Familiares de personas desaparecidas

“El 10 de mayo es un día de dolor y tristeza”: madre buscadora en Chilpancingo

Desde el 2019, Margarita Leyva busca a su hijo Alberto Fonseca Leyva, quien se fue a trabajar como albañil en una obra en la periferia de Chilpancingo, y ya nunca lo volvió a ver.
viernes, 10 de mayo de 2024 · 18:32

CHILPANCINGO, Gro. (apro).- “El 10 de mayo es un día de dolor y tristeza”, dice Margarita Leyva que lleva cinco años buscando a su hijo. Antier fue al Ministerio Público y se dio cuenta que en su carpeta no hay ninguna investigación, puro oficio que no dice nada.

La mañana de este 10 de mayo, madres del colectivo de personas desaparecidas, María Guadalupe Rodríguez Narciso, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, realizaron un mitin en el monumento de Las Banderas en Chilpancingo para exigir a las autoridades la investigación y búsqueda de sus hijos

Y reprocharon al presidente Andrés Manuel López Obrador su desdén a la problemática y que el Congreso de Guerrero no haya aprobado la iniciativa de la Ley general de desapariciones forzadas, que incluye mayor presupuesto a la búsqueda de las víctimas, la creación del centro de identificación humana y que se legalice la declaratoria de ausencia de las personas desaparecidas.

Antes del mitin, Margarita Leyva Cruz, dio a conocer su peregrinar ante la burocracia e indiferencia de la Fiscalía General del Estado de Guerrero.

La mañana del 18 de mayo de 2019, Alberto Fonseca Leyva, su hijo de 22 años en ese entonces, le dio un abrazo y se fue a trabajar como albañil en una obra en la periferia de Chilpancingo, en los límites con Eduardo Neri. No lo ha vuelto a ver desde ese día.

A la señora Margarita nadie le pudo dar información en la construcción donde trabajaba su hijo.  Solo le dijeron que su hijo les comentó que los veía el siguiente lunes, se despidió y se fue.

Durante dos meses pidió información acerca del paradero de su hijo a vecinos. Llevaba fotografías y su credencial de elector, pero nadie le pudo dar razones.

A los tres años una autoridad a quien ubica como “comisionado” le dijo a Margarita que su hijo se había ido a otro lugar a hacer su vida, pero sin ninguna prueba.

La madre buscadora respondió que su hijo no tenía amigos, novia ni redes sociales. Cayó en depresión y se aisló desde que sus padres se divorciaron. Su sueño era pertenecer a la Secretaría de la Defensa Nacional. En ese tiempo realizó su servicio militar por dos meses.

Durante estos años, personal de la fiscalía le dijo que seguía investigando la desaparición, pero fueron mentiras.

Hace dos días, Margarita y una de sus hijas que le ayuda en la búsqueda de Alberto, acudieron al Ministerio Público donde presentaron la denuncia por la desaparición hace cinco años.

Su sorpresa fue que en la carpeta solo estaba su denuncia y oficios, pero ninguna investigación.

“No hay ninguna investigación, solo la denuncia que interpusimos. La obra ya se terminó y ahora es imposible rastrearlo, poderlo encontrar. Para las autoridades es como si se hubiera esfumado”, dijo.

Alberto era su único hijo varón. Cada Día de las Madres por la mañana la felicitaba y le daba un beso y un abrazo.

“Te quiero mucho, mami. Siempre voy a estar contigo”, le decía a doña Margarita.

“El 10 de mayo es un día de dolor y tristeza.

“Duelen más los hijos desaparecidos que los muertos porque no sabemos cómo los tienen, dónde están, qué les hicieron.

“No importa cómo regresen nuestros hijos, queremos tenerlos de vuelta”, expresó Margarita Leyva.

Recordaron que la cifra en Guerrero es de 4 mil 200 personas desaparecidas.

El Colectivo Guadalupe Rodríguez tiene un registro de alrededor de 2 mil 200 personas desaparecidas en Guerrero.

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