Guerra en Ucrania

La Guerra del Donbás, segunda fase de la invasión rusa

Mientras las zonas del norte de Ucrania empiezan a hacer el recuento de los daños y las labores de reconstrucción, la ofensiva rusa se desplaza hacia el sur, con un castigo especialmente severo a la ciudad de Mariúpol.
miércoles, 27 de abril de 2022 · 17:46

Mientras las zonas del norte de Ucrania empiezan a hacer el recuento de los daños y las labores de reconstrucción, la ofensiva rusa se desplaza hacia el sur, en lo que ya ha dado en llamarse la Guerra del Donbás, con un castigo especialmente severo a la ciudad de Mariúpol. Moscú ya hizo saber que planea abrir un corredor hacia la región separatista prorrusa de Transnistria, lo que privaría a Kiev de acceso al mar Negro.

UMAN, Ucrania (Proceso).- El país vivía en estos días en dos realidades paralelas. Después de semanas de asedio, en Kiev y en los pueblos del norte, que hicieron durante tantas semanas de escudo al avance de Rusia hacia la capital, poco a poco la vida volvió a apersonarse: trabajan los equipos de levantamiento de escombros y se sigue cavando en las fosas comunes para conocer la magnitud de la tragedia de las personas asesinadas cuando el área se encontraba bajo control de las fuerzas rusas. 

En el sur y este del país, en cambio, los últimos rastros de normalidad empezaron a desaparecer por una guerra que se intensificó, con bombardeos y batallas constantes que cobraron la vida de más civiles.

Reflejo cruel de esto fue durante toda la semana la ofensiva rusa que continuó sobre los barrios del norte y este de Járkov, una ciudad de las más golpeadas en las últimas semanas en esta región ucraniana limítrofe con Rusia y con las zonas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk. 

Allí las bombas siguieron aterrorizando a la poca población que ha quedado en esta zona rusoparlante, que antaño era un importante centro de la cultura, de la industria y del comercio ucranianos. Con ello, ­Donetsk y Lugansk continuaron –de igual manera– siendo objetivo de ataques. 

En cambio, en la martirizada Mariúpol, Rusia anunció haber tomado prácticamente la totalidad de esta devastada ciudad, en la que ya han muerto miles de personas, algunas de las cuales no han recibido sepultura. En esta urbe, uno de los más recientes combates ha sido por la acería Azovstal, donde unas mil personas –en su mayoría combatientes de la resistencia ucraniana, entre ellos un batallón de extrema derecha– quedaron completamente rodeadas, a la merced de sus enemigos. 

En este contexto Rusia dio por iniciada la segunda fase de su guerra en Ucrania, que se ha abierto con la llamada Guerra del Donbás. Además Moscú también hizo saber que su plan es establecer un corredor hacia la región separatista prorrusa de Transnistria, en Moldavia. 

Y esto último hizo saltar las alarmas en Kiev, pues supone que las importantes ciudades vecinas de Odessa y Mykolaiv –ésta, afectada por ataques en los últimos días– y todo el sur de Ucrania estarían en la mira de Rusia, lo que amenaza con dejar a Ucrania sin acceso al mar Negro.

El nuevo anuncio de Rusia constituye una novedad después del mensaje lanzado el 25 de marzo, cuando dio por terminada la fase uno de la invasión a Ucrania y afirmó que quería centrarse en ofensivas en el este del país, lo que los analistas interpretaron como la intención de Moscú de abrir un corredor terrestre hasta el península de Crimea, ya anexionada en 2014.

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2373 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 24 de abril de 2022.

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