Presidencia

Ayudantía de Sheinbaum, “trampolín” de jóvenes sin experiencia en seguridad hacia salarios de lujo

La Ayudantía, el grupo de seguridad personal de la presidenta, lo integran en su mayoría jóvenes con nula experiencia en protección. Creado por López Obrador, es usado como plataforma para obtener cargos públicos y salarios que superan los 90 mil pesos mensuales.
lunes, 10 de noviembre de 2025 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La Ayudantía, el grupo de jóvenes que resguarda el paso de la presidenta Claudia Sheinbaum en cada una de sus giras o actos públicos, como la caminata que apenas hizo de Palacio Nacional a la SEP, sigue fiel a la figura que impuso el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador: tienen nula experiencia en seguridad, casi todos logran un cargo en alguna dependencia federal, algunos de ellos aún cursan sus carreras universitarias y otros más sólo tienen antecedentes en el sector privado. 

Fiel al estilo del tabasqueño, no hay transparencia en el proceso de selección de quienes cuidan a la mandataria. Algunos de los que entraron con López Obrador continuaron hasta por ocho meses, otros más solamente mes y medio al cuidado de la titular del Ejecutivo. 

Por esa razón los miembros de la Ayudantía difícilmente adquieren un conocimiento sólido para el acompañamiento de la mandataria, dado que uno de los objetivos es acomodarse o asignarlos en algún cargo público dentro de una dependencia federal, con actividades orientadas a los estudios universitarios que tienen, aunque algunos se mantienen truncos, pero con salarios mensuales brutos que superan hasta los 90 mil pesos. 

Salarios superiores a los 90 mil pesos

El director General de la Ayudantía, Juan José Ramírez Mendoza, quien conduce las actividades de los demás elementos de protección para la presidenta, tiene un salario bruto mensual de 184 mil con 4 pesos, neto es de 127 mil 882.78 pesos. Comenzó en ese cargo el 16 de octubre de 2024, aunque entró a la Ayudantía desde septiembre de 2021, con López Obrador. 

Ramírez Mendoza es licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana. De 2017 a 2018 trabajó como coordinador de marketing deportivo en Televisa Radio; de 2019 a 2020 tuvo el mismo puesto en Grupo Radio Centro. 

En 2021 fue coordinador de marketing y contenido digital en “Ramírez Ibarrola Agente de Seguros, SA de CV”, después brincó a la ayudantía que le dio cercanía con López Obrador y ahora dirige el grupo de acompañamiento más cercano para la presidenta Sheinbaum. También declara ser accionista de la empresa Inmochula 40, SA DE CV., que pertenece al sector de la construcción. 

Diana Zitlalli Hernandez Solano, quien comenzó a trabajar el 1 de enero de 2022, aún con Amlo en la Presidencia, tiene licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública finalizada en ese año. De 2018 a 2021 trabajó como asesora en el Congreso de la Ciudad de México. Continúa como parte de la Ayudantía, con un puesto de dirección de área y un salario bruto mensual de 90 mil 493 pesos. 

Fernando Martínez Martínez aparece como subdirector de área en la Unidad de Administración y Finanzas. Describe sus funciones como “apoyo personal e inmediato para el desarrollo de actividades públicas de la C. Presidenta”.

Hasta la última actualización en su declaración patrimonial, en mayo de 2025, todavía cursaba la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la UNAM y para obtener el cargo presentó su “boleta”. Antes tuvo experiencia en mercadotecnia en el Grupo Lala y en Grupo Grisi. 

Esperanza Domínguez. Del Consejo de la Judicatura a la Ayudantía. Foto: Captura de linkedin.com/in/mario-esperanza-dominguez 

Jimena Moreno Zertuche, que aparece con una Dirección de área dentro de la Oficina de Presidencia, tiene un salario bruto mensual de 98 mil 41 pesos, reportado hasta el 30 de junio de 2025. Entró a la Ayudantía en enero de 2022 y, de acuerdo con su declaración patrimonial, aún cursa la carrera de Relaciones Internacionales por la UNAM. Antes estuvo en el sector privado.

Juan Rodrigo Sandoval, con un sueldo bruto de 95 mil 25 pesos, reportado al 30 de junio de este año, describe que tiene “funciones de coordinación y apoyo logístico para el presidente de la República”, desde noviembre de 2022. De 2018 a 2021 trabajó en la Dirección de Gobierno de la alcaldía Iztacalco. Su primer empleo fue como ejecutivo administrativo en “Aarco Agente de Seguros y Fianzas”. 

Mario Esperanza Domínguez declara un cargo de logística en la Dirección de Área dentro de la Ayudantía. Tiene un salario bruto de 93 mil 510 pesos, ingresó en enero de 2022. Desde 2018 trabajó en el Congreso de la Ciudad de México; previamente fue oficial administrativo en el Consejo de la Judicatura Federal.

Con el mismo salario aparece Miguel Oscar Casillas Sandoval, quien inició el 15 de octubre de 2024, es decir a partir de esta administración, como asesor jurídico en la Dirección General de Ayudantía. De 2023 a 2024 trabajó en la elaboración de proyectos de sentencia de la ponencia del exministro Arturo Zaldívar, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De 2020 a 2022 fue asesor del ministro presidente de la Corte, Zaldívar, hoy coordinador General de Política y Gobierno. 

Los afortunados

Quienes tienen labores de ayudantía son parte de la Coordinación General de Política y Gobierno, área en la que predominan altos salarios, en especial para los allegados del exministro Zaldívar, pues así como Casillas, también está Carlos Javier Castaños Villaseñor, “auxiliar en la coordinación abogado” en una dirección de área, con un salario de 156 mil 855 mensuales brutos y 109 mil 014.23 pesos. Estudió Derecho en la Universidad Iberoamericana. Fue secretario de Estudio y Cuenta en la ponencia de Zaldívar, también fue su coordinador de oficina cuando presidió la Corte.

Hay otros casos que ejemplifican el trampolín que significa la Ayudantía de la Presidencia. 

Uriel Erazo García es un caso de éxito. Tomó posesión en la Ayudantía el 1 de julio de 2021. Fue de las herencias de AMLO, aunque sólo por mes y medio, debido a que logró brincar a una delegación de la Profeco, con un salario bruto mensual de 85 mil 968 pesos y neto calculado en 59 mil 747.76 pesos. En ese puesto se inició el 1 de diciembre de 2024 y tiene una ingeniería en sistemas automotrices por la Universidad Politécnica de Puebla. 

Su primera experiencia fue en el sector privado, en Anwemex, y tras casi dos años de vacío laboral comenzó como auxiliar administrativo en el Congreso de Puebla y después en la Coordinación Nacional de Becas “Benito Juárez”, en la misma entidad. 

Zaldívar. Allegados al ministro en retiro, afortunados en la Ayudantía. Foto: Eduardo Miranda

 

Ixchel Xiadani Martínez Ortiz es otra de las personas que logró permanecer en la transición presidencial, dado que inició desde septiembre de 2021 y terminó el 15 de noviembre de 2024. Ahora labora en la gerencia de la Red de Sucursales Noroeste del Banco del Bienestar. De 2018 a 2020 fue asistente legislativa en la Comisión de Defensa Nacional, en el Senado. 

Otro de los casos en los que se puede ver el ideal de quienes ingresan a la ayudantía con el objetivo de colocarse en puestos clave y salarios elevados es el de Alejandro Isauro Martínez, quien ingresó y ascendió en el sexenio anterior, hoy gana un sueldo bruto de 156 mil 855 pesos.

Entre 2017 y 2018 trabajó en Morena como coordinador estatal de defensa del voto. Su recompensa fue ingresar a la Ayudantía de diciembre de 2018 a diciembre de 2021, para enseguida integrarse a la Comisión Nacional del Agua donde continúa. Su primer empleo en 2016 fue como profesor de Filosofía en la Universidad Pontificia. 

Entre las atribuciones que tiene la Ayudantía están:

  • Participar en coordinación con las unidades de apoyo técnico competentes en el arreglo de escenarios para el desarrollo de eventos públicos en los que participe la presidenta, donde quiera que se lleven a cabo.
  • Determinar las acciones necesarias para resguardar la integridad de la mandataria federal.
  • Coordinar con los distintos cuerpos de seguridad y personal operativo las estrategias de prevención y seguridad para el desarrollo óptimo de la agenda de la jefa del Ejecutivo federal.
Erazo García. Trampolín hacia la Profeco. Foto: Instagram/marcelamonv

En noviembre de 2022 Proceso publicó que “los jóvenes que sustituyeron al Estado Mayor Presidencial para cuidar al mandatario Andrés Manuel López Obrador de las multitudes formaron parte de la Ayudantía, que terminó por ser la pequeña escuela de formación de servidores públicos que los llevó, de no tener experiencia laboral, a cargos de dirección con salarios entre 80 mil y 116 mil pesos al mes, apenas cinco mil menos que el Ejecutivo federal”. 

La tarde de este martes 4 de noviembre la presidenta Claudia Sheinbaum fue víctima de una agresión sexual mientras caminaba por calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, pese a la presencia de la Ayudantía.  

La mandataria caminaba a la Reunión Nacional de Universidades e Instituciones Públicas de Educación Superior, que se reallizó en la Secretaría de Educación Pública y que está a cuatro calles de Palacio Nacional. 

La jefa del Ejecutivo reveló que fueron integrantes de la Ayudantía quienes le sugirieron caminar de la sede presidencial a la SEP porque tardarían solo cinco minutos en llegar y en auto serían 20 minutos, sin tomar en consideración que no serían sólo unos minutos debido a los saludos, peticiones y fotos que algunas personas piden al paso de la presidenta. Ese día no sólo ocurrió ese acercamiento: un sujeto la agredió sexualmente ante una tardía reacción de los elementos de la Ayudantía. 

Martínez. Otro caso de éxito: Foto: amlo.presidente.gob.mx

A partir del hecho se cuestionó si debía reforzarse la seguridad de la presidenta de México para evitar cualquier escenario de la misma naturaleza. La mandataria dijo que no reforzará su seguridad porque no puede alejarse de la gente y que sólo lo haría en caso de presentarse alguna alerta, como una amenaza contra su integridad. 

Sin embargo, esa vulneración se dio de la única manera en que no le podía ocurrir al expresidente López Obrador, quien creó este “cuerpo de seguridad” para acompañarlo en todos sus actos públicos y terminar como funcionarios con altos salarios. 

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