Diputada de la discordia, Yolanda de la Torre fue quien presentó la iniciativa que prolonga cuatro años la actuación de los militares en tareas de seguridad pública, y que con su propuesta agravó la división entre el PRI y sus todavía aliados PAN y PRD. En entrevista con Proceso, la legisladora duranguense expone las razones de su proyecto; pero también quienes la conocen hablan de la sorpresa que causó De la Torre, activista de los derechos humanos. 

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Después de coincidir en el Frente Juvenil Revolucionario del PRI, el duranguense Arturo Yáñez Cuéllar supo mantener su amistad con Alejandro Moreno Cárdenas. Cuando este último era gobernador de Campeche en 2017, y Yáñez, líder del Movimiento Territorial, alguna vez le llevó queso y comieron juntos. 

Alito apoyó económicamente a Arturo. En junio de 2019, en su fallida campaña para presidente municipal de Durango, el campechano lo impulsó económicamente –con 20 millones de pesos–, de acuerdo con fuentes. Al final, el panista Jorge Salum del Palacio resultó triunfador. 

En agosto de 2019 La Guadaña, como se conoce a Yáñez Cuéllar, en agradecimiento a su amigo realizó localmente una fuerte movilización para que Moreno Cárdenas ganara la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. En junio último, Alito dejó la gubernatura y el 18 de agosto tomó posesión de la dirigencia nacional.

Dos meses después, el 15 de octubre de ese año, Alejandro Moreno nombró a Arturo Yáñez coordinador regional para los estados de Durango, Zacatecas y Coahuila, última entidad donde hace unos días, según la diputada Yolanda de la Torre, se realizó la plenaria en la cual los priistas apoyaron su iniciativa de reforma que extiende la participación de los militares en tareas de seguridad pública. 

No todo quedó ahí, el 17 de agosto de 2021 Alejandro Moreno acudió a Durango a estrechar lazos: dio posesión como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI a Yáñez Cuéllar.

Impulsora

Yolanda De la Torre, autora de la iniciativa que prolonga la estancia de los militares en las calles, en Durango es conocida como una priista de raigambre, fiel a la institución. Ella afirma que su propuesta la presentó motu proprio y niega que fuera parte de un acuerdo entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la dirigencia de su partido para allanar el camino de la Guardia Nacional (GN), para que quedara en manos de la Sedena.

Sin embargo, en entrevista con Proceso, la legisladora se contradijo, ya que el jueves 8, junto con algunos miembros de su bancada, acudió a la Sedena con el secretario Luis Cresencio Sandoval, según explicó, a plantearle problemas de seguridad pública, en lugar de acudir con la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, como cabeza de sector.

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2393 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 11 de septiembre de 2022.