Cahpitos
En operativo contra piloto de los Chapitos, militares se pelearon entre ellos, aseguran vecinos
El despliegue de fuerzas armadas del Ejército y Guardia Nacional habría sido más bien un enfrentamiento involuntario entre sus elementos, según los vecinos.CULIACÁN, Sin. (apro). – Las primeras horas del sábado 8 de febrero, la sindicatura de Jesús María volvió a despertar entre detonaciones de balas y el estruendo de las hélices de un helicóptero. La pequeña comunidad en la zona serrana al norte de Culiacán sufrió horas de angustia luego de que fuerzas armadas realizaron un operativo para capturar a Mauro N “El Jando”, presunto piloto y operador de la facción de los Chapitos.
En el operativo participaron elementos del Ejército y de la Guardia Nacional y, de acuerdo con versiones de los vecinos del poblado, no hubo enfrentamiento contra grupos criminales, sino entre ellos mismos. Esas versiones fueron compartidas por los vecinos, así como por el encargado del despacho de la sindicatura, Juan León.
“Aquí no tuvieron contrincantes, no hubo contrincantes que los agredieran, ellos se pelearon entre ellos mismos. El ‘boludo’ les empezó a disparar”.
El “boludo” es el mote por el cual se le conoce a los helicópteros de las fuerzas armadas entre las comunidades serranas de Sinaloa. De acuerdo a Juan León, “El Jando” no es habitante de Jesús María y éste venía siendo seguido por fuerzas federales desde otra zona, sin precisar cuál ha sido esta.
![](/u/fotografias/m/2025/2/12/f768x1-216939_217066_5050.jpg)
“La persona esa no es de la comunidad. Dice (que) la venían siguiendo; nomás llegó a refugiarse a algún domicilio en donde ingresaron tras de él los federales; amarraron a quienes vivían ahí sin tener nada que ver y al señor lo golpearon”, señaló.
El funcionario municipal advirtió que fue durante una persecución, en plena madrugada, en donde elementos federales ingresaron a punta de bala a la comunidad serrana que apenas el 5 de enero de 2023 había vivido horas de terror por la captura de Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo.
“En algunas partes se metieron los soldados, forzaron las chapas de las puertas. Había una señora que es viuda y se metieron, les rompieron las chapas y todo, y luego los niños bastante espantados” dijo.
No hubo quien saliera a laborar ese día. La comunidad, desde el primer momento en que las facciones de Chapitos y Mayos se enfrentaron, se ha mantenido como una de las tantas zonas de silencio en Culiacán, y acceder no es fácil, por lo que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), que encabeza Óscar Loza Ochoa, organizó una caravana para visitar a la comunidad.
“Vamos a documentar las quejas y de esto puede resultar algunas medidas cautelares, recomendación para reparación de daños y lo otro que me parece más grave es lo que están padeciendo niñas, niños y adolescentes”, advirtió el ombudsman.
Loza Ochoa explicó que, de acuerdo a los informes recibidos, advierten una serie de violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército, por lo que integrarían una investigación para remitirla a la Comisión Nacional.
Otras versiones de vecinos señalan que al día siguiente del choque, “los federales” escondieron todo, desde casquillos hasta vehículos con algunos daños y ropa con rastros de sangre.