Tráfico de armas
La Casa Blanca anuncia una estrategia para frenar a las redes de tráfico de armas a México
No es la primera vez en la que el gobierno de Estados Unidos se compromete a redoblar esfuerzos para contener el trasiego de armas ilegales a México, pero sí la primera que acepta que hay redes de tráfico de armas en su país corresponsables de asesinatos de mexicanos.WASHINGTON (apro) – En respuesta a críticas, demandas y presiones del gobierno de México, la Casa Blanca anunció una nueva estrategia para frenar a las redes de tráfico de armas ilegales que empoderan al crimen organizado y a los narcotraficantes que con ellas asesinan a mexicanos.
El gobierno de Joe Biden, celebró en Washington, en la sede del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), una reunión para definir el plan de contención del tráfico de armas de Estados Unidos a México y de la cual surgió un plan consistente en siete áreas.
“El suministro de armas de fuego permite a los traficantes de drogas crecer en sus empresas y exportar drogas letales a Estados Unidos, incluyendo al fentanilo”, señaló la Casa Blanca en el documento por medio del cual develó la estrategia.
“Los narcotraficantes usan estas armas que consisten en todo tipo, desde pistolas hasta armas de asalto de alto calibre, en contra de la gente de México que incluye a agentes de la aplicación de la ley y personal militar que tratan de parar sus operaciones”, enfatizó la Casa Blanca.
Para coordinarse y definir la estrategia se reunieron en Washington la subprocuradora de Justicia, Lisa Monaco; el subsecretario de Seguridad Interior, John Tien; el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar; el titular de ATF, Steve Dettelbach, y el consejero y asesor presidencial de seguridad interior, Josh Geltzer.
“Ellos también identificaron acciones que se tomaran en el corto plazo para escalar la colaboración y apoyo a la Operación Southbound, dirigida por el ATF, el Departamento de Seguridad Interior y agencias aliadas de la aplicación de la ley”, destacó la Casa Blanca.
Los siete puntos del plan
Los siete puntos definidos por los funcionarios estadunidenses son: Ampliar las investigaciones sobre tráfico de armas, responsabilizar y procesar judicialmente a los traficantes de armas desplegando nuevas autoridades, contener el creciente trasiego de armas fantasma y otro armamento peligroso, frenar el flujo de armas ilícitas, continuar centrándose en las operaciones y aplicación de la ley en la frontera, profundizar la cooperación con México y, el manejo de investigaciones en curso.
El primer punto de la estrategia define que el Departamento de Justicia y el de Seguridad Interior colaboran con el despliegue de nueve equipos de Fuerzas de Tarea en ocho ciudades de la frontera sur estadunidense, dedicadas a investigar concretamente el trasiego de armas hacia el sur.
Las pesquisas se concentrarán en identificar, desmantelar, ponderar, investigar el financiamiento, transporte, comunicaciones y métodos utilizados por las redes de tráfico de armas con el objetivo final de desmantelarlas.
Respecto a la segunda área, Estados Unidos establecería una estrategia nueva para contener a los cáteles del tráfico de armas, con la imposición de nuevas sanciones y condenas a las personas que los integren y que se encuentren en territorio estadunidense.
Tercera, contener nuevas tecnologías (cibernéticas) y manuales para la fabricación casera de armas de cualquier calibre (armas fantasma), las cuales son más difíciles de rastrear y que también se trafican a México para empoderar a los criminales y narcotraficantes.
Sobre el freno al flujo de armas, la Casa Blanca adelanta que habrá “cero tolerancia” para quienes violen las leyes federales sobre licencias para la venta de armas, promoviendo nuevas condiciones para la venta, uso y portación de armamento; especialmente rifles semiautomáticos.
Para el quinto punto, el plan de la Casa Blanca es un compromiso para desmantelar en Estados Unidos el movimiento de dinero que genera la venta de armas destinadas a México, rastreando a las redes del tráfico de armamento en la frontera que comparten los dos países y enfocados en los puertos de entrada y salida.
Para profundizar la colaboración con México, la idea de la Casa Blanca consiste en compartir información de inteligencia sobre el rastreo de armas, que permitirá identificar con rapidez al comprador, la armería que las vendió, a los transportistas, traficantes y hasta destinatarios.
En el último punto de la estrategia, el gobierno de Estados Unidos informa que ha conformado un equipo compuesto por expertos de ATF y académicos que proveerán anualmente una Evaluación Nacional sobre el Comercio Tráfico de Armas.
No es la primera ocasión en la que el gobierno de Estados Unidos se compromete a redoblar esfuerzos para contener el mercado negro de su país del trasiego de armas a México, y en términos generales nunca ha cumplido cabalmente con sus promesas.
Sin embargo, es la primera ocasión en la que la Casa Blanca no solamente devela un plan con ese objetivo, sino que implícitamente reconoce y acepta que hay redes y cárteles de tráfico de armas en Estados Unidos corresponsables de asesinatos de miles de mexicanos.