WASHINGTON (apro).- La Casa Blanca resaltó los acuerdos migratorios alcanzados con el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero urgió al Congreso federal estadunidense a colaborar para mejorar la seguridad fronteriza.

“Necesitamos un acuerdo bipartidista en materia migratoria porque en el aspecto diplomático estamos obteniendo buenos resultados en los acuerdos con el gobierno de México”, declaró durante su rueda de prensa rutinaria Karine Jean Pierre, portavoz de la Casa Blanca.

Ante el constante flujo de inmigrantes procedentes de Centro, Sudamérica y el Caribe a la frontera norte de México para intentar ingresar a Estados Unidos como asilados, pero sin aplicar para ello, en el Congreso estadunidense cuestionan los trabajos de la Casa Blanca.

Los legisladores federales del Partido Republicano en el Capitolio mantienen como rehén político un paquete de ayuda humanitaria y militar a Ucrania por poco más de 110 mil millones de dólares, a cambio de que la Casa Blanca solucione de manera rauda la crisis migratoria.

La semana pasada, en la reunión ministerial sobre migración celebrada en Washington, los gobiernos de AMLO y Joe Biden acordaron incrementar las deportaciones de los inmigrantes que en calidad de indocumentados no califiquen para obtener asilo.

“El Departamento de Seguridad Interior (DHS) informó de la repatriación de unos 181 mil inmigrantes en cumplimiento con las leyes de inmigración, pero necesitamos la ayuda del Congreso para atender la crisis”, insistió la portavoz de la presidencia de Biden.

Seguirán deteniendo indocumentados

Estados Unidos, en la reunión ministerial sobre migración con México, indicó que los agentes de la Patrulla Fronteriza continuarán deteniendo y deportando a todos los inmigrantes que ingresen a territorio estadunidense en calidad de indocumentados, sin importar su edad.

Biden y su Secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayokas, mantienen la línea de que los solicitantes de asilo deben enviar sus peticiones por medio de aplicaciones en la red de internet desde sus países de origen o en los centros de procesamiento en Guatemala, Colombia, Ecuador y Costa Rica.

Para el caso de quienes ya entregaron en la frontera sur de Estados Unidos sus peticiones de asilo, Estados Unidos mantiene la estrategia, con la anuencia del gobierno de AMLO, de que esperen la resolución a sus casos en territorio mexicano, lo cual puede tardar meses o años.

El contexto electoral

La crisis migratoria en la frontera con México tiene matices electorales en Estados Unidos, ya que tanto Biden como el expresidente Donald Trump abordan el asunto de manera asimétrica y de acuerdo con sus intereses frente a las elecciones del 5 de noviembre próximo.

Trump promete que, de regresar a la Casa Blanca, deportará a todos los indocumentados y los detendrá por todo el país mediante redadas en escuelas, lugares de empleos y hasta en las calles.

El expresidente también amenaza con revivir la edificación del muro en la frontera con México y militarizar la vigilancia para evitar que los emigrantes de cualquier país del hemisferio ingresen a Estados Unidos, además de que afirma que anulará las leyes de asilo.

Biden, en contraste, se mantiene firme en dar a la crisis un tema humano, sin criminalizar a los inmigrantes y resolviendo el asunto por medio de una reforma migratoria integral para regularizar su estatus de residencia y laboral.

No obstante, a tres años de su llegada a la Casa Blanca y de que prometiera la reforma migratoria, Biden ha fracasado en el cumplimiento de su promesa, y ahora que tiene el reto de la reelección en las elecciones del 5 de noviembre, culpa de sus fallas a los republicanos del Congreso.

También en relación con los trabajos con México, en la conferencia rutinaria de la Casa Blanca de este miércoles, el almirante John Kirby, vocero del Consejo de Seguridad Nacional, precisó que a principios de febrero se celebrará en la capital mexicana otra reunión para dar continuidad al tema migratorio y al combate al fentanilo.