Marcelo Ebrard

Ebrard y su relación fracturada con Delgado y Montiel; hoy, juntos en el gabinete de Sheinbaum

Tanto Montiel como Delgado fueron subordinados de Ebrard cuando ése era el jefe de gobierno del entonces Distrito Federal; hoy, con una relación degradada, compartirán asientos en el gabinete de Sheinbaum.
jueves, 4 de julio de 2024 · 17:08

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El año pasado, Marcelo Ebrard Casaubón acusó a Ariadna Montiel Reyes de desviar los recursos de la Secretaría de Bienestar (Sebien) para fines electorales, y denunció a Mario Delgado Carrillo por imponer prácticas del “viejo régimen” desde la Presidencia Nacional de Morena; a pesar de estos agravios, los tres compartirán asientos en el gabinete de Claudia Sheinbaum Pardo a partir del próximo 1º de octubre.

Producto de los acuerdos internos de Morena, Sheinbaum entregará a Ebrard la Secretaría de Economía de su futuro gobierno; a Montiel, una incondicional del presidente Andrés Manuel López Obrador, la mantendrá en la Sebien, y a Delgado le dejará las riendas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), según anunció la virtual presidenta electa hoy.

Hecho notable: tanto Montiel como Delgado fueron subordinados de Ebrard cuando ése era el jefe de gobierno del entonces Distrito Federal. La primera, con una licenciatura en arquitectura trunca, fungió como directora de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), y el segundo encabezó la secretaría de Finanzas y la de Educación. Pero su relación se degradó hasta la ruptura durante la lucha por la sucesión de López Obrador en la presidencia.

Delgado, subordinado de Ebrard. Foto: Germán Canseco

 

Desvíos

 

El 7 de septiembre de 2023, apenas un día después de darse a conocer los resultados de la encuesta de Morena para definir la candidatura presidencial, Ebrard presentó una denuncia ante la Comisión de Honor y Justicia de Morena, en la cual acusó a Montiel de poner a los “servidores de la Nación” y a los “coordinadores operativos territoriales” al servicio de la precampaña de Sheinbaum.

En un escrito de 30 cuartillas, el equipo del excanciller denunció el “despliegue sin precedente de los Servidores de la Nación con el objetivo de promocionar la imagen y aspiraciones de Claudia Sheinbaum”, y denunció que “estas prácticas (volanteo, promoción, visita casa por casa, etc.) se han visto a lo largo del país de manera coordinada, sin dejar entredicho que es una estrategia implementada a nivel nacional desde la Secretaría de Bienestar, la cual es encabezada por Ariadna Montiel”.

El excanciller entregó 18 pruebas a Morena para sostener su acusación, incluyendo testimonios de exservidores de la nación que describieron las órdenes que recibieron de su jerarquía para favorecer a Sheinbaum. El documento subrayó que “el desvío de recursos públicos para apoyar la promoción de una candidata, no solo nos regresa a un nivel de corrupción del siglo pasado, también viola el artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

De acuerdo con el escrito, Virginia García Liñan, una servidora de la nación, señaló que su director regional, Guillermo López, obligó los funcionarios a “hacer grupos de whatsapp; hacer uso de otros funcionarios para pintar bardas y colgar lonas; hostigarlos para que entregaran sus listas de asistencia y obligarlos a ir a eventos de Claudia Sheinbaum”.

“En caso de no cumplir con lo anterior, han sido amenazados con la pérdida de su plaza. Guillermo solicitaba a cada servidor de la nación juntar de 7 a 8 personas nuevas en cada evento de Claudia Sheinbaum. Recibieron amenazas de parte de Guillermo que si no apoyaban perderían su trabajo”, agregó la denuncia.

Con sus acusaciones, Ebrard retomó los señalamientos de la oposición sobre el uso electoral de los programas sociales y de la estructura de la Secretaría de Bienestar, cuyos servidores de la nación provienen en parte de las brigadas de promoción del voto de Morena, y cuyos delegados regionales tienen perfiles de operadores políticos.

Ebrard y Montiel. Foto: Miguel Dimayuga

 

“PRI de antes”

 

Ebrard fue el mentor de Delgado en la política. Durante años, formó parte del equipo de Manuel Camacho Solís con Mario Miguel Carrillo Huerta, el tío de Delgado, y cuando López Obrador le entregó la secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, invitó al sobrino de su amigo en la dirección de Informática y Estadística.

Ya como jefe de gobierno capitalino Ebrard nombró a Delgado al frente de la Secretaría de Finanzas del Distrito Federal, donde se convirtió en uno de sus operadores más cercanos. Ahí, el político estuvo a cargo, entre otros, de las contrataciones multimillonarias para la construcción de la Línea 12 del Metro capitalino, la obra más emblemática de la administración de Ebrard.

Cuando Delgado llegó a la presidencia nacional de Morena, en 2020, tomó su distancia con Ebrard y se acercó al grupo de Sheinbaum. La relación entre ambos se degradó paulatinamente, hasta terminar en franca confrontación durante el proceso de selección de la candidatura de Morena.

En reiteradas ocasiones, Ebrard acusó a Delgado de “desconocer” sus denuncias sobre acarreos a favor de Sheinbaum, y de ignorar sus peticiones para garantizar un proceso equitativo. El 6 de septiembre de 2023, día en que Ebrard desconoció los resultados de la encuesta que marcó el triunfo de Sheinbaum, el excanciller se lanzó abiertamente contra Delgado, al que tachó de “cobarde”, y lo acusó de conducir a Morena a parecerse “cada vez más al PRI de antes”.

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