CIUDAD DE MÉXICO (apro).-La directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Tania Ramírez Hernández, condenó el feminicidio de Camila Gómez de ocho años, ocurrido en Taxco el pasado miércoles 27 de marzo, al mismo tiempo que, sin justificar, alertó que el posterior linchamiento de la presunta responsable de la muerte de la niña, “no son acciones que procuren ni justicia, ni verdad, pero sí generan efectos adversos”.

En un pronunciamiento dado a conocer este lunes, Ramírez Hernández envió sus condolencias a la madre y familiares de Camila y lamentó “profundamente la crueldad y violencia en la que se ven inmersas las niñas y adolescentes”.

Tras recordar que en este año México será revisado por el Comité de Derechos del Niño de la ONU, la defensora resaltó que “la responsabilidad en materia de seguridad como garantía del derecho a la vida y a una vida libre de violencia es obligación del Estado mexicano y no puede recaer en las familias”, y que en caso de desaparición, como fue en primer momento el caso de Camila es de vital importancia la coordinación de autoridades en la búsqueda.

Sobre la muerte por linchamiento de una de las presuntas responsables del secuestro y feminicidio de Camila, la Redim lamentó que los familiares de las implicadas “han quedado fuera de la mirada pública y con vidas marcadas ya por la violencia, el estigma y las ausencias por muertes violentas que deben ser evitadas”.

Para la organización, los hechos ocurridos en Taxco, “no pueden ni deben seguirse repitiendo en México, ni la violencia y la impunidad deben normalizarse en nuestras vidas”, sino que debería llevar a la reflexión  y accionar “desde el Estado mexicano, los poderes públicos, autoridades, sociedad y medios de comunicación”,

La organización llamó a la reflexión sobre los linchamientos, al señalar que “si bien estas respuestas de la ciudadanía se dan por el dolor y la ira ante la insuficiente acción de las autoridades (evidencia del hastío de una sociedad agotada por la impunidad)   “, ciertamente “no son acciones que procuren ni justicia, ni verdad, pero sí generan efectos adversos”.

Para la organización, una de las consecuencias negativas “es contra de otras infancias y adolescencias impactadas de igual manera en este caso como son las niñas/os y adolescentes, familiares de las personas implicadas, quienes han quedado fuera de la mirada pública y con vidas marcadas por la violencia, el estigma y las ausencias por muertes violentadas que debe ser evitadas”.