Proceso

¿Qué pasa con Proceso?

Ha habido una crítica sistemática desde el poder que no tiene precedentes desde 1976, donde la política editorial de Proceso ha sido la misma: periodismo independiente, sin agendas personales, sin compromisos empresariales
lunes, 4 de septiembre de 2023 · 12:56

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En las últimas fechas diversas personas me han preguntado qué pasa con la revista Proceso. Ante esas interrogantes son oportunas algunas reflexiones de lo que ha sido, de lo que es y de los retos que Proceso tiene frente a sí.

Primero. Sólo como ayuda de memoria porque ya se ha dicho (también lo he apuntado en diversas oportunidades) Proceso es un medio que ofrece la otra cara de la información oficial. Ni duda cabe que la información oficial tiene grandes dosis de propaganda y de medias verdades, de tal suerte que siempre es agradecible para honrar el derecho a saber del pueblo tener la otra cara de los hechos para que cada uno fije su postura escuchando todo lo que se tiene que decir de un tema de interés público, parafraseando a John Stuart Mill. Desde el siglo XIX y principios del XX Joseph Pulitzer (quien heredó sus recursos para honrar el periodismo de calidad con su nombre que es quizá el premio más importante que un periodista puede obtener) pronunció un discurso de despedida en el diario que dirigía, el St Louis-Dispatch (Missouri) el 11 de abril de 1907, el cual no tiene desperdicio:

“Siempre lucharé por el progreso y la reforma, nunca toleraré la injusticia ni la corrupción. Siempre combatiré a los demagogos de todos los partidos, nunca perteneceré a ningún partido, siempre me opondré a las clases privilegiadas y a los saqueadores públicos. Nunca careceré de simpatía por los pobres, siempre estaré dedicado al bienestar público, nunca me contentaré con imprimir noticias, siempre seré drásticamente independiente, nunca tendré miedo de atacar el mal, ya sea por la plutocracia depredadora o por la pobreza depredadora.”

De esta suerte, frente a las reportajes y notas de Proceso, gran parte de ellas cotejando datos distintos a los ofrecidos por el gobierno federal, ha habido una crítica sistemática desde el poder que no tiene precedentes desde 1976, donde la política editorial de Proceso ha sido la misma: periodismo independiente, sin agendas personales, sin compromisos empresariales y obligado a reflejar aquellas porciones guardadas bajo secreto o informadas de manera sesgadas por parte de los gobiernos y de los distintos factores de poder. Ese ha sido su signo distinto, lo sigue siendo y lo será, a pesar de las presiones también inéditas del poder público.

Segundo. Como es sabido, Proceso ha entrado en un terreno de transformación que abre nichos de oportunidades y retos para el director Jorge Carrasco y el titular de Proceso Digital, Santiago Igartúa. Proceso sigue. Está crecientemente poniendo acento en la parte digital y el tradicional semanario se ha vuelto un mensuario. ¿No es eso signo de que Proceso vive sus últimas horas como lo argumentan los detractores de la revista? En lo absoluto.

Recuerdo años atrás cuando estuve en la Estación Científica Charles Darwin, en Puerto Ayora, en las Islas Galápagos, donde en la entrada se observa una cita de Darwin que viene al caso de la reforma interna de Proceso: “No son las especies más fuertes las que sobreviven, tampoco las más inteligentes. Son aquellas que mejor se adaptan al cambio”. (La evolución de las especies, capítulo cinco) De esta suerte, Proceso asiste a la agenda de la discusión pública con la responsabilidad de seguir generando deliberación pública con los más amplios estándares éticos, con cambios en la forma, pero con continuidad en el fondo, a la luz de los rasgos distintivos del periodismo que puso en práctica Don Julio Scherer cuando surgió esta iniciativa editorial el 6 de noviembre de 1976.

Don Julio en distintos momentos expuso y tradujo en Proceso varios criterios de la política editorial de la Revista, a vías de ejemplo pueden señalarse las siguientes: a) “Un buen periodista debe ser incisivo y cuestionar lo establecido”; b) “No había hay que temerle a los poderosos, hay que investigarlos" y c) “Sin la denuncia del terror y las contradicciones que lo provocan, el periodismo quedaría reducido a una deslumbrada oquedad”. Poner en práctica esos principios del proyecto y sinsabores en estos años para la Revista.  El proyecto editorial, empero, sigue y seguirá.

Tercero. Proceso tiene hasta ahora dos iniciativas esenciales, el portal digital de noticias que se ha ido colocando en muy poco tiempo como una fuente obligada de consulta. Baste decir que diariamente las notas de Proceso aparecen en las primeras noticias de Google news, indicador que los temas y su forma de abordarlos están generando números crecientes de audiencia. La revista pasó de semanario a mensuario.

El cambio del comportamiento de la audiencia hizo que Proceso se transformara en consecuencia. Con el portal digital se brinda amplia cobertura a las noticias diarias, contenido que combina con piezas de periodismo de investigación y análisis de relevancia pública teniendo como hilo transversal la política editorial propia de Proceso y las improntas renovadoras de Santiago Igartúa. En el mensuario se profundiza en el periodismo de investigación de gran aliento, dando vida a ejemplares coleccionables que, a diferencia de semanario, no se deben leer de inicio a fin; puede consultarse como obra periodística de referencia y su lectura puede ser temática.

La nueva periodicidad amplia los tiempos de vigencia del consumo de contenidos de la revista. Y esta nueva entrega mensual ha generado reacciones y está marcando agenda en la vida pública, como cualquiera lo puede ver. Con este proyecto se recuperan los principios rectores del periodismo inicial de Proceso con reportajes largos y exclusivos y con la parte digital que fiel al rigor periodístico se innova diariamente.

Por supuesto, los cambios generan incertidumbre e inquietud al cambiar las formas de trabajo y los productos de entrega a suscriptores y a la audiencia de Proceso. Acompañemos a Jorge Carrasco y al titular de Proceso Digital, Santiago Igartúa para que el proyecto llegue a buen puerto para bien del derecho a saber y por un quehacer imparcial, alejado de filias y fobias y haciendo únicamente lo suyo: Periodismo.

@evillanuevamx

ernestovillanueva@hushmail.com

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