CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- En su intensa búsqueda de una solución que garantice el éxito de la Cumbre de las Américas sin invitar formalmente los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, el gobierno estadunidense de Joe Biden estaría “evaluando opciones sobre cómo incorporar mejor las voces de los pueblos cubano, venezolano y nicaragüense” en el evento que se llevará a cabo en Los Ángeles en junio próximo.

Citando un funcionario del gobierno de Biden, la agencia AFP indicó que Washington ya mandó un primer paquete de invitaciones a los jefes de Estado de la región –pero también de España--, y está sopesando opciones para el segundo paquete de invitaciones.

En varias ocasiones, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió al gobierno de Biden que invite a “todos los gobiernos” de la región al evento, y ante la negativa de Washington, el mandatario mexicano anunció que no viajaría a la cumbre.

Acto seguido, Luis Arce, el presidente de Bolivia, imitó a López Obrador, mientras los presidentes de Argentina y Honduras se sumaron al exhorto a que todos los países estén invitados. Estos llamados y amagos de boicot se sumaron a la posible ausencia del presidente brasileño Jair Bolsonaro a la cumbre, lo que convertiría en fracaso estrepitoso a la primera cumbre regional en Estados Unidos desde 1994.

La administración de Biden no parece dispuesta a dar marcha atrás a su negativa de invitar a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, bajo el argumento de que no respetan la Carta Democrática Interamericana de 2001.

Sin embargo, la diplomacia estadunidense está viendo cómo hacer para que los gobiernos de la región acepten un esquema en el que se invitaría a representantes de estos países sin que tengan el estatus de participante completo, según reveló AP la semana pasada.