Tráfico de armas
Una mujer que intentó traficar 3 mil 580 balas a México fue sentenciada a 51 meses de cárcel
Tapia Aguilar que se declaró culpable de los cargos que le impuso ATF, fue detenida en su automóvil no por portar ilegalmente las municiones, sino porque antes de llegar a la frontera con México cometió varias violaciones a las leyes de tránsito.WASHINGTON (apro).-María Tapia Aguilar, de McAllen, Texas, fue sentenciada a 51 meses de cárcel más 3 años de libertad condicional, por haber intentado traficar a México 3 mil 580 balas de 7 calibres diferentes, informó el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivo (ATF).
El gobierno federal de Estados Unidos dio a conocer esta noticia para exponer su disponibilidad a coadyuvar en el combate al tráfico ilegal de armas y municiones a México, no obstante a que el caso de Tapia Aguilar no es uno de los más significativos o importantes.
La mujer sentenciada o poco más de 4 años de reclusión en una prisión federal, el 6 de noviembre de 2019 intentó meter las 3 mil 580 balas a México ocultas en la llanta de refacción de su automóvil pero fue detenida antes de llegar a la puente fronterizo de McAllen.
Tapia Aguilar que se declaró culpable de los cargos que le impuso ATF, fue detenida en su automóvil no por portar ilegalmente las municiones, sino porque antes de llegar a la frontera con México cometió varias violaciones a las leyes de tránsito.
“El resultado exitoso de esta investigación es ejemplo de los esfuerzos de colaboración con múltiples colegas de diferentes agencias federales que llevan a actos de triunfo en el combate al flujo ilegal de municiones”, indico el agente de HSI, Craig Larrabee.
El Buró de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) con la asistencia del ATF fueron los encargados de investigar este caso, aunque no dieron a conocer si Tapia Aguilar que pretendía meter ilegalmente a México tenía ya definidos a compradores de la carga letal.
Como parte de la investigación el HSI sostiene que Tapia Aguilar llevó a cabo la compra de las municiones en una tienda de armas de Edinburg, Texas y durante su detención e interrogatorios, la mujer ahora sentenciada confesó que esa no era la primera vez que metía ilegalmente balas de diferentes calibres a México.
La ahora sentenciada se encuentra en libertad tras haber pagado una fianza, pero deberá entregarse de manera voluntaria en los próximos días al Buró Federal de Prisiones para comenzar a purgar su sentencia.