PACHUCA, Hgo. (apro).- Cuatro años y tres meses después de la muerte de Iván, un joven de 21 años cuyo vehículo estaba detenido en un semáforo cuando fue impactado por la camioneta Ford Raptor del entonces diputado federal Cipriano Charrez Pedraza, lo que generó que el auto se incendiara y el joven falleciera adentro, el exlegislador fue sentenciado por homicidio culposo y omisión de auxilio

Charrez abandonó el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca el ocho de octubre de 2022, donde estuvo recluido tres años, debido a que la autoridad judicial autorizó el cambio de medida cautelar de prisión preventiva por prisión domiciliaria. 

Tras un procedimiento abreviado, la autoridad judicial le dictó una sentencia condenatoria de dos años 10 meses de cárcel, además del pago por concepto de reparación integral del daño.

Con esta resolución, el exintegrante del grupo parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien había retomado su actividad política tras salir del penal de Pachuca, recuperó su libertad, ya que el tiempo que pasó en reclusión fue superior al de la penalidad que le estableció la juez del caso.

Tras un proceso de desafuero, Cipriano fue detenido el 20 de septiembre de 2019, aunque por otro delito –intento de homicidio, acusado por su hermano Pascual Charrez, de quien recibió el perdón legal en enero de 2022–. En prisión, a ese proceso se sumó la causa penal por la muerte del joven en el choque ocurrido sobre la carretera federal México-Laredo a la altura del libramiento el Cardonal Colonia El Fitzhi, en Ixmiquilpan.

Videos exhibidos desde las primeras horas de los acontecimientos muestran al entonces legislador, antes alcalde de Ixmiquilpan y diputado local por ese distrito, pero postulado por el Partido Acción Nacional (PAN), salir de su camioneta después del impacto y ser auxiliado para retirarse del lugar del percance vial, mientras el auto de la víctima estaba en llamas.

El informe de criminalística de campo del 6 de octubre de 2018, elaborado por peritos de la PGJEH, refirió que al interior de la camioneta había vasos, refrescos, agua mineral y una botella de alcohol de marca Buchanan’s. 

Asimismo, de acuerdo con el dictamen de vialidad terrestre que es parte del expediente de la causa penal 284/2019, Charrez conducía a una velocidad aproximada de 132.3 kilómetros por hora, cuando la permitida era de 60 kilómetros. Expone, además, que no se localizaron huellas de frenado. 

La procuraduría había imputado homicidio doloso –con mayor penalidad–; no obstante, después reclasificó a culposo.