el cine de Luis siempre pasa eso.

“Por eso digo que son peligrosamente divertidas sus películas, porque generan un espejo muy contundente de lo que somos. Además son un oráculo que deberíamos de poner atención para entender hacia dónde probablemente nos estamos dirigiendo.”  

Reportaje publicado el 26 de febrero en la edición 2417 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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