XALAPA, Ver. (proceso.com.mx).- En el último día de sus giras por el país en busca de la candidatura presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo enfocó sus baterías a enaltecer las acciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, a propósito de su Quinto informe de gobierno.

En el Velódromo de Xalapa, fue recibida por unas cinco mil personas, muchas de ellas llevadas en camiones de transporte público y turísticos desde Oaxaca, Chiapas, Tabasco y distintos municipios veracruzanos, ante quienes prometió regresar como “coordinadora nacional para la defensa de la transformación”.

La exjefa de gobierno de la Ciudad de México aseguró que en este proceso “no hay pasos atrás, ni pasos a la derecha, solamente la continuidad de la transformación. ¿Y qué quiere decir? Qué vamos a apoyar los derechos del pueblo de México".

Fue entonces cuando dijo que escuchó los mensajes de López Obrador con motivo de su Quinto Informe de gobierno en los que habla de los derechos del pueblo a la educación, a la salud pública, a la vivienda, a la cultura, al deporte “y sobre todo, el bienestar del pueblo de México es un derecho”.

Luego, repasó las obras hechas por el gobierno federal en estos cinco años, así como las realizadas mientras estuvo al frente de la jefatura de gobierno de la CDMX.

Y aseguró: “Hay rumbo, se llama Cuarta Transformación…. Por eso hay que seguir hablando del futuro de la transformación, porque del otro lado en el frente están bien atrás y que son el pasado y, como decíamos ayer en el Monumento a la Revolución, nosotros nuestro movimiento es presente y es futuro de la nación”.

Sheinbaum Pardo reiteró que, en el último día de sus giras, decidió ir a Veracruz para “festejar” con el sureste de México y prometió volver como “coordinadora” de la defensa de la llamada 4T.

La “fiesta” y los “invitados”

La última “fiesta” de Claudia Sheinbaum rumbo a la encuesta interna de Morena quedó grabada por cuatro drones que, durante los 30 minutos de su discurso, sobrevolaron el Velódromo.

Sin embargo, solo lo hacían sobre el escenario y sus alrededores, pues ahí se concentraba la gente con decenas de banderas que gritaban en coro “¡pre-si-den-ta!", mientras sonaban un par de matracas y caían papelitos guindas y plateados.

Atrás, a los lados y en las gradas, la mayoría de los “invitados” se vieron apáticos la mayor parte del tiempo. Sentados en sus lugares, apenas aplaudían.

La morenista usó el truco que le funcionó en muchas asambleas anteriores: la reproducción del audio del expresidente panista Vicente Fox en el que crítica a los beneficiarios de programas sociales.

Sin embargo, a diferencia de otros mítines, aquí la gente no lanzó chiflidos ni mentadas de madre como en otros lados.

De hecho, muchos ni siquiera presenciaron ese momento porque se fueron del lugar antes de que la morenista terminara de hablar.

Previo al inicio de la “fiesta” de Claudia Sheinbaum, dos mujeres esperaban en el estacionamiento del Velódromo a “gente del equipo” de la diputada estatal Ana Miriam Ferrer, quien, dijeron, les prometió “apoyo” para darle a las 70 personas que llevaron en un autobús desde las localidades Castillo y Las Cruces, entre otros.

Después de varios minutos de espera bajo la lluvia y sin paraguas, una joven bajó de una camioneta un paquete de botellas de agua y una bolsa con panes que les dio a las mujeres.