CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de un año y cuatro meses, y solo después de que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) se lo solicitó con urgencia, -debido al nivel de riesgo que representaba para los niños-, el gobierno de Claudia Sheinbaum reubicó el plantón de indígenas de la comunidad triqui, originaria de Oaxaca, que estaba en la avenida Juárez, casi esquina con el Eje Central.

La madrugada de este lunes, integrantes del plantón, originarios de Tierra Blanca Copala, Oaxaca, fueron llevados, sin uso de la fuerza y con sus pertenencias, a un albergue ubicado en la esquina de la calle Rayas y el Circuito Interior, en la colonia Valle Gómez, alcaldía Cuauhtémoc. Al momento de la reubicación había 16 mujeres, 12 niños y dos hombres.

Según las autoridades, el sitio cuenta con baños, regaderas, colchonetas, catres, cobijas, carpas y servicios médicos. Dijeron que los manifestantes decidieron voluntariamente trasladarse al lugar.

Personal de la CDHCM, del DIF, de la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (Sibiso) y de otras dependencias de gobierno acompañaron el levantamiento para garantizar que se respetaran los derechos de las personas manifestantes. Los manifestantes y los niños fueron llevados en autobuses.

Martí Batres, secretario de Gobierno, informó que la reubicación obedece al cumplimiento de proteger a los menores de extravíos,  atropellamientos, enfermedades y desnutrición. 

No obstante, la intervención del gobierno capitalino ocurrió luego de que la semana pasada, la CDHCM mandó el oficio de Colaboración Urgente Q-558-22 al gobierno para que tomara las medidas adecuadas en coordinación con las instituciones correspondientes para garantizar el interés superior de niñas, niños y adolescentes que estaban en el plantón. 

Explicaciones oficiales  

Más tarde, en conferencia, Batres Guadarrama explicó que el levantamiento del plantón se dio luego del reporte de condiciones de “salubridad muy delicadas para niñas y niños, mismas que fueron corroboradas el día de ayer, además de los riesgos de extravío, de atropellamiento y otros de seguridad para niñas y niños… Evidentemente que la calle no es un lugar para los niños y teníamos que tomar medidas”. 

Así lo dijo, luego de más de un año de que estaba el plantón frente al Palacio de Bellas Artes; incluso desde antes de que él asumiera el cargo en el gobierno local. 

Según el funcionario, se “trabajó con mucha anticipación”, con “decenas” de reuniones, hasta que la semana pasada se encontraron con “los dirigentes” del plantón, a quienes les mostraron el oficio de la CDHCM y les comunicaron la necesidad de buscar alternativas para su reubicación. “Ellos sabían que teníamos que llegar a este punto”, agregó.

Al respecto, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, recordó que la manifestación de los triquis obedece a un problema generado desde Oaxaca y que es el gobierno de esa entidad a quien se ha instado a resolverlo, sin que hasta ahora se tuviera éxito .             

“Siempre estuvimos en coordinación con el gobernador de Oaxaca y la Secretaría de Gobernación. El objetivo era que ellos se trasladaran a su lugar de origen, y ellos eso era lo que estaban pidiendo permanentemente”, afirmó.

Comentó que la zona de Tierra Blanca “históricamente” ha tenido problemas de personas desplazadas. “No quiero responsabilizar a nadie, sino sencillamente a la alta conflictividad de la zona”, añadió.

Sobre la posibilidad de que las personas inconformes regresen e instalen de nuevo el plantón en la avenida Juárez, agregó:  “Yo espero que no regresen. Yo creo que, ahora nos decía Martí, hoy en la mañana: los más contentos ahí son los niños y las niñas que están en una condición completamente distinta”.