Guanajuato
Vinculan a policías por la desaparición de Daniela, Juan y Carlos en Romita, Guanajuato
Los tres jóvenes -Daniela de 27 años, Juan Pablo de 29 y Carlos Esteban de 25- fueron detenidos la noche del 19 de febrero pasado, tras un percance vial.IRAPUATO, Gto. (apro).- Tres integrantes de la policía municipal de Romita, Guanajuato, incluido el director de la corporación, fueron vinculados a proceso por el delito de desaparición forzada cometida en contra de Daniela, Juan Pablo y Carlos Esteban, tres jóvenes que tras ser detenidos fueron "entregados" a presuntos integrantes de un grupo delictivo y cinco días después sus cuerpos se localizaron en una fosa clandestina.
Los tres jóvenes -Daniela de 27 años, Juan Pablo de 29 y Carlos Esteban de 25- fueron detenidos la noche del 19 de febrero pasado, tras un percance vial. En la colonia Cuauhtémoc, en Romita, los policías identificados como Roberto Carlos y Casimiro detuvieron a Juan Pablo, según la Fiscalía por indicaciones de Roberto, director de la policía, quien aceptó que estuvo presente durante la detención.
De acuerdo con testigos presenciales fue el propio director de la policía el que dijo a Juan Pablo que tenían un "pendiente", para luego amenazar con la frase: "te voy a entregar a la maña". Sin seguir los procedimientos legales, el joven de 29 años fue trasladado a los separos municipales, al igual que el vehículo en el que viajaba con su esposa Daniela y con Carlos, quienes se quedaron en la calle, llamaron a la mamá de Daniela para contarle de la amenaza que recibió Juan Pablo y luego ellos mismos se dirigieron a las instalaciones de los separos municipales.
Al interior de las instalaciones estaba el director Roberto acompañado de Roberto Carlos y Casimiro, identificados como sus escoltas, quien al enterarse de que afuera de barandilla estaban Daniela y Carlos, ordenó a sus escoltas el arresto de los dos jóvenes.
De acuerdo con los primeros testimonios a cargo de la Fiscalía General del Estado, la detención de los tres jóvenes se dio con violaciones al proceso. Por ejemplo, Juan Pablo fue llevado de la escena donde se registró el accidente vial porque, aparentemente, estaba ebrio, pero no se le hizo la prueba de alcoholemia.
Incluso, el tránsito que acudió al reporte por el accidente señaló que fue extraño el procedimiento que se siguió con el joven. Además, el vehículo en el que viajaba no fue enviado a la pensión como ocurre cuando detienen a un conductor ebrio, sino que la grúa se llevó el automóvil Jetta en color rojo a los separos, por instrucciones del director de la policía.
Las detenciones de Daniela y Carlos afuera de los separos también se dio de manera arbitraria, pues de acuerdo con el testimonio de Roberto Carlos, retuvo a los jóvenes porque en la escena del accidente habían salido corriendo y tenían que ser detenidos por consumir bebidas alcohólicas en la vía pública.
Fue poco después de las 11 de la noche del domingo 19 de febrero cuando un hombre sin identificarse llegó a las instalaciones de seguridad pública municipal, preguntó por los tres detenidos y pagó mil 245 pesos de multa, 415 pesos por persona.
El hombre que llegó a bordo de una camioneta no quiso entrar a las instalaciones, ni registrarse, ni dar su nombre, solo entregó el dinero a César, policía municipal a cargo de cuidar la entrada.
El elemento municipal acercó el dinero a la persona que estaba a cargo de los juzgados cívicos y ella dio la orden de que fueran liberados. César, el policía municipal que recibió el dinero del extraño, se encargó de llevar uno a uno a la puerta con una linterna porque las instalaciones de seguridad pública de Romita carecen de luz en la entrada y tampoco hay alumbrado público en la zona.
Una cámara del C5i, centro de control a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, captó el momento en el que César lleva uno a uno a los jóvenes hasta la entrada y "entrega" al hombre que había pagado la multa, quien junto con otras personas, amarraron las manos y los suben a la camioneta; incluso, hay imágenes que revelan que el policía municipal lanza la luz en la dirección donde están amarrando a los jóvenes.
Aunque en la narrativa de la Fiscalía General del Estado y en los propios testimonios de Roberto, Roberto Carlos y César, participaron al menos cuatro elementos de la policía de Romita, ante el juez de oralidad penal, el escolta identificado como Casimiro no había sido detenido. Horas más tarde, la Fiscalía dio a conocer que el cuarto policía ya había sido aprehendido.
Durante la audiencia de vinculación a proceso que se prolongó por más de seis horas, se evidenció que Daniela, Juan Pablo y Carlos no aparecen en el Registro Nacional de Detenciones, omisión que la Fiscalía consideró que se cometió con dolo para no dejar rastro de que los tres jóvenes habían estado en los separos municipales.
Según la defensa de los tres imputados no se subieron los nombres de los dos hombres y la mujer porque entre las muchas carencias que tiene la policía municipal de Romita está que desde hace más de medio año no funciona el internet y el equipo de cómputo es obsoleto para soportar la plataforma.
Pese a que el equipo de defensores de los policías, que fue contratado por Armando Jaramillo actual coordinador operativo de la policía en Romita, señaló que previo a la detención de Juan Pablo éste había recibido amenazas de un hombre apodado "el Samy", identificado como el jefe de sicarios de un grupo delictivo que opera en Romita, la Fiscalía de Guanajuato no ha buscado al hombre, ni existe ninguna investigación dirigida al presunto líder criminal, aunque fue plenamente identificado por la familia de Juan Pablo.
En busca de que el fiscal a cargo del caso reclasificara el delito de desaparición forzada que le imputó a los tres policías, la defensa también señaló que en una revisión que hizo la propia Fiscalía al domicilio habitado por Juan Pablo y Daniela se localizaron armas, droga, dinero en efectivo y estampas con las iniciales del Cártel Jalisco Nueva Generación.
La abogada aseguró que no buscaba criminalizar a Juan Pablo o a Daniela, pero pidió que se considerara la actividad de la pareja con los indicios localizados en su casa.
Sin esclarecer quién o quiénes son las personas que esperaban afuera de los separos a los tres jóvenes para amarrarlos y llevarlos, la Fiscalía General del Estado enfoca la investigación en la desaparición forzada a cargo de la policía municipal.
El viernes 24 de febrero, cinco días después de su desaparición, los cuerpos de Daniela, Juan Pablo y Carlos se encontraron en una fosa clandestina en la comunidad El Escoplo, en el mismo municipio de Romita.