CANCÚN, Q. Roo (apro).– Entre protestas de volqueteros de la Coalición de Sindicatos de Transportes de Carga, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de inicio de las obras del Tramo 5 del Tren Maya, Cancún-Tulum, que están a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).  

Se anunció que en 49.8 kilómetros del Tramo 5, es decir, el Tramo 5 Norte, que va del aeropuerto de Cancún a Playa del Carmen, la vía será elevada para que los viajeros puedan admirar el paisaje del mundo maya en esa zona. El tramo Cancún-Tulum deberá estar terminada para febrero de 2023. 

El mandatario aseguró que esa planeación evitará afectaciones al ambiente, porque el tren recorrerá dicha sección en una estructura elevada de 9 a 10 metros de altura soportada por concreto fabricado en la misma región, y que la estructura será cubierta por vegetación natural decorativa. 

“Hace poco se resolvió que, para no causar daños y además ayudar aún más a la economía de Quintana Roo, todo el tramo será como segundo piso, los cerca de 50 kilómetros, un mirador. Va a ser el tren más bello, el tren que va a permitir admirar mejor las bellezas en el mundo maya, porque va a ir arriba, de Cancún hasta Playa”, comentó. 

Insistió en que: “no hay afectación porque son columnas, trabes, ballenas prefabricadas para montar…”. 

Expuso que el Tramo 5 Norte es el de menor distancia, pero el más complejo de todos los tramos del Tren Maya, aunque reconoció que el Tramo 5 Sur “tiene también sus complejidades”.  

Detalló que el tramo más difícil del proyecto integral era el tramo Cancún-Playa del Carmen, que es la zona de mayor auge turístico y tráfico. El dilema se resolvió haciéndolo elevadizo y asignando los trabajos a los ingenieros militares.  

“¿Qué nos garantiza?, ¿qué es su antecedente? El que han construido obras y siguen construyendo obras en poco tiempo, de calidad y manejan el presupuesto con honestidad, esas son sus cartas credenciales”, justificó.  

Resaltó que las estructuras que se utilizarán para montar la vía elevada se harán con materiales de la región, para lo cual se instalarán “varias fábricas para hacer todos los elementos y llegar a montar y terminar los 50 kilómetros aproximadamente en menos de dos años”. 

El Tramo 5 Norte será construido por militares, pero los trabajos de los 59.9 del Tramo 5 Sur fueron adjudicadas al consorcio español Acciona Construcción con Grupo México. Ambos subtramos deben ser concluidos en febrero de 2023.  

La Sedena se encargará también de los tramos 6 y 7, de Tulum a Bacalar, y de Bacalar a Escárcega, respectivamente.  

Adelantó que ya se analiza “cuidadosamente cómo va a operar una vez que esté terminada, quién va a operar el tren, que tenemos que cuidar que tenga una muy buena administración, que no haya fracaso y además que los beneficios siempre sean para el pueblo, las utilidades, las ganancias, tienen que ser para el pueblo de México siempre”. 

El evento transcurrió en medio de protestas del sector transportista de carga, que pide al presidente sacar de las obras a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), que les ofrece trabajo en el Tren Maya, pero solo quiere pagarles el 50 por ciento.