abuso sexual
El clavadista denunciado por abuso sexual tiene un historial de violencia
La clavadista Carolina Mendoza reveló que fue víctima de abuso y violencia emocional por parte de otro clavadista mexicano que fue su novio, el mismo que fue denunciado en diciembre de 2021 por presuntamente haber violado a una de sus compañeras.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La clavadista mexicana Carolina Mendoza reveló que fue víctima de abuso y violencia emocional por parte de otro clavadista mexicano que fue su novio, el mismo que fue denunciado en diciembre de 2021 por presuntamente haber violado a una de sus compañeras del equipo con el cual entrena bajo la tutela de Francisco Rueda y de la medallista olímpica Laura Sánchez.
Mendoza, quien participó en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 en la prueba de trampolín de tres metros sincronizados, y obtuvo el cuarto lugar junto con Dolores Hernández, fue entrevistada en el podcast “En cortinas con Luisito y Berth”, a quienes relató que el clavadista en cuestión era su mejor amigo y su persona de confianza, ya que después de Londres 2012 –donde ella participó con apenas 15 años de edad– estaba en terapia psicológica porque su confianza “estaba en el subsuelo” y con la autoestima baja.
Después estableció una relación de noviazgo con el clavadista a escondidas de sus padres y, con el tiempo, él comenzó a ser abusivo.
“Andaba con un chavo (nunca mencionó su nombre) que también es clavadista, que sí, la verdad, me hizo la vida un poco… bueno, no un poco, sí me hizo la vida muy complicada (…) era muy tóxico, la relación era muy mala, o sea, el vato me gritaba; una vez estuvo a punto de así… (insinúa que de golpearla) mal, horrible (…) pero como estaba mi autoestima y estaba mal anímicamente, yo permitía muchas cosas”, relató.
En un fragmento de la charla que dura 1 hora 48 minutos, Carolina Mendoza narró que comenzó a vivir con el clavadista en una casa que su papá les dio en la ciudad de León, donde los dos entrenaban con Francisco Rueda y con la entonces aún clavadista Laura Sánchez, esposa del entrenador.
Como los padres de Mendoza sabían que eran muy buenos amigos y ambos confiaban ciegamente en él, porque ante ellos aparentaba ser una buena persona, pusieron en sus manos el cuidado de su hija, que apenas había cumplido18 años y era cinco años menor que él.
“Mis papás confiaban a ciegas, así a ciegas, confiaban muchísimo en él. Y él vivía en mi casa porque mi papá tenía casa en León. Fue así de: ‘Ah, vive con Caro; cuidas a Caro porque son mejores amigos y no te cobramos renta y pues toda la confianza del mundo’. Mis papás vivían en México, entonces fue un golpe súper duro para mis papás (cuando supieron que era su novio).
“Yo sabía que (esto) estaba mal todo el tiempo, pero súper coco wash me hacía todos los días para decir: ‘No hay pedo, todo está bien’. Al final mis papás se enteraron y drama total porque yo lo defendía a capa y espada”, detalló.
Después, durante su preparación rumbo a los Juegos Olímpicos de Río 2016, ambos se mudaron a Colombia, junto con Francisco Rueda, Laura Sánchez y la clavadista Paola Pineda, para intentar conseguir la nacionalidad y competir por ese país donde continuó su relación con el clavadista. Allá su relación se tornó más complicada.
–¿Pero sabías que te estaba tratando mal o no te pasaba por la cabeza? – le preguntaron a Carolina Mendoza en el podcast.
–En mi mente no lo procesaba. En mi mente era como de, no hay pedo, sí me quiere. Yo le hablaba a mi amiga llorando un chingo de veces en la noche, así de ya no sé qué hacer; y me decía: ‘Estás ahí porque quieres, ya estoy cansada de que me hables todos los días llorando y que yo te diga que ya lo dejes’. Es difícil, siento que, cuando estás adentro, no te das cuenta hasta que ya sales de ahí; y siento que son cosas que sólo tú puedes hacer. Mucha gente me lo dijo, también mis papás que quieren lo mejor para mí y yo no hacía caso.
Cuando Mendoza decidió regresar a México el clavadista terminó con la relación. Después se casó con una mujer de República Dominicana, quien le dio la nacionalidad de ese país para que él pudiera calificar a unos Juegos Olímpicos.
“Él se quedó en Colombia, me fue a dejar al aeropuerto y ya para irme me dijo: ‘Bueno, que te vaya muy bien. Te deseo lo mejor y ya hasta aquí nuestra relación’. Yo todavía llorando todo el vuelo.”
Carolina Mendoza se encontró con el clavadista en los pasados Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, pues él compitió por República Dominicana. Él se acercó a entregarle unos trajes de baño que Carolina le compró a la esposa del entrenador Rueda, y de paso aprovechó para saludarla, hecho que la incomodó mucho.
“O sea, me los pudo haber dado otra persona, como el entrenador (Rueda) o alguien más, y me llevó él los trajes de baño y yo súper incómoda, así de ‘güey, gracias por los trajes, pero no te quiero ver’, o sea, es que no puedo ni verlo. Me dio los trajes de baño y me abrazó y me dijo: ‘De verdad me da mucho gusto verte aquí, qué bueno que lo lograste otra vez’.
“Es como: no tienes vergüenza de pararte aquí, así como si nada hubiera pasado. Cuando regresé a México, después de una semana, me di cuenta y dije: ‘No mames, ¿qué estaba haciendo ahí?’ (en una relación con él)”, contó en el podcast que fue publicado el 18 de agosto de 2021 en las plataformas Spotify y YouTube.