CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Montañistas organizados pidieron a Humberto Adán Peña Fuentes, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) atender “situaciones graves” registradas en lugares administrados por dicha comisión en donde ocurren abusos de “guardaparques” o están incluso en riesgo de caer en manos del crimen organizado.

A través de una carta que hicieron llegar a Peña Fuentes, con copia a la Guardia Nacional, Presidencia de la República, el gobierno del Estado de México, de Puebla, la  SEMARNAT, Derechos Humanos y medios de comunicación, la organización Montañistas Unidos alertó, por ejemplo, que en el Pico de Orizaba, en una de sus rutas que lleva a la cima de la montaña, se ha establecido un sistema de extorsiones.

Señalan que dicho sistema es liderado por “un personaje” conocido en las comunidades locales como “El Padrino” y que personas bajo su mando, en ocasiones armadas, exigen un pago de 50 pesos a todos los turistas y montañistas.

Al respecto, solicitan a Peña Fuentes, “con urgencia”, se coordine con la Guardia Nacional para “solicitar su presencia en esta zona, y prevenir lo que inminentemente se perfila como una zona más controlada por el crimen organizado”.

Otro caso es el del Iztaccíhuatl, donde el sistema de reservaciones instaurado en la pandemia como medida de prevención de contagios, permaneció y ahora para acceder al paraje conocido como la Joya, desde Paso de Cortés, se ha convertido en un foco de corrupción.

“Por cantidades que oscilan entre los $200 y $500 pesos, los ‘guardaparques’ permiten el acceso a cualquiera que no cuente con reservación”, denuncian los montañistas quienes solicitan al titular del CONANP, de manera urgente, “la extinción inmediata de las 'reservaciones’”, y que se reinstale el acceso justo: “in situ-- primero en tiempo primero en derecho, que funcionaba bien antes de la pandemia”.

También denunciaron que en el Nevado de Toluca, recientemente fue instalada una reja en el acceso a la ruta clásica que conduce a la cima del volcán (Pico del Fraile), conocida como La Cañada del Oso.

Ahí, denuncian los montañistas, algunos elementos de la Policía de Alta Montaña que ellos mismos capacitaron en 2016, les han impedido el acceso.

Y advierten:

"Las consecuencias fatales de bloquear esta ruta, se verán reflejadas en incontables accidentes mortales en la zona conocida cono Pico del Águila, ya que son rutas con mayores riesgos potenciales. Creemos firmemente, que la dependencia o ‘institución’ que bloquee el acceso a la ruta principal y más segura de la montaña (Cañada del Oso), será corresponsable de los accidentes que sucedan en otras rutas, a las que forzarán a los turistas a intentar escalar”.

Además, aseguran que bloquear esa ruta se podría catalogar como “negligencia criminal”.

A esa situación, siguen, se suma el “deficiente, peligroso y monopólico” transporte que fue impuesto a los turistas para el trayecto del Parque de los Venados a las Lagunas y también ponen énfasis en el “ruido incesante” de las motosierras en las laderas noroccidentales. “Al parecer los talamontes quieren apoderarse de la montaña”, arguyen.