CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).-Los medios de información siempre se les ha considerado un poder importante en todos los países. De hecho, incluso los gobiernos más poderosos requieren de los medios de comunicación para poder entablar, valga la expresión, una especie de diálogo con el pueblo. Es además la manera en que los ciudadanos muchas veces nos podemos enterar de las acciones de gobierno.

Pero esto era antes de Internet y de la llegada de esta revolución de información que sigue sin poderse detener. Todos los días Internet nos muestra nuevas maneras de hacer las cosas. Los portales especializados palidecen ahora ante las redes sociales por ejemplo, o bien, ante la avalancha de usuarios que graban en sus celulares toda clase de contenidos y los suben a sus canales en las diferentes plataformas: Facebook, YouYube, TikTok, Twitch, etcétera.

Internet se ha convertido en el medio de comunicación más importante, incluso más que las cadenas de televisión abiertas. Por ejemplo, YouTube es hoy en día la segunda página más visitada (después de Google), que curiosamente, es dueño de la plataforma de videos. Y aunque existen otras plataformas para subir a la red contenidos en video, no parece que ninguna pueda opacar a YouTube. Y probablemente hay algunas razones poderosas para ello. Veamos algunos datos:

YouTube está en más de mil 200 países y soporta unos 80 idiomas. Tiene 2 mil millones de usuarios activos al mes desde el 2020. El 62% de dichos usuarios son hombres y la mayoría de ellos está entre 25 y 44 años. Y noten la siguiente información: Sólo en dispositivos móviles, YouTube llega más al grupo de 18 a 49 que la televisión por cable (que es el 11% de todos los usuarios de YouTube).

Cada minuto se suben unas 500 horas de video y aproximadamente mil millones de horas de videos se ven en un día y de nuevo, un dato fundamental: Más de la mitad de eso viene de dispositivos móviles, con usuarios pasando más de una hora al día viendo videos de YouTube en sus teléfonos y tablets.

Google compró YouTube por 1.6 mil millones de dólares en el 2006, compra que fue muy criticada. Hoy la compañía de videos vale unos 70 mil millones de dólares.

Solamente en publicidad, YouTube ganó en el 2018, 15 mil millones de dólares.  YouTube factura un 6% de las ganancias por anuncios de Google.

Pero ¿por qué YouTube tiene tanto éxito? La razón es que la compañía permite a los creadores de contenidos moneticen sus videos. Dependiendo del país donde se generen dichos contenidos, YouTube paga diferentes tarifas a los creadores. Por ejemplo, en México un YouTuber gana unos 5 pesos por cada mil vistas de un video. Esto significa que para ganar 5000 pesos (unos 250 dólares), el video debe verse un millón de veces, asunto que no parece muy sencillo. Sin embargo, muchos jóvenes han hecho de YouTube su modus vivendi. Luisito Comunica, por ejemplo, tiene unos 40 millones de suscriptores y sube tres o cuatro videos por semana. Sin contar la publicidad externa y patrocinios, este YouTuber debe ganar unos 20 mil pesos por semana, esto es, unos 80 mil pesos al mes. Nada mal, ¿verdad?

Otro ejemplo, el canal de YouTube más importante hace unos años, en nuestro país, era el de Werevertomorro, el cual dejó de subir contenidos hace unos 4 años. Sin embargo, el mismo autor de esos contenidos reveló en una entrevista que de los videos que se siguen viendo de su antiguo canal, YouTube le manda unos 1000 dólares por mes.

Como puede verse, esta plataforma de video es increíblemente poderosa y además, no cualquiera puede hacerle la competencia. Estos datos pueden mostrarnos por qué YouTube es la nueva televisión:

El 60% de las personas prefiere YouTube que la programación en televisión.

Para 2025 la mitad de los espectadores por debajo de los 32 años no tendrá ningún servicio de televisión de paga.

Al mes, 8 de cada 10 personas (entre los 19 y 49 años) ven contenido en YouTube.

Hoy han nacido en México, en YouTube, muchos canales de política, de análisis ciudadano, La facilidad para crear contenido y además, para sostener un canal con los ingresos que la empresa manda a los creadores de contenidos, hacen de la plataforma el equivalente lo que antes lograba la televisión abierta a través de su modelo de anuncios. Hoy -de hecho- YouTube es un monopolio porque nadie le puede hacer competencia por la cantidad de recursos que tiene para seguir alimentando con bytes la vida de los internautas.