GUADALAJARA, Jal. (apro).- El rector de la Universidad Tecnológica de Jalisco (UTJ), Héctor Pulido González, y cuatro profesores más son señalados de tener puestos de tiempo completo tanto en dicho centro educativo, como en la Universidad de Guadalajara (UdeG), lo que representa una irregularidad, además, existe más personal en la nómina de lo debido.

Héctor Pulido percibe un sueldo bruto de 68 mil 416 pesos mensuales como rector en la UTJ, mientras que en la nómina de la UdeG aparece como profesor e investigador asociado C del Departamento de Química del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingeniería (CUCEI), con una percepción de casi 15 mil pesos al mes.

Los otros señalados son los directores del área de Tecnologías, Hassem Rubén Macías Brambila; de la carrera de División de Procesos, Martín Rabelero Velasco; y de Servicios Escolares, Alejandro Ibarra Cervantes, quienes perciben cada uno 51 mil 318 pesos mensuales.

Hassem Macías en la nómina de la UdeG aparece con dos nombramientos, uno como profesor de asignatura y otro como profesor e investigador asociado B, con un sueldo mensual de casi 17 mil pesos.

Martín Rabelero en la UdeG cobra como profesor e investigador asociado C del Departamento de Química del CUCEI con un ingreso mensual de 36 mil 192 pesos, y Alejandro Ibarra, como profesor e investigador asociado B, en el Departamento de Clínicas Odontológicas, gana 25 mil mensuales, con un estímulo académico nivel VII.

Otro dobletero es el profesor con nivel asociado C en la UTJ, Juan Javier Hernández Velarde, quien ganan 20 mil 160 pesos mensuales. En la UdeG cuenta con dos nombramientos, uno como profesor asignatura B en la Preparatoria 6 y otro en la Preparatoria de Jalisco, por ambos percibe casi 20 mil pesos al mes.

El personal inconforme de la UTJ señala que el rector, así como los directores su carga horaria es de tiempo completo.

Remarcan que la Ley de Incompatibilidades para los Servidores Públicos Reglamentaria del artículo 112 de la Constitución Política de Jalisco, se establece en el capítulo II, artículo 9 que no pueden tener dos o más puestos, “cuando el servidor público desempeña una actividad y desarrolla, a la vez, otro cargo público remunerado que coincida en el tiempo”.

El convenio

En un convenio que firmó el rector de la UTJ con el gobierno federal y estatal sobre cómo se distribuiría el presupuesto 2023 de la universidad, que asciende casi 113 millones, se acordó que habría en la plantilla de personal de mandos superiores y medios, así como en la de personal administrativo y secretarial un total de 107 personas, pero en realidad hay 39 más.

Esto implica una erogación extra no prevista en el presupuesto por 8 millones 172 mil 156 pesos anuales.

No es la primera vez que el rector se excede en personal. En una auditoría realizada al ejercicio fiscal 2020 a la UTJ, se hizo la observación de que había trabajadores que no se encontraban en “el catálogo de puestos ni en el tabulador de sueldos autorizados”, por lo cual caía en “incumplimiento de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria”.

Además, se observó que un “probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal por un monto de 2 millones 244 mil 873 pesos, “más los intereses generados desde su disposición hasta su reintegro a la Tesorería de la Federación, por realizar pagos con recursos federales de los Subsidios para Organismos Descentralizados Estatales” a 35 trabajadores que ocuparon los puestos de “secretario administrativo”, “personal de apoyo” y “técnico laboratorista”.

Por otro lado, personal inconforme, que pidió el anonimato por temor a represalias, apunta que existe un conflicto de interés en la concesión de la renta de un espacio dentro de las instalaciones de la UTJ para la venta de material eléctrico, puesto que la adjudicada, María Esperanza Villaseñor Valencia, es madre del profesor de tiempo completo Héctor Villaseñor Cabrera.

“El motivo del incumplimiento es que el profesor no declaró que había un conflicto de interés con la participación de su madre, puesto que Héctor Villaseñor envía a sus alumnos con María Esperanza a comprar materiales para el desarrollo de sus prácticas”.