El Presupuesto de Egresos de la Federación para el año electoral 2021 privilegia los proyectos como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto en Santa Lucia, así como los programas sociales asistencialistas, por encima de los planes de reactivación económica y del gasto que directamente se destina a atender la salud de los mexicanos, advierten en sus diversos análisis el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, el Instituto Mexicano para la Competitividad y el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.

Juan Carlos Cruz Vargas

CIUAD DE MÉXICO (proceso).- En plenas crisis sanitaria y económica, causadas por la pandemia de covid-19 que ha dejado casi 120 mil muertos a escala nacional, México inicia 2021 con un Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) alejado de las necesidades de las empresas y familias que han padecido el desplome de sus ingresos.

El PEF 2021, que asciende a 6.2 billones de pesos (equivalente a 25.2% del PIB nacional), privilegia en un contexto de año electoral los programas y planes insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En su más reciente reporte, del lunes 21, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) expone sobre el presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados, el 13 de noviembre último:

“El actual entorno y el que se avecina demandan acciones decisivas para apoyar la actividad económica. Las autoridades harían bien en considerar la importancia de proteger el empleo y, con ello, el bienestar de los hogares, así como la viabilidad de las fuentes de trabajo.

“El discurso político se puede agotar cuando la población perciba que los programas sociales asistenciales sólo son paliativos”.

Una mirada a las entrañas del PEF 2021 revela su propósito: el gobierno de la Cuarta Transformación destinará 108 mil millones de pesos a los proyectos Tren Maya, Refinería de Dos Bocas, aeropuerto de Santa Lucía, El Corredor Transístmico de Tehuantepec y el Tren México-Toluca, que estarán en sus fases más avanzadas de desarrollo en el año que se inicia y cuyas conclusiones están calculadas para 2023.

El monto para dichas obras será 93.1% superior a los recursos que tuvieron en 2020.

Para 2021 el gasto en programas sociales también crecerá 1.3% y estará centrado en aquellos que otorgan transferencias directas a la población.

El monto para las Becas Jóvenes Escribiendo el Futuro ascendió 25.5%; para las Becas para el Bienestar, 5.8%, y el dinero del Programa de Bienestar para Personas con Discapacidad aumentó 5.3%. Por el contrario, los recursos del programa centrado en la reactivación económica, Tandas para el Bienestar, fueron recortados 48.7%.

El gasto en salud

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), pese al aumento del presupuesto global del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el gasto que directamente se destina a atender la salud de los mexicanos caerá 1.5% para la primera institución y 1.8% para la segunda.

La asociación civil advierte, además, que no hay certeza de que los 68 mil 400 millones de pesos obtenidos con la eliminación de 109 fideicomisos y los 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar se destinen a la atención sanitaria de la población.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2304 del semanario Proceso, cuya versión digital puedes adquirir aquí.