Colombia
Narcos mexicanos, “actores cada vez más relevantes”
Los cárteles mexicanos de la droga son “actores cada vez más relevantes” del posconflicto colombiano porque son la principal fuente de financiamiento de las nuevas estructuras armadas que han llenado los vacíos que dejaron en los territorios las desaparecidas FARC.En noviembre de 2016 el gobierno colombiano y las FARC firmaron un acuerdo que puso fin a un conflicto armado de 52 años… y ese crucial hecho cimbró al mundo del narcotráfico. Con los dos principales cárteles (Cali y Medellín) eliminados y con la “conversión” a la paz de la guerrilla, el suministro de cocaína a México se vio en riesgo. Eso obligó a los grupos criminales mexicanos –especialmente los de Sinaloa y Jalisco– a tomar cartas en el asunto y a enviar “delegados” al país sudamericano. Y esa presencia ha ido en aumento al tiempo que entorpece –a base de violencia criminal– la consolidación de la paz.
BOGOTÁ (proceso).– La presencia de los cárteles mexicanos en Colombia es un fenómeno tan presente y en ascenso que el tema se convirtió –por sus implicaciones sociales, económicas y en materia de seguridad– en motivo de interés de sectores académicos especializados en crimen trasnacional organizado, en relaciones internacionales y en geopolítica.
Lo que nadie había hecho, hasta ahora, es dedicar una tesis de posgrado a analizar el impacto que tienen grupos criminales, como el Cártel de Sinaloa o el Cártel de Jalisco Nueva Generación, en el posconflicto colombiano –como se conoce a la etapa que siguió a la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, en 2016– y en la implementación de ese pacto que puso fin a una guerra interna de 52 años.
Y eso fue lo que hizo la colombiana María Fernanda Zuluaga Gómez en su tesis de maestría en estudios latinoamericanos de la Universidad de Salamanca, que se titula La incidencia de los cárteles mexicanos en el posconflicto colombiano y en la implementación de los Acuerdos de Paz, para la cual consultó a expertos en seguridad y conflicto armado, a especialistas en cultivos ilícitos, a fuentes oficiales y a policías antinarcóticos.
En su trabajo, Zuluaga Gómez concluye que los cárteles mexicanos de la droga son “actores cada vez más relevantes” del posconflicto colombiano porque son la principal fuente de financiamiento de las nuevas estructuras armadas que han llenado los vacíos que dejaron en los territorios las desaparecidas FARC.
También porque sus relaciones con las bandas criminales colombianas, que les suministran toneladas de cocaína para abastecer los mercados de Estados Unidos y otras naciones desarrolladas, son un “factor de desestabilización” en las zonas cocaleras donde se concentran los nuevos fenómenos criminales surgidos tras la firma de los acuerdos de paz.
La autora señala que “los cárteles mexicanos juegan un papel claramente protagónico y cada vez más relevante en el posconflicto”.
En la tesis con la que obtuvo la maestría en estudios latinoamericanos por la Universidad de Salamanca, Zuluaga Gómez señala que la falta de presencia del Estado en los territorios cocaleros y los vacíos que dejaron las FARC en esas áreas al transitar hacia la vida legal “han sido cubiertos por nuevos actores armados cuya principal fuente de financiamiento es la coca y cuyos clientes principales son los cárteles mexicanos de la droga”.
“La enorme cantidad de recursos que estas organizaciones trasnacionales transfieren a las bandas que operan en las regiones cocaleras de Colombia alimenta la violencia que ha surgido en el posconflicto y obstaculiza la implementación del acuerdo de paz”, sostiene el trabajo.
Fragmento del reportaje publicado en la edición2358 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí.