CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La percepción de inseguridad carretera y los robos de autotransporte se encuentran al alza, además de la percepción sobre actividades frecuentes de grupos delincuenciales en caminos federales.

Solo en los primeros seis meses del año, el robo a transportistas aumentó 3.1%, con 6 mil 389 ilícitos contra camioneros.

La Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) establecieron un promedio de 35.3 robos de carga diarios.

Asimismo, conforme a los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública y Urbana (ENSU) resulta que aquellos que circulan en vehículos particulares se sienten menos a salvo. En tanto, los indicadores del INEGI de este año obtuvieron que 51.8% de los encuestados se percibe cada vez más inseguro en el país, en contraste con el 49.1% que lo aceptó en marzo de 2021.

En el contexto, han surgido críticas de organismos de la sociedad civil, académicos y especialistas, respecto a las capacidades recortadas de fuerzas del orden como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN) para desplegarse por cada uno de los tramos carreteros.

En ese sentido, ambas dependencias han coincidido en que durante los últimos años han encarado limitaciones para dispersar a los uniformados, por lo que la vigilancia se acotó en diversas zonas del país, con lo que se aminora la eficacia de sus operaciones.

Por otra parte, de acuerdo con la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) el robo a transporte de carga le cuesta a la industria alrededor de 92 mil 500 millones de pesos; ante ello, apremiaron que se generen ambientes de seguridad, sobre todo porque el sector ya se enfrenta a escasez de operadores, encarecimientos de flota, incrementos en costos logísticos y energéticos, además de las agravantes iniciadas con el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. 

En ese sentido, añadieron que la falta de semiconductores pega en directo a la estructura de movilidad al alcance de las autoridades, las cuales tampoco han podido renovar el parque vehicular, por ejemplo, en el caso de la Sedena 22% de las unidades han excedido su vida útil. 

Debido a este panorama, desde la Guardia Nacional y la Defensa se ha solicitado que las autoridades hacendarias liberen los recursos necesarios para modernizar la flota y disponer de elementos necesarios para su resguardo.

Fue en abril pasado, cuando la Dirección General de Transporte Militar emitió el proyecto para adquirir 5 mil 522 Vehículos para el Cuerpo de Policías Militares. Así, se propone un presupuesto de 13 mil 907 millones de pesos para la adquisición de 4 mil 509 camionetas pick up y otros vehículos, con un costo unitario de un millón 11 mil pesos; 341 camionetas de 3.5 toneladas, con un valor de 786 mil 818 pesos cada una; así como 672 camiones de 6.5 toneladas, cada uno con un costo de un millón 778 mil pesos.

En total, la bolsa se estima en 6 mil 985 millones de pesos, de los que 5 mil 837 millones corresponden a costos de operación, entre ellos el combustible, además de mil 85 millones en costos de mantenimiento.

“La poca oferta de unidades de transporte, muchas de ellas en estado de obsolescencia, pone en riesgo la calidad con la que presta sus servicios a la sociedad, porque la cantidad de unidades vehiculares no va acorde a la cantidad de elementos militares que se tiene actualmente”, quedó asentado en la petición de Sedena a la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De acuerdo con la dependencia, el objetivo de la compra obedece a la expansión de capacidades de las 12 regiones del territorio nacional, ya que, en los últimos años el crimen organizado ha acrecentado presencia y se requiere de un parque vehicular 100 por ciento efectivo para contrarrestarla.