Huracán Otis

El drama del Ritz en Acapulco: los huéspedes abandonados a su suerte

Proceso entrevistó a huéspedes de lo que fue el hotel Ritz –inmueble ya declarado inseguro–, quienes aseguran que en ningún momento recibieron advertencias de que había una emergencia por "Otis" y debían resguardarse.
miércoles, 1 de noviembre de 2023 · 05:00

ACAPULCO, Gro (Proceso).– La ilusión de conocer Acapulco se convirtió en pesadilla para una de tantas familias que vacacionaban en el puerto. 

A las dos de la madrugada del 25 de octubre último, Luisa, su hija de 22 años –motivo del viaje– que sufre epilepsia, y su mamá que padece diabetes sólo alcanzaron a sacar sus medicinas y bajaron del décimo piso de donde estaban para resguardarse en una bodega inundada del inmueble.

Huéspedes del Ritz. En espera de regresar a casa. Foto: Luis Daniel Nava

Nadie del hotel Ritz los alertó que se acercaba el huracán Otis y que debían desalojar. Los 200 huéspedes que ahí estaban fueron dejados a su suerte.

La familia de Luisa llegó 48 horas antes del impacto del fenómeno meteorológico, proveniente de Acaxochitlán, Hidalgo. Fueron a celebrar los dos años de su sobrino en el hotel inaugurado en 1960, considerado entonces el más grande de Acapulco.

“Fuimos invitadas para conocer Acapulco. La ilusión de mi hija de conocer Acapulco. Y sí, el día que llegamos y el siguiente fueron maravillosos”, relata la señora Luisa en la entrada del devastado edificio mientras espera alguna respuesta de las autoridades para su retorno.

“No sabíamos que había una alerta de un huracán peligroso, y no sabemos dónde estuvo la seguridad del hotel. Sólo un vecino nos tocó la puerta: ‘¡Se están cayendo los ventanales y los techos de las habitaciones…! ¡Sálganse!’”.

Junto a 20 personas, Luisa, su hija de 22 años y su mamá de 68 bajaron por las escaleras donde también se filtraban las ráfagas de viento y lluvia. El edificio temblaba y en los pasillos el techo se caía a pedazos. 

Imagen de la herida que sufrió otro huesped en la noche que azotó "Otis" Acapulco. Foto: Especial

Primero, a los huéspedes los metieron a un salón, pero los sacaron porque estaba inundado. Los llevaron a una bodega, también con filtración de lluvia, pero que en ese momento era el lugar más seguro.

“Festejamos el cumpleaños de mi sobrino acompañados de mi hermana y mi cuñado. Fue una cena a las nueve de la noche. Sabíamos que estaba lloviendo, pero nunca pensamos de qué magnitud, y nadie nos dijo nada; no alertaron el lunes ni el martes, ni 10 ni cinco minutos antes (de la llegada del huracán).

Protección Civil y personal del Ejército, en una rápida inspección del hotel tras el paso de Otis, determinaron que su estructura es insegura.

“Pensé que no sobreviviría”

El Ritz, de 63 años, fue remodelado en 2022. Beatriz Adriana y su esposo, Germán Balderas, se hospedaron en el mismo hotel que Luisa y su familia. La pareja Llegó desde Guanajuato a vacacionar. 

El matrimonio de Guanajuato, hospedado en el Ritz, creyó que no sobrevivía. Foto: Especial

“Cuando empieza la lluvia muy fuerte, me asomo por la ventana y pasa volando una lámina. Le digo ‘oye, va a estar feo, me acuesto, me tapo los oídos. Cuando mi esposo cierra el ventanal más grueso se acerca a la cama y ¡pum! se truena’.

“Me dice ‘¡córrele!, ¡córrele…!’ Me brinqué por la bardita de la cama, me metió al baño y empezaron a volar las cosas, la televisión, todo. Todo se movía como si fuera un terremoto, nunca he estado en nada parecido porque soy de San Miguel de Allende”. 

Le dije que teníamos que bajarnos porque si nos quedamos aquí, se va derrumbar.

“Nos bajamos y volaban vidrios… El edificio se movía horrible; no sabíamos si íbamos a llegar a la planta baja. Yo no pensé que sobreviviría.

“En los pasillos se escuchaba a un señor con sus niños que lloraban, había muchos cables colgando, del hotel no quedó prácticamente nada.

“Nos tenían abajo en un piso disque más seguro porque todo estaba en ruinas, inundado. Estábamos todos ahí, algunos con lesiones leves, cortados. Los adultos mayores lograron bajar”, relató Beatriz. El hotel estaba a un 35% de su capacidad. 

Lo mismo sucedió en todos los hoteles del puerto, ni uno aplicó protocolos de seguridad para salvaguardar la integridad de huéspedes y personal. Nadie emitió una alerta ni preparó un plan de desalojo. 

La destrucción causada por el huracán. Foto: Luis Daniel Nava

En la víspera de la llegada del huracán. La Secretaría de Turismo de Guerrero (Sectur) informó que la ocupación promedio en Acapulco era de 46 por ciento. 

A unas horas que Otis impactara de frente a Acapulco, Santos Ramírez, titular de la Sectur, inauguró en el Forum Mundo Imperial la 35 Convención Internacional de Minería, con unos cinco mil asistentes, entre ellos profesionistas, empresarios, proveedores y estudiantes. 

La convención concluiría el viernes 27; la dependencia de turismo local calculó una derrama económica de 10 millones de dólares. 

Tras el paso de Otis, el exclusivo centro de espectáculos en la zona Diamante quedó en ruinas.

El gobierno de Acapulco reportó pérdida total de 80% de la zona hotelera en sus tres áreas: Pie de la Cuesta, La Costera y la Nueva Zona Diamante. 

Otis, con sus vientos de 270 y rachas de 300 kilómetros por hora, destrozó todo a su paso. A continuación, imágenes de los primeros minutos del huracán en Acapulco, tomadas por uno de los huéspedes del Ritz.

 

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