CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden no llegaron a ningún acuerdo público sobre migración en la reunión de alto nivel que se llevó a cabo el miércoles 27, en la cual sólo convinieron reunirse de nuevo en enero para continuar el diálogo, el cual incluye “los beneficios de regularizar la situación de los migrantes hispanos que llevan años indocumentados y los beneficiarios del DACA”.

De acuerdo con un alto funcionario de la administración Biden, en entrevista con Agence France Presse (AFP), el presidente mexicano López Obrador y su equipo se comprometieron en la reunión a reforzar las operaciones para desmantelar redes de tráfico de migrantes y reducir la llegada de migrantes a la frontera norte.

López Obrador informó, por su parte, que el gobierno de Washington aceptó dejar de cerrar el paso a los ferrocarriles y a los puentes fronterizos.

Sin embargo, ni estos compromisos ni la integración de un grupo de trabajo regional para atender el fenómeno migratorio –como lo informó ayer la canciller Alicia Bárcena Ibarra– aparecen en el comunicado conjunto que los gobiernos de México y Estados Unidos emitieron este jueves 28, más de 18 horas después de concluida la reunión en Palacio Nacional, para informar sobre el encuentro.

De acuerdo con el boletín, ambas delegaciones agradecieron sus respectivas gestiones en materia migratoria y refrendaron su coincidencia en considerar importante tener una migración “ordenada, humana y regular”, atender las “causas raíz” como la “pobreza o la desigualdad”, luchar contra las redes de tráfico de personas y mantener abierto el “vital comercio bilateral en nuestra frontera compartida”.

Más allá de estos planteamientos generales, el documento no da cuenta de ningún acuerdo nuevo para frenar la llegada masiva de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos, fenómeno que se está convirtieron en una crisis político-electoral para Joe Biden, quien llamó a López Obrador el jueves 21 para expresarle su urgencia por atender este tema.

La delegación del gobierno de Estados Unidos viajó a México en pleno periodo vacacional con el objetivo de discutir sobre “la migración sin precedente en el Hemisferio Occidental e identificar las vías para que México y Estados Unidos atiendan los retos de seguridad fronteriza”, informó el Departamento de Estado antes del viaje de su titular, Antony Blinken.

Después de la reunión, Blinken planteó, en sus redes sociales, que su gobierno está “comprometido a cooperar con México para enfrentar nuestros retos en común, incluyendo el manejo de una migración irregular sin precedente en la región, la reapertura de los puertos de entrada estratégicos, y el combate al fentanilo ilícito y a otras drogas sintéticas”.