josé gil olmos
La oposición ausente
El PRI con Alejandro Moreno al frente es una franquicia que cada día pierde su valor de uso para el gobierno de Claudia Sheinbaum y para Morena.La oposición política en México está completamente borrada, ni siquiera hace sombra en el escenario político con las consecuencias de formar un bloque ante el embate poderoso del gobierno y su partido Morena.
Los partidos de oposición, que hace unos sexenios fueron gobierno y mayoría legislativa, nunca se renovaron cuando tuvieron oportunidad y ahora no aparecen en las calles y tampoco en los espacios de representación popular, es decir, están desaparecidas tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. La oposición no es opción ni se diga en los gobiernos de los estados.
Es tan nimia su participación que ya la ciudadanía busca sus propios espacios con la integración de 93 organizaciones sociales que buscan su registro –43 de ellas como partidos políticos– ante el Instituto Nacional Electoral como agrupaciones políticas distantes de los partidos tradicionales.
A la vista existen tres partidos de oposición al gobierno de la Cuarta Transformación y su partido Morena que tiene la mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores. Pero ni el PRI, ni el PAN y menos Movimiento Ciudadano tienen una agenda legislativa propia y sólo se dedican a reaccionar ante las iniciativas de ley que dejó Andrés Manuel López Obrador y que mantiene la presidenta Claudia Sheinbaum.
El PRI con Alejandro Moreno al frente es una franquicia que cada día pierde su valor de uso para el gobierno de Claudia Sheinbaum y para Morena que con su mayoría absoluta y relativa, no tiene necesidad de acudir a los votos de los legisladores priistas para aprobar sus iniciativas.
Es tan evidente que para Morena y la presidenta Sheinbaum el PRI ya no importa que ya se está previendo la reactivación del juicio político y el desafuero en contra de Alejandro Moreno “Alito”, sobre quien pesan sendas denuncias penales en Campeche.
Desde el 2023 está pendiente una indagatoria en contra de Alito Moreno por enriquecimiento ilícito cuando era gobernador de Campeche. El presidente de la Comisión Jurisdiccional de la Cámara de Diputados, Hugo Eric Flores Cervantes, ya anunció que se reactivará la solicitud de desafuero en contra de Alejandro Moreno Cárdenas. “Yo me acuerdo de un señor que es diputado ahorita, digo senador, y creo que se acaba de reelegir (en el PRI)”, afirmó sin mencionar por el nombre del senador y dirigente nacional priista, quien de inmediato reaccionó en el salón de sesiones del Senado reclamando al coordinador de Morena Adán Augusto López.
Si el PRI es una nulidad como oposición, no sólo por sus escasos diputados y senadores, el PAN le sigue los mismos pasos. Los panistas no salen de su crisis interna generada por pésimas decisiones de su actual dirigente Marko Cortés, quien ya está a punto de ser sustituido.
Los panistas que por mucho tiempo fueron una oposición activa y no reactiva como lo es ahora, no tiene un plan ni una estrategia política de peso ante las iniciativas de Morena. Sus principales críticas son reacciones a las reformas constitucionales que se discuten en el Poder Legislativo y lo mismo pasa ante las estrategias de seguridad, energía, educativas, entre otras, presentadas por la presidenta Claudia Sheinbaum.
PAN y PRI, que hicieron alianza en la pasada contienda electoral hoy van por caminos separados dando tumbos sin ser el contrapeso político que se requiere en esta etapa en la que Morena es el partido hegemónico y Claudia Sheinbaum la poderosa presidenta que gobierna con un apoyo popular cercano al 70 por ciento de la población.
La ausencia de estas fuerzas políticas en el escenario es más que evidente y preocupante porque no se ve en el horizonte que puedan salir de sus propias crisis internas y ser un peso político como se requiere. Es decir, no son opción para la ciudadanía que ya buscan sus propias representaciones.
Por cierto... Mientras que panistas y priistas se consumen en sus propios conflictos en Morena ya están centrados en trabajar la estructura electoral que no tienen, pues siguen operando como movimiento. La meta que tienen es crear 70 mil 750 comités seccionales en todo el país y con esa base seguir siendo primera fuerza política y el partido gobernante del país por muchos años.