Jorge Bravo

Kamala Harris: justicia, tecnología e innovación

California, hogar de Silicon Valley, es el epicentro de la innovación tecnológica. Como fiscal general, Harris desarrolló una relación de trabajo con las empresas tecnológicas. Implementó regulaciones más estrictas sobre privacidad y fue una defensora de la neutralidad de la red.
viernes, 2 de agosto de 2024 · 05:00

En un momento de la humanidad en el cual la tecnología y la geopolítica digital juegan un rol determinante en la hegemonía de las principales naciones, la renovada figura de Kamala Harris, actual vicepresidenta de Estados Unidos y potencial candidata demócrata para las elecciones presidenciales de 2024, destaca por haber labrado una carrera que entrelaza justicia, tecnología e innovación.

Kamala Devi Harris comenzó su carrera como fiscal adjunta en el Condado de Alameda antes de ser elegida Fiscal del Distrito de San Francisco en 2003 y fiscal general de California en 2010. 

Como fiscal mostró un interés temprano por los temas tecnológicos. Destacó por su lucha contra el fraude cibernético y la protección de la privacidad. En 2012 creó la primera Unidad de Delitos de Alta Tecnología en la Oficina del Fiscal General, enfocada en combatir crímenes cibernéticos y proteger la privacidad de los datos de los californianos.

California, hogar de Silicon Valley, es el epicentro de la innovación tecnológica. Como fiscal general, Harris desarrolló una relación de trabajo con las empresas tecnológicas. Implementó regulaciones más estrictas sobre privacidad y fue una defensora de la neutralidad de la red, un principio que impide a los proveedores de servicios de internet discriminar el tráfico en línea y obtener ingresos a partir de ello.

Uno de los hitos en su carrera fue el Acuerdo de Principios de Privacidad para Aplicaciones Móviles en 2012, el cual exige a las aplicaciones móviles informar a los usuarios sobre qué datos se recopilan y cómo se utilizan. Google, Apple y Amazon se adhirieron al acuerdo, un precedente en la protección de datos.

Silicon Valley. Supervisión y fomento a la innovación. Foto: Especial

Durante su periodo como senadora (2017-2021), Kamala fue una voz crítica en temas tecnológicos. Apoyó la AI JOBS Act de 2018, que buscaba estudiar el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el empleo. 

También impulsó la EARN IT Act, una legislación diseñada para combatir la explotación sexual infantil en línea, pero criticada por debilitar el cifrado de extremo a extremo.

Cuestionó las prácticas de Facebook y Google y apoyó la creación de una agencia federal para la protección de la privacidad. En 2019 presentó el proyecto de ley Consumer Privacy Protection Act, que intentaba establecer normas estrictas para la protección de la privacidad de los consumidores en línea. Aunque el proyecto no fue aprobado, demostró interés por los derechos digitales. Impulsó leyes para luchar contra el tráfico sexual en línea, mejorar la ciberseguridad gubernamental y exigir a las empresas de tecnología que rindan cuentas por la desinformación y el discurso de odio en sus plataformas.

La relación de Kamala Harris con el sector tecnológico y digital es ambivalente. Ha recibido contribuciones de campaña de empresas tecnológicas y ha mantenido relaciones cordiales con líderes del sector. 

También ha criticado las prácticas anticompetitivas y ha abogado por una mayor regulación. Esta dualidad podría ser tanto una fortaleza como una debilidad en su candidatura presidencial.

Como vicepresidenta, Harris ha impulsado las iniciativas tecnológicas de la administración del presidente Joe Biden. El gobierno ha abordado múltiples áreas de la política digital y tecnológica, con un enfoque en la expansión de la infraestructura de banda ancha, la ciberseguridad, la regulación de las grandes empresas tecnológicas, la inversión en semiconductores y el desarrollo de la inteligencia artificial con un enfoque en innovación y protección de los ciudadanos.

La administración Biden lanzó un plan de infraestructura, el cual incluye una inversión histórica de 65 mil millones de dólares para la expansión del acceso a internet de alta velocidad, con el objetivo de cerrar la brecha digital en comunidades rurales y de bajos ingresos. 

La Ley de Chips y Ciencia destina 52 mil millones de dólares para impulsar la producción nacional de semiconductores. Apoyó las Órdenes Ejecutivas sobre ciberseguridad para proteger las infraestructuras críticas y los esfuerzos para regular las Big Tech, con un enfoque en prácticas anticompetitivas y protección de datos.

En el contexto de la candidatura presidencial en 2024, sin duda tendrá un enfoque hacia la tecnología y la geopolítica digital. La competencia tecnológica con China es una de las principales preocupaciones en la política exterior de Estados Unidos. Biden ha mantenido una posición firme contra las prácticas comerciales y tecnológicas de China, imponiendo restricciones a empresas de esa nación y fomentando la colaboración con aliados para contrarrestar la influencia tecnológica china.

Si Harris se convierte en presidenta, es seguro que continúe con esas políticas y apoye con recursos públicos la innovación tecnológica de Estados Unidos. La competitividad en el ámbito de la inteligencia artificial, la computación cuántica, los vehículos eléctricos, la tecnología 5G y los primeros anuncios de 6G serán áreas clave de su gestión en caso de ganarle a Donald Trump.

Una presidencia de ella seguiría centrada en la regulación y supervisión de las grandes empresas tecnológicas, pero sin dejar de fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico. Abogaría por una mayor responsabilidad y transparencia de las plataformas digitales y la protección de los derechos de los usuarios en línea.

Semiconductores. Talón de Aquiles para EU. Foto: Freepik

En términos de ciberseguridad, reforzaría los esfuerzos para proteger las infraestructuras críticas y los datos personales de los estadunidenses, con políticas más estrictas para combatir el fraude cibernético, los abusos sexuales en línea y la desinformación en las plataformas de Internet.

La trayectoria de Kamala Harris se define por una intersección entre la justicia y la tecnología. Como fiscal protegió la privacidad y la seguridad de los datos. Como senadora promovió regulaciones en materia de tecnología. Como vicepresidenta ha apoyado iniciativas para la expansión de la infraestructura digital, la ciberseguridad, las cadenas de suministro de semiconductores, los aranceles a los vehículos eléctricos chinos y los acuerdos con las grandes empresas de inteligencia artificial. Kamala Harris es una lideresa digital. 

X: @beltmondi

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