Brugada

“¡Aviéntala!”: Asistentes al evento de Brugada pidieron sus mochilas entre gritos y empujones (Video)

La gente quería obtener una de las mochilas y tazas con la fotografía de la jefa de gobierno electa de la Ciudad de México que les aventaban en medio de una zona sin medidas de protección civil.
sábado, 8 de junio de 2024 · 22:39

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Gritos, empujones y algunos pisotones se vivieron a la salida del acto masivo de Claudia Sheinbaum y Clara Brugada en la Arena México, entre gente que quería obtener una de las mochilas y tazas con la fotografía de la jefa de gobierno electa de la Ciudad de México que les aventaban en medio de una zona sin medidas de protección civil.

El acto masivo para celebrar la entrega de Constancia de Mayoría como jefa de Gobierno de la Ciudad de México terminó alrededor de la 14:30 horas. Entonces, las miles de personas comenzaron a bajar por las escaleras de ambos lados de la entrada principal y se juntaban con las que salían por el primer piso.

En ese momento, algunas personas comenzaron a intercambiar el boleto impreso que les dieron para entrar al evento por mochilas negras y guindas que traían dentro una taza de cerámica impresa con una fotografía de Brugada y la palabra “Gracias”.

La gente comenzó a amontonarse para alcanzar una mochila. La demanda fue tanta que los encargados comenzaron a aventar las bolsas -ya sin intercambio de boletos- y la gente se las arrebataba entre ellas.

Quienes bajaban por las escaleras se recargaban en el barandal para pedir a gritos: “¡aviéntala!”. Varios de ellos sacaban medio cuerpo para alcanzar alguna en el aire.

Mientras los encargados lanzaban las bolsas, se comenzó a escuchar cómo se rompían las tazas de cerámica en el piso o cuando se le caían a la gente que abría las mochilas para ver qué más había dentro.

El desorden se repitió de ambos lados de las escaleras sin que personal de seguridad de la Arena México hiciera algo por evitarlo.

Aunque en varias ocasiones las personas que aventaban las mochilas indicaban que ya no había, otras les pedían a algunas personas que hicieran fila para recibir la suya. Varias de ellas lograron tener dos o tres cada una.

Así pasaron varios minutos de riesgo hasta que algunos policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) hicieron una mini valla para que saliera la gente, mientras que otros cerraron las vallas metálicas que estaban en las calles impidiendo la salida de las personas.

En ningún momento se observó a personal de seguridad con altavoces tratando de poner orden para evitar algún incidente.

“¿Ya no hay mochilas?”, preguntó una joven que venía de la calle e intentaba entrar al recinto. “No, ya se acabaron”, le dijo un adulto mayor que llevaba en las manos una guinda y una negra. En el suelo quedaron los pedazos de tazas rotas en las que apenas se leía la palabra “¡Gracias!”
 

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