No se trata del espectáculo tradicional o de una agrupación encargada de sólo ofrecer funciones, sino de un concepto integral que, además de la formación profesional de artistas, incluye tareas como la investigación, la promoción y el compromiso social. A dos décadas de su creación, esos ideales se han mantenido, y como lo explica su cofundadora Andrea Peláez, ha conformado un Centro Mexicano de Documentación Circense y conseguido la profesionalización del oficio del circo en licenciatura con validez oficial. Su ­espectáculo sobre los extremos de la vida, de dimensión poética, se llama Luna Eva y podrá verse todo este mes.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Actos de suspensión capilar, equilibrio mano a mano, acrobacia mezclada con danza, malabarismo excéntrico, mástil y rueda Cyr de metal (en la cual el artista gira en su interior) son los ejes de un espectáculo poético en torno a los ciclos de la vida. Se trata de Luna Eva, la apuesta más reciente de la compañía Cirko de Mente, en funciones de su carpa lo que resta de noviembre.

Andrea Peláez (DF, 1977), codirectora y cofundadora de la agrupación junto a Leonardo Constantini, hizo el anuncio al presentar la obra de Cirko de Mente como preámbulo de las dos décadas de existencia que cumplirá en 2023, al tiempo de reflexionar sobre dos logros alternos: la conformación de un Centro Mexicano de Documentación Circense, y la profesionalización del oficio del circo en licenciatura con validez oficial.

Detalló Peláez en una videoentrevista sobre el origen de Luna Eva, la más reciente producción del grupo:

“Su origen fue en la pandemia. Acababa de nacer mi hija, que se llama Luna, y le cantaba una canción de cuna, ‘La piroga’, de tradición popular italiana, un canto a la luna muy bonito que habla sobre pedirle sabiduría, conocimiento, protección del agua, de las plantas, de la vida.

“Dos meses después de que nació mi hija falleció mi abuela, fue un lapso muy corto en donde pude vivir esos dos momentos, el nacimiento y la muerte, y eso cobró mayor sentido entre esa canción de cuna y la ciclicidad que nos da la luna metafóricamente en nuestro paso por la vida.”

Luna Eva se estrenó en el marco del recién efectuado 50º Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, donde la agrupación asistió como parte de la Ciudad de México en calidad de invitada de honor; y ahora, desde el 11 de noviembre hasta el 27, estará en la Karpa de Mente, sede de programación regular de artistas, espectáculos, talleres y residencias de creación. Después, en única función, el 3 de diciembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

En la puesta siete pasajeros de una pequeña embarcación se preparan para la pesca del amanecer, en ese viaje; durante la noche reciben señales de la Luna Eva, un satélite que cada noche se transforma, cambia mareas, delimita horizontes, y en sus ciclos refleja la luz solar. Son siete historias que confrontan la vida y la muerte.

Interpretan los artistas Andrea Salas, Emiliano Gallardo, Fernanda Palacios, Leonardo Costantini, Nallely Lima, Óscar Oliveros, y un músico en la composición original de Juan Pablo Villa, quien alterna con el suplente Ricardo Estrada. La instalación visual es de Alain Kerriou –encargado también del diseño de vestuario e iluminación–, la asesoría de clown corre a cargo de Jesús Díaz, la colaboración de Indira Pensado en la pieza “Surkus”, y la producción de Unison 2010.

–¿Es un preámbulo de lo que presentarán rumbo al 20 aniversario?

–Sí, sin duda Luna Eva es un preámbulo para la celebración que será en noviembre del próximo año, estamos muy contentos al respecto y estamos planeando cosas aún, nos sentimos orgullosos del camino andado en el que incluimos el abrir el centro de documentación y la carrera en artes circenses.

Lucha constante

Andrea Peláez, egresada de la Escuela de Danza Clásica y Contemporánea del Centro Nacional de las Artes del INBAL y con estudios en el extranjero sobre artes circenses, explicó que en Cirko de Mente se plantearon siempre una serie de líneas de trabajo y “responsabilidades sociales” en apoyo a su gremio:

“Desde nuestros orígenes hemos luchado por la sensibilización, divulgación y el reconocimiento de las artes circenses en nuestro país.  No venimos de una familia de circo o de expresiones circenses tradicionales, lo que hacemos es una mezcla entre artes circenses y escénicas, lo que se denomina ahora ‘circo contemporáneo’, de ahí que hemos tenido que abrir brecha para hacerle ver a las instituciones que las artes circenses están a la par de cualquier otro arte.

“Ha sido un reconocimiento muy tardado pese a la historia y trayectoria del circo en México, a diferencia de otros países y que ha marcado la diferencia en el desarrollo de alto nivel. Sin embargo, pese a esa falta de reconocimiento oportuno, las familias de tradición de circo han brillado fuera del país, lo cual me parece increíble.”

Dentro de esa labor de divulgación la artista destacó el impulso para crear el primer Centro Mexicano de Documentación Circense y la creación de la licenciatura en artes circenses contemporáneas.

Sobre el primero detalló que incluye 781 objetos, entre libros, revistas, programas de mano, fotografías, carteles y materiales diversos:

“Hemos recibido donaciones tanto de entidades como personales, por ejemplo Federico Serrano, gestor cultural y promotor del circo Atayde (Proceso 2273, 1712 y 1967), nos donó fotografías y documentos. También resguardamos la colección personal de Charly Ross, conocido como El Hombre Víbora. El acervo está físicamente en las instalaciones de la Karpa de Mente y se puede consultar con cita previa (dokucirco@gmail.com)”.

Si bien en la web del grupo (www.cirkodemente.com.mx) aparece la pestaña “dokucirco”, ésta no funciona de momento por un inconveniente técnico, pero en breve se podrán consultar algunos elementos del centro de documentación.

Y en cuanto a la licenciatura en artes circenses contemporánea, se divide en especialidades: técnica aérea, equilibrismo, malabarismo, herramientas del humor y clown, y acrobacia–. Está vigente desde 2017 con plan de estudios validados oficialmente y registro de carrera en el Centro Cultural Ollin Yoliztli y la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México (esta última a través de su Dirección Artística y Cultura Comunitaria).

Peláez informó que a la fecha hay tres generaciones en curso, y la primera por egresar lo hará en junio del siguiente año, luego de un retraso debido a la pandemia:

“Los jóvenes tienen un espacio para sus clases y llevan un plan de estudios. Por el covid-19 hubo suspensión de actividades presenciales, lo impactó en los ciclos regulares. Cirko de Mente forma parte de ese desarrollo de docencia, ahorita hay un sistema mixto, las prácticas son presenciales, las teóricas de manera virtual y las teórico-prácticas de manera mixta, las clases son de lunes a viernes.”

Con la licenciatura se busca que los egresados se especialicen en alguna técnica, cuenten con amplio conocimiento de las disciplinas circenses en general y sean capaces de interpretar, crear actos y participar en espectáculos de circo contemporáneo.

Por ejemplo, los alumnos aprenden anatomía humana para el entrenamiento y práctica profesional en pos de alcances técnicos, cómo evitar y prevenir lesiones, manejar herramientas de seguridad en la instalación y uso de equipo circense conforme a los protocolos internacionales vitales y así salvaguardar la vida de los artistas; también analizan la ‘Historia del circo’ hasta el contexto actual como herramienta básica para comprender la naturaleza y quehacer circense. Además, deben generar y gestionar proyectos en ramas de creación, educación, investigación y promoción para desarrollar el universo circense con positivo impacto social.

Explicó entonces la importancia capital que representa para el equipo el  tema de la divulgación:

“Tenemos planeado entrar en ese tema, pues nos parece fundamental en nuestro quehacer como compañía… va de la mano con el centro de documentación y la licenciatura, de los proyectos a futuro, y sobre todo para las nuevas generaciones de las artes circenses.”

Luna Eva de Cirko de Mente se presenta desde el 11 y hasta el 27 del mes todos los viernes a las 20 horas, sábados 19:30 horas y domingos 18 horas en la Karpa de Mente (Miguel Hidalgo 195, Fuentes Brotantes, alcaldía Tlalpan), con entrada de cooperación voluntaria. Para despedirse en función única 3 de diciembre a las 19 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico, Metro Allende).

Reportaje publicado el 13 de noviembre en la edición 2402 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.