CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Personal de la salud marchó sobre Periférico Sur hasta calzada de Tlalpan para exigir justicia en el feminicidio de la enfermera Norma Patricia Ayala Cano, quien fue asesinada con disparos de arma de fuego en la cabeza, el pasado 11 de junio, en la alcaldía Iztapalapa.

Los inconformes iban vestidos con uniformes quirúrgicos de color morado y avanzaron al grito de “¡Señor, señora, no sea indiferente, se matan las mujeres en la cara de la gente!”. Al mismo tiempo, sostenían globos morados y blancos, junto a pancartas en las que escribieron la consigna: “Justicia para Norma”.

Frente al Centro Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, “Salvador Zubirán”, los manifestantes se pusieron de rodillas sobre el suelo y bajaron la cabeza para dedicar unos minutos de silencio en honor a su compañera asesinada.

También enunciaron la consigna, “Normal no murió, Humberto la mató”, en referencia al doctor José Humberto “N”, a quien señalaron de ser el presunto autor intelectual del feminicidio.

En enero de 2023, Norma Patricia Ayala Cano compartió en su cuenta de Facebook una publicación con la que advirtió que temía un atentado contra su vida, y responsabilizó al doctor mencionado de cualquier cosa que le pudiera suceder, debido a que cursaba un proceso legal con él, derivado de una mala praxis. Además, lo señaló por ejercer acoso sexual contra ella: “Me siento en peligro inminente todos los días”.

La manifestación fue resguardada por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), y la Secretaría de Gobierno (SEGOB) informó en su cuenta de X que su personal se encontraba atento a la manifestación, para dar acompañamiento a los inconformes.

El mismo día en que ocurrió el feminicidio, la dependencia encabezada por Pablo Vázquez informó que los uniformados detuvieron al presunto responsable de disparar el arma contra la víctima, en las calles 11 y 19, de la colonia Olivar del Conde Primera Sección, en la alcaldía Álvaro Obregón.

Despedida de Norma Patricia Ayala Cano

Norma Patricia Ayala Cano fue velada durante la noche pasada, en la casa en la que vivió por 30 años en compañía de su familia. Este jueves 13 de junio, amigos y familiares la despidieron entre llantos y gritos de dolor, con un mariachi que los acompañó una caminata, cargando el féretro blanco en el que depositaron su cuerpo, donde colocaron pancartas con las frases: “Mi muerte y lucha, es para pedir justicia”, “Ni una más, ni una menos”, “No estamos todas, nos falta norma”. También portaron bandas moradas alrededor del pecho, en las que escribieron la palabra “justicia”.

De acuerdo con reportes periodísticos, sus allegados la describieron como una mujer que disfrutaba de ayudar a otras personas, quien incluso durante la pandemia por Covid-19 ejerció su profesión sin importar el riesgo que corría.

Su hermano, Alejandro, declaró a Telediario que su familia siente temor de las represalias que podrían tomar en contra de ellos ahora que Norma Patricia Ayala Cano fue asesinada, por lo que intentan recabar la mayor cantidad de información para integrar a la carpeta de investigación.

Sobre el presunto autor intelectual del feminicidio, dijo con pesar: “Está exento de todo, no hay nada, que él haya detonado alguna arma, que él haya mandado a sus sicarios, a su gente, no hay nada”.

Antes de que los restos de Norma Patricia Ayala Cano llegarán a su destino final en el panteón de San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa, sus familiares bloquearon el Eje 6, para pronunciarse al igual que los trabajadores de la salud, y exigir justicia en el feminicidio.

El 11 de junio, un hombre que iba a bordo de una motocicleta detonó un arma de fuego contra Norma Patricia Ayala Cano, quien recibió en la cabeza los disparos que le arrebataron la vida mientras caminaba en la colonia Barrio San Ignacio.