CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– A raíz de los golpes y violencia en contra de los migrantes que salieron en caravana de Tapachula, Chiapas, por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), dicha instancia manifestó que reprueba cualquier acción que lesione los derechos humanos de la población en movilidad y notificó de lo sucedido al Órgano Interno de Control para los efectos legales a los que hubiere lugar.

El instituto reconoció que agentes federales de migración “asumieron una conducta inapropiada y ajena a los protocolos y políticas de respeto que promueve”, al referirse a la reprensión ocurrida este sábado en la carretera Tapachula-Arriaga, en el perímetro del poblado Cruz de Oro, Tuzantán, Chiapas, donde se llevaba a cabo el operativo de control y verificación migratoria ante el avance de un grupo de personas migrantes en dirección a la localidad de Huixtla.

 Aunque justificó que en principio actuaron así cuando una persona migrante empezó a golpear a un agente federal de migración, por lo que dos elementos más acudieron en su auxilio, sin embargo, reconoció el INM que fue “una conducta inapropiada en su intervención, contraria a la normatividad y al respeto de los derechos humanos que promueve”.

El INM aseguró que basa sus acciones en apego al marco legal y con estricto respeto a los derechos humanos.

“La atención que el Instituto presta a las personas migrantes ha sido siempre bajo estas premisas y los actos indebidos que puedan realizar de manera individual agentes federales de migración en las tareas operativas, son reprobables y, en su caso, sancionados”, sostuvo.