Ajedrez
Sobre la repetición en la enseñanza del ajedrez
Aquí cualquier jugador avezado sabrá la solución a algunos problemas de táctica donde se repite un patrón de ataque, en donde las piezas coinciden en controlar ciertas casillas y la combinación de los elementos forman un patrón conocido.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–En los sexenios pasados, la idea de que los alumnos trabajaban inadecuadamente porque se les hacían repetir las cosas en lugar de enseñarles a razonar, se convirtió en casi el estandarte de esos gobiernos. Por ejemplo, en su momento indicaba el presidente en turno, que la enseñanza, palabras más, palabras menos, ya no sería aburrida ni de repetir incesantemente lo mismo. Ahora se razonaría y entonces la enseñanza en nuestro país estaría por encima que la de muchos países.
Yo soy de la opinión contraria (con sus matices, desde luego), pues en tantos años de dar clases, me he dado cuenta de que la repetición no necesariamente está reñida con la enseñanza, y me atrevería decir que es fundamental para el aprendizaje. Los músicos, por ejemplo, ensayan interminables horas las mismas obras. Si esto no tuviese ningún sentido, no se haría, pero TODOS los intérpretes de la música clásica, al menos lo hacen con un empeño que raya en la obsesión. Pongo otro ejemplo, tenemos que repetir y aprendernos las tablas de multiplicar porque en caso contrario, seremos unos analfabetas funcionales en el momento de realizar cualquier transacción en algún espacio comercial.
Baste decir que mi padre estudiaba de cuatro a seis horas diarias la guitarra, a pesar incluso de que ya no tocaba en conciertos ni recitales. Sin embargo, mantenía la teoría de que el repetir transmite lo que se ejercita del consciente al inconsciente, que es donde se automatizan las cosas. Así, por ejemplo, de tanto repetir el conducir un auto por la ciudad, vamos dándole al subconsciente información sobre cómo se conduce un automóvil normalmente. Por ello mismo, si sufrimos un percance, podemos actuar "instintivamente", por "intuición", aunque en realidad, estamos llamando al subconsciente para que se haga cargo de la situación de emergencia y tome las acciones pertinentes.
Por ejemplo, el maestro norteamericano de ajedrez, Dan Heisman, escribió un artículo, en donde da un enfoque que llama “diferente” para el estudio de la táctica. Dice, esencialmente, que “la meta más importante al estudiar táctica es la de ser capaz de encontrar los motivos elementales de manera MUY rápida, así que estudiando una y otra vez los esquemas tácticos más básicos, se puede reconocer casi instantáneamente una combinación ganadora”.
Los alumnos de Heisman no siempre están convencidos, y aluden “¿qué es lo bueno de analizar una y otra vez el mismo problema? Así sólo aprenderé a memorizar la respuesta. Quiero aprender algo, no memorizarlo”.
Como respuesta, el maestro dice: “Dime algo, ¿tú sabes tu nombre o lo has memorizado? ¿qué tal sobre cuánto es 1+1?”. Heisman dice que “hay una sólida liga entre “conocimiento” y “memorización” (en la memoria de largo plazo. Algunos podrán decir que la diferencia entre ambos conceptos es meramente semántica”).
Aquí cualquier jugador avezado sabrá la solución a algunos problemas de táctica donde se repite un patrón de ataque, en donde las piezas coinciden en controlar ciertas casillas y la combinación de los elementos forman un patrón conocido. Cuando eso ocurre, el ajedrecista no tiene que analizar a detalle la posición. Conoce el patrón de la combinación de mate, producto de repetir muchísimas posiciones de táctica.
Y Heisman entonces se pregunta: “¿Conoces el patrón de mate o tienes que encontrar las jugadas?”.