Día de Muertos
San Juan Chamula y Zinacantán, dos visiones diferentes del Día de Muertos
Aunque ambos son pueblos tsotsiles y son vecinos en los Altos de Chiapas, los habitantes de San Juan Chamula y Zinacantán tienen maneras muy diferentes de recordar a sus muertos.SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis. (apro).– Aunque ambos son pueblos tsotsiles y son vecinos de los Altos de Chiapas, los habitantes de San Juan Chamula y Zinacantán tienen maneras muy diferentes de recordar a sus muertos.
En Chamula, el panteón municipal está junto a la zona urbana. Es lo primero que ven los visitantes al llegar a ese pueblo indígena con una larga historia de rebeliones y conflictos en su interrelación con la zona ladina o mestiza de San Cristóbal de las Casas.
Este 1 y 2 de noviembre, miles de hombres, mujeres, niños y niñas llegan al panteón a ver a sus muertos, la mayoría en tumbas con montículos de tierra. Todas las tumbas son cubiertas con “juncia”, las hojas de los árboles de pino u ocote que aromatizan el ambiente. Está prohibido hacerles tumbas de concreto.
Junto a las flores de cempasúchil ponen cerveza, pan, Coca-Cola, agua, atol agrio, tamales o frutas como caña y naranja.
La narco cultura ha sentado raíces en este municipio y se hace presente incluso en el Día de Muertos, cuando los hombres llevan mariachi, grupos norteños y escuchan narcocorridos. Beben cerveza y lloran junto a sus muertos.
Los turistas llegan a este lugar con sus guías o traductores, quienes les explican el escenario que se pinta junto a los vestigios de una vieja iglesia que ha quedado en el centro del panteón.
Tomar fotos o videos no es fácil, algunos rechazan las cámaras, mientras otros –los menos– hasta posan para ello. Es necesario pedir permiso en cada caso.
Junto a las tumbas quedan tirados los ebrios. Velas y el olor a incienso se fusionan con el olor a la “juncia”.
Camionetas de doble cabina y todoterreno se estacionan alrededor del panteón. De ellas bajan indígenas que usan botas vaqueras, lentes oscuros, sombrero vaquero y bolsa en el pecho. Algunos llevan guardaespaldas.
Zinacantán
A menos de 20 kilómetros de este pueblo tsotsil de San Juan Chamula, está Zinacantán, los hijos del santo patrono de San Lorenzo. El panteón de este pueblo, también tsotsil, está unos 3 kilómetros fuera de la zona urbana, en lo alto de una montaña rodeada de pinos, encino y robles.
El colorido es impresionante a la vista de los visitantes locales, nacionales y extranjeros. En este panteón, a diferencia del de Chamula, las tumbas son de concreto y azulejos. Y a diferencia de San Juan Chamula, aquí están prohibidas las flores de plástico. Todas las tumbas tienen arreglos de flores naturales.
Y sería paradójico que tuvieran flores de plástico, cuando es este pueblo el mayor productor de flores en Chiapas, con cientos de invernaderos que inundan toda la región central de este municipio de los Altos de Chiapas.
Las tumbas parecen competir entre ellas para ver cuál tiene los mejores arreglos florales.
Las flores provienen de sus propios cultivos, por lo que no les representa un gasto fuerte. Aunque si se tuviera que contabilizar, para cada tumba destinan el equivalente a entre 2 mil y 3 mil pesos en flores.
También colocan adornos diversos y, al igual que en Chamula, ofrecen refrescos como Coca-Cola, cerveza y agua embotellada. Y encienden velas en huecos cavados al pie de la cruz o al interior de los nichos de las tumbas.
Los rezadores pasan de tumba en tumba, donde sus familiares montan guardia, algunos por horas, otros durante todo el día. Los rezadores reciben una limosna para la iglesia a cambio de pedir, en su lengua tsotsil, por las almas de los difuntos.
A diferencia de Chamula, este panteón luce limpio y ordenado. Guardan silencio y los que hablan lo hacen en voz baja por respeto a sus difuntos.
Acá no hay bullicio, nadie escucha música, tampoco están los mariachis y grupos norteños. A nadie se le ve consumir alcohol. Los turistas o visitantes se sienten más seguros entre los zinacantecos. El cerro se cubre de niebla. Hace frío.
Chamula y Zinacantán son dos pueblos hermanos, pero diferentes entre sí. Pueblos tsotsiles ambos, pero muy diferentes en las formas de recordar a sus muertos.