CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El pleito del multimillonario Ricardo Salinas Pliego con un grupo de acreedores de TV Azteca en Estados Unidos escaló e involucró al gobierno de Andrés Manuel López Obrador: según el diario Reforma, estos acreedores lanzaron un arbitraje internacional contra el Estado mexicano para quejarse de una resolución judicial que exentaba a la empresa a pagar los 488 millones de dólares que adeuda, bajo el pretexto de la pandemia de Covid-19.

El rotativo reveló hoy que los acreedores presentaron su reclamo el 11 de agosto pasado ante el Centro Internacional para Arreglo de Disputas de Inversión (CIADI), en el cual alegaron que la decisión del juez Miguel Ángel Robles, integrante del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, violó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En este caso, la demanda no ataca a TV Azteca, sino al Estado mexicano, por lo que la Secretaría de Economía tendrá que contratar onerosos despachos de abogados internacionales para defenderse.

Ricardo Salinas Pliego reaccionó, furibundo, a la nota de Reforma: en sus redes sociales, despotricó contra Alejandro Junco de la Vega, el dueño del periódico, y se ensañó contra su hija por su participación en la secta NXIVM. Entre los calificativos que empleó, destacó “corrupto”, “parricida”, “depravado”, “desviado” y “vendido”.

En línea con el tono de su patrón, Grupo Salinas publicó por su parte un comunicado con el mismo tono injurioso contra Junco, a quien tachó de “mezquino”, “perverso”, y “guiado por su víscera”.

Más allá de los insultos, ni el multimillonario ni su equipo de comunicación desmintió la nota.