CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la madrugada de este miércoles, brigadistas de defensores del bosque de San Miguel Topilejo, en la alcaldía de Tlalpan, fueron atacados con armas largas cuando encontraron una camioneta de presuntos talamontes escoltada por una patrulla de policía del estado de Morelos; uno de los defensores resultó herido de bala y se encuentra internado en un hospital capitalino.

La organización Bienes Comunales de San Miguel Topilejo lleva más de dos años alertando las autoridades sobre la tala ilegal de madera en ese bosque del sur de la Ciudad de México, pero sus cerca de 200 denuncias nunca fueron atendidas. En fechas recientes, los grupos de talamontes incluso dejaron amenazas de muerte sobre troncos de árboles derribados para su venta ilegal.

Los brigadistas realizaron hoy un recorrido de vigilancia ambiental en los caminos de terracería del bosque, a la altura del kilómetro 44 de la carretera libre a Cuernavaca, justo en la frontera con Morelos. A las 6 de la mañana vieron luces de lámparas entre los árboles, señal de que grupos de talamontes estaban operando; se acercaron y se toparon con la patrulla del estado de Morelos, tipo pick up de doble camina.

Como siempre, los brigadistas se trasladaban en una camioneta identificada con logotipos del “Heroíco Cuerpo de Brigadistas para la Protección del Suelo de Conservación de la CDMX”. La patrulla pasó a velocidad lenta a su lado; al interior había dos policías, uno manejando y el otro con su arma entre las manos.

En la oscuridad ambiente, los brigadistas lograron ver las luces de unas lámparas a una cuarentena de metros en el monte. Estacionaron la camioneta en un acotamiento y bajaron del vehículo. De repente, uno de ellos gritó que la patrulla de policías estaba viniendo de regreso, y en ese momento oyeron una serie de detonaciones, primero de arma corta y luego de alto calibre.

“Estas detonaciones fueron hechas donde estaba la camioneta de los policías de Morelos, la cual se detuvo escasos cuatro segundos sobre el acotamiento, a unos metros detrás de nuestra camioneta”, narró uno en una denuncia que presentaron ante el Ministerio Público en Topilejo tres horas después de la agresión.

Los brigadistas se resguardaron, y escucharon que se prendió el motor de una camioneta, a una cuarentena de metros. El vehículo no encendió sus luces –nunca lo hacen los talamontes, según la denuncia--, y salió de una brecha rumbo a la carretera federal. De ella salieron unos 15 disparos más, hasta que finalmente alcanzó la patrulla de Morelos.

La patrulla de Morelos sigue la camioneta de plataforma, pero no para detenerla, sino escoltándola; en la camioneta de plataforma llevaban alrededor de ocho troncos de árbol”, sostuvo uno de los denunciantes, quien no tuvo mucho tiempo para pensar: su compañero de al lado le dijo que sentía frío al lado del estómago, donde le empezaba a brotar sangre.

Uno de los brigadistas, que advirtió a Proceso sobre la agresión, expresó su preocupación ante la situación de riesgo cada vez más aguda que enfrentan los brigadistas en su lucha contra la tala ilegal de madera en esta zona limítrofe.

Si bien ya habían denunciado las amenazas, la participación de presuntos policías de Morelos en el tráfico de madera y en la agresión armada suma un elemento adicional de alarma. Y más en un país extremadamente peligroso para quienes defienden el medio ambiente contra las prácticas depredadoras: tan solo el año pasado, se registraron los asesinatos de al menos 25 defensores ambientales en México.